PÁGINAS DE MOMO
MAXIMILIANO TUALA
Maximiliano Tuala en el espectáculo "El Club de los Malos Modales" con Cayó la Cabra |
De repente aun siendo chiquito, te encontrás con que no
sabés ni cómo ni cuándo, pero en algún momento de tu vida querés estar
disfrutando del carnaval pero desde arriba del escenario, con el público enfrente
y dando rienda suelta a esa pasión que comenzó a gestarse en tu corazón desde
tus primeros años. ¿A cuántos artistas carnavaleros les habrá pasado eso en su
infancia? Sin lugar a dudas que a muchos. El caso de Maximiliano Tuala no es
una excepción. Su apellido es sinónimo de humorismo y también parodismo, y
cuenta con un legado familiar vinculado a estas dos categorías. Sin embargo, se
ha consagrado como una de las nuevas figuras de la categoría de murgas a partir
de las tantas actuaciones desopilantes que ha tenido la oportunidad de ofrecer
en Cayó la Cabra. Su aparición en escena es sinónimo de carcajada, y tan
especial es el código que maneja con el público, que en su caso algunos
silencios pueden resultar tan graciosos como el mejor remate para un chiste. La
entrevista que nos convoca hoy recorre toda su carrera dentro de la fiesta de
momo, pero también sus inicios y distintas características que ayudarán a
conocer un poquito más a la figura máxima de este último carnaval.
¿CUÁLES SON TUS PRIMEROS RECUERDOS VINCULADOS CON EL
CARNAVAL?
“La primera imagen es la de mis abuelos. Conocí al carnaval
gracias a ellos que eran los que me llevaban al tablado. Me acuerdo que íbamos
al tablado del Jardín de la Mutual que era el que nos quedaba más cerca de casa
porque vivíamos en La Unión. Mis tíos era utilero de los humoristas Los
Buby’s, y a veces iba con ellos en el
camión. Era un gurí bastante pesado porque me encantaba ir. A veces no entendía
nada del espectáculo, pero me encantaba ver a esas personas arriba del
escenario, con esos trajes puestos. Gracias a Los Buby’s empecé a enamorarme
del carnaval. Me acuerdo que no veía otra cosa que no fuera ese conjunto. A
veces veía otra cosa pero cuando llegaba a algún tablado con ellos, como por
ejemplo a Contrafarsa en 1998 y a Araca la Cana un año antes, cuando estaba
(Luís Alberto) Carballo. Me acuerdo de ponerme a corretear por los tablados
pila de veces porque no era de darle mucha bolilla a los demás conjuntos, Para mí
estaban Los Buby’s y nada más (risas).
Después empecé a arrimarme un poco a compartir con Los Jokers, que era el
conjunto de mi familia”.
¿EN ESE MOMENTO YA TE VEÌAS SALIENDO EN CARNAVAL CUANDO
FUERAS GRANDE?
“No. Ni en pedo. No se me pasaba por la cabeza (risas). Sí
sabía que me gustaba porque salir en carnaval era como un sueño. Quería hacer
lo que esos tipos hacían arriba del escenario del tablado. Me preguntaba si
algún día podría hacerlo. Con Fabricio (Speranza) nos criamos juntos y vivíamos
en la misma cuadra. Él empezó a ir al tablado junto conmigo y mis abuelos, y
conoció al Carnaval también gracias a esas idas al tablado y a Los Buby`s, tal
como me pasó a mí. Ambos soñábamos con salir en carnaval, aunque de niño no
proyectás mucho”.
¿CUÁLES FUERON TUS PRIMEROS PASOS ACTORALES? ¿RECIBISTE
ALGUNA FORMACIÓN?
“Nunca estudié nada. Me arrepiento un poco de no haber
estudiado, porque hoy en día tendría más herramientas. Lo que hago es lo que me
sale, lo que me dicen, y lo que voy aprendiendo en el camino. Me hubiese
gustado estudiar teatro o clown, ya que te aporta una identidad diferente. Hoy en
día estudiar se me complica más siendo papá, aunque sé que lo podría hacer.
Pasa que soy muy boludo y soy de posponer algunas cosas. Me acuerdo que de
chicos con Fabri agarrábamos una humorada de Los Buby’s y la ensayábamos un par
de veces. Luego hacíamos la humorada a 3 o 4 vecinos. Me acuerdo que nos
maquillábamos y nos vestíamos con ropa vieja. Nos encantaba hacer eso y no
sabíamos dónde hacerlo, porque tampoco estábamos muy enterados sobre el
Carnaval de las Promesas. Cuando me enteré que existía ya tenía 18 años
(risas). Luego ya cuando éramos más grandes nos juntamos con amigos y sacamos
una Murga Joven que se llamó Nació de Nalga. Que en parte sigue presente hasta
el día de hoy, porque la base del grupo que salía en esa murga, integra hoy Un
Título Viejo. Ya después de esa experiencia en el Encuentro de Murga Joven, me
invitaron a salir en Los Choby’s en 2012 y no paré”.
¿HAY ALGÚN ARTISTA CARNAVALERO QUE SEA TU REFERENTE?
“Para mí el Pitufo (Edú Lombardo) es el 1 en todo lo que
hace. Por más de que no soy músico, reconozco que es un salado. Marcel
(Keoroglián) también es otro referente. Freddy González me parece que es otro car,
tanto actuando como cantando porque es tremendo bajo. Después Los Buby’s
también me marcaron mucho porque todos actuaban y todos remataban los chistes.
Recuerdo que otro referente para mí fue Rodolfo Rognone. Era amigo de la
familia y venía a comer a casa. Lo que me hacía reír ese tipo era inexplicable.
Me empezó a gustar pila el tema de la actuación a raíz de verlo en los Adam’s y
otros conjuntos en los que ha salido. La verdad que era un crá”.
¿CÓMO TE TOMÁS LA TAREA DE CONSTRUIR UN PERONAJE? ¿SOS DE
SUGERIR COSAS?
“Siempre me han invitado a formar parte de los grupos
creativos, y es algo que no me gusta mucho. Soy tímido para tirar alguna idea.
Puedo llegar a tirar algo en los ensayos. A veces naturalmente mecho cosas en
los tablados y algunas quedan, y otras no. No soy de laburar los personajes
porque siento que hago siempre lo mismo. No creo un personaje. Si bien en Las Cabras
hemos hecho talleres para crear personajes, el traje te ayuda mucho. Cuando
sabés cómo vas a estar vestido, y de qué te vas a valer estéticamente, podés
buscar algún movimiento particular. Pero elaborando personajes soy un queso. Me
gusta que me planteen todo, y me sugieran cosas para hacer”.
¿CÓMO TE LLEVÁS CON EL ROL PROTAGÓNICO QUE HAS TENIDO QUE
TOMAR EN LOS ESPECTÁCULOS?
“Todavía tengo un
grado de timidez. Cuando me subo con la murga sé que tengo a 16 personas más al
lado, más el traje y el maquillaje. Todo eso es un escudo que está divino. Pero
me acuerdo que en el espectáculo de Madurar tenía que hacer un monólogo final
previo a la retirada. Me acuerdo que sufrí mucho a la canción final que iba
antes de ese monólogo. Es que al estar en el escenario del Teatro de Verano con
todo el público abajo, la mente se te queda en blanco. Por suerte iban
apareciendo las palabras de a poquito. Después de ahí me dije “¿Pa’ qué hago carnaval si lo voy a sufrir?”. Y ahí empecé
a disfrutarlo un poco más. Esa era la primera vez que sostenía la escena solo.
Después te das cuenta de que la gente está ahí para disfrutar el espectáculo y
no está pensando si le vas a errar o no. El que está todo nervioso sos vos”.
¿QUÉ DIFERENCIAS HAY ENTRE EL ENCUENTRO DE MURGA JOVEN Y EL
CONCURSO DE CARNAVAL?
“El Encuentro de Murga Joven es divino, y el espacio que te
dan es maravilloso. Sobre todo porque no está esa competencia en la que entrás
saliendo en carnaval, que hace que te pongas medio bicho, aunque obviamente que
hay excepciones. Con las Cabras me acostumbré al hecho de hacer un espectáculo
que nos guste a nosotros y luego al público también. Pero lógicamente que
cuanto más arriba termines en el concurso, mejor, por el tema del premio, la
entrada económica para el año siguiente, y el hecho de no tener que dar prueba
de admisión tampoco. Pero Murga Joven tiene un espíritu más amigable. Además
podés sacar la murga sin un mango y
metiendo ingenio. Hacés varias jornadas de trajes en las que metés muchas horas
y que hacen que tengas otros sentido de pertenencia con el espectáculo. El
gustito de que lo que tenés puesto lo hiciste vos, es divino. Incluso varias
murgas jóvenes que son cooperativas y han llegado a Salir en carnaval,
mantienen ese espíritu y se autogestionan a pulmón. Por más que aparecen
algunos sponsors, sabés que tenés que organizar eventos como bailes. En Las
Cabras, por ejemplo, los bailes son el
mejor sponsor que la murga tiene. Pero ese sacrificio que se hace, sabés que se
va a ver recompensado en el producto artístico que vas a presentar durante todo
el año”.
¿CÓMO SE DA TU LLEGADA A LOS CHOBY’S Y QUÉ RECUERDOS TENÉS
DEL CONJUNTO?
“Fabricio, (Leonardo) Pacella y el Bicho (Julio Yuane), me
invitaron a salir en el conjunto. En ese momento era muy tímido, inseguro, un
cagón bárbaro (risas). Se ve que era muy jodón pero entre mis amigos. Ellos me
decían “Vos tendrías que hacer estas mismas cosas arriba de un escenario”, y yo
les respondía que “ni en pedo”. Por más que de niño lo soñaba, de grande me
cuestionaba y decía “Yo no puedo hacer esto delante de mucha gente”. Probé
saliendo en Los Choby`s. De a poquito en los ensayos me fueron dando cositas y
se me empezó a ir esa timidez. Debutar en la categoría de humoristas habiendo
crecido viendo a Los Buby’s, fue algo muy loco. Ese año con Los Choby’s fue
bastante particular. Si bien a mí me gusta ensayar bastante y que las cosas
salgan bien, no me gusta cuando el tema del compromiso con el ensayo es tan
grande que no hay distracciones o momentos para descontracturar un poco. Con
Los Choby’s pasaba que la mayoría de las veces arrancábamos con el ensayo, y al
rato como ensayábamos en un club que tenía una canchita, si nos pintaba para ir
a jugar al fútbol, jugábamos. De repente cortábamos el ensayo por eso. A veces
iba algún canal de televisión o algún
medio radial a cubrir el ensayo o hacer alguna nota, y nos encontraban jugando
al fútbol (risas). Esas cosas igual hacen que la gente los quiera mucho. Los
Choby’s tienen una llegad con la gente que es hermosa”.
LUEGO DE ESA EXPERIENCIA, ¿CÓMO SE TE PRESENTÓ LA
OPORTUNIDAD DE FORMAR PARTE DE CAYÓ LA CABRA?
“Siempre me gustó la murga. De chiquito seguía a Contrafarsa
y fue lo mejor que me pasó. Me compraba todos los discos. Aparecía una canción
de la murga en la radio y la grababa por más que ya estaba en algún disco que
tenía. Estaba enfermo (risas). Cuando terminó ese carnaval con Los Choby’s estaba dispuesto a seguís
saliendo en carnaval. Si seguía saliendo en Los Choby’s me iba a encantar, pero
en ese momento, Maira (Sepúlveda) que en ese carnaval había salido en Cayó la
Cabra me invitó a salir en la murga porque faltaba gente. Un tiempo antes le
había dicho a ellas que quería salir en murga y que si había un lugar
disponible, me avisara. Ahí me arrimé a la murga y no me fui hasta este año. Me
acuerdo que cuando dimos la prueba de admisión con el espectáculo de Madurar,
compartimos la etapa con Asaltantes con Patente que era una selección de
murguistas, y había tremenda expectativa que en realidad la generaban ellos. La
gente piró con nosotros en esa prueba y fue una experiencia divina. Me acuerdo
que usamos narices de payaso en la prueba, porque los personajes de ese
espectáculo éramos payasos. La gente se preguntaría “¿En qué andará esta
gente?” (risas). No me olvido más de esa prueba de admisión”.
DE TODOS LOS ESPECTÀCULOS DE CAYÒ LA CABRA DE LOS QUE HAS
FORMADO PARTE, ¿CUÁL RECORDÁS CON MÁS CARIÑO?
“Es una pregunta
difícil porque me gustan todos. Capaz que lo elijo porque fue el primer
espectáculo del que formé parte con la murga, pero Madurar fue muy especial.
Porque ese año se festejó todo, desde la entrada al carnaval hasta la entrada a
la liguilla. Las liguillas siguientes también se festejaron, pero te vas
acostumbrando porque sabés que lo que hacés gusta y estás en boca de la gente.
Pero ese espectáculo fue el que disfruté más porque me encantaban todos los
cuplés y la canción final sigue siendo hermosa, por más que yo no la disfrutaba
en el Teatro (risas)”.
¿QUÉ SIGNIFICÓ TU PASAJE POR CAYÓ LA CABRA?
“Significó muchísimo. Me costó pila irme. La Cabras siguen
significando mucho para mí porque no me quiero ir. Quiero que sigan las
actuaciones de este último espectáculo. Me encanta el grupo y la forma en la
que siempre se laburó. Hoy en día soy quien soy gracias a Cayó la Cabra. A mí
cuando me saludan en la calle, enseguida me gritan “Vamo’ las Cabras”. Todo
eso se lo debo a la murga. Tengo que
sentirme agradecido de que haya gente que escriba cosas para que yo las interprete
y que encima a la gente le gustan. Todo es una cadena. Cayó la Cabra es un
lugar maravilloso que creo que a cualquiera que le guste el género de murga, le
gustaría estar. Es un grupo divino que artísticamente está despegado y encima
sabés que vas a hacer tablados y que vas a laburar el espectáculo que ensayes
durante todo el año siguiente. Las Cabras siguen siendo parte de mi vida porque
esto no se termina acá. Si bien tengo otro laburo, siento que las Cabras tienen
mucho más importancia que ese trabajo. Siento que era mi lugar. Me recontra
copaba cuando organizábamos los bailes porque me quedaba desde las 9 de la
noche hasta las 7 de la mañana metiéndole. Sentía que era mi espacio. Lo sigue
siendo pero desde otro lugar”.
¿CÓMO SURGE EL PROYECTO DE UN TÍTULO VIEJO Y CÓMO VIENE EL
PROCESO DE ENSAYOS?
“Desde que sacábamos a la murga Nació de Nalga, y habíamos
ganado varias veces el Encuentro de Murga Joven, ya se nos pasaba por la cabeza
el hecho de dar el paso y salir en carnaval. En ese momento veíamos que un
montón de murgas habían podido dar ese salto, y nos preguntábamos por qué no
podíamos hacerlo nosotros. Luego esa idea se pinchó. Yo me fui para Los Choby’s
y luego empecé a salir en Cayó la Cabra. Fabricio (Speranza) también hizo su
camino, encontró su lugar en La Gran Muñeca y pasó por otros conjuntos como
Zíngaros. En esos momentos veíamos a la idea de sacar a la murga en Carnaval
medio que de costado. Pero hace unos años la idea empezó a tomar más fuerza. En
2018 nos dijimos, “¿por qué no la sacamos para el carnaval 2020?”. Ahí empezamos
a hablar más en serio. Esperamos a que pasara en Carnaval y cada uno siguió
saliendo en su conjunto, para no enloquecernos y respetar los espacios. Luego
de este último carnaval nos polenteamos, y con el grupito que quedaba de Nació
de Nalga decidimos darle para adelante. No nos podíamos llamar Nació de Nalga
porque no éramos esa murga, sino que solo estábamos algunos de los ex
integrantes. Así se fue armando todo y hoy en día ya estamos anotados para dar
la prueba de admisión. El proceso de ensayos está siendo hermoso. Es un grupo
que si bien hacemos varios que nos conocemos por haber salido juntos, y otros
no llegamos a salir juntos pero nos conocemos de la vuelta, nos tenemos que
integrar mucho más y seguir conociéndonos. Por eso ya hemos hecho pila de
comidas. Ya nos hemos quedado después de varios ensayos a comer un guiso o un
asado ahí en el club Repecho que es donde ensayamos. Es necesario que la barra
se junte no solo para ensayar sino que también para charlar de la vida. Esas instancias
son fundamentales. Estamos ensayando una vez por semana y estamos encarando la
preparación de la prueba”.
¿TENÈS ALGUNA CUENTA PENDIENTE EN EL CARNAVAL?
“Si bien en las Cabras hice un montón de amigos, mi cuenta
pendiente era salir en carnaval con mis amigos de la infancia. La verdad que
salir con la gente con la que yo me crié y que desde chicos íbamos a ver
conjuntos de carnaval al tablado, es divino. Hoy en día por suerte se está cumpliendo”.
¿SALDRÍAS DE NUEVO EN LA CATEGORÍA DE HUMORISTAS? ¿EXPERIMENTARÍAS
SALIENDO EN ALGUNA CATEGORÍA EN LA QUE NO HAYAS ESTADO?
“Yo creo que sí. No estoy cerrado a ninguna posibilidad. La
categoría de parodistas me gusta, y los conjuntos que me llaman más la atención
son los del estilo de Momosapiens y Aristophanes. Si bien los otros conjuntos
de parodistas también están buenísimos y me encantan, iría más por ese lado. También
saldría de nuevo en Los Choby’s, sería algo que me gustaría”.
UNA FRASE PARA COMPLETAR: GRACIAS AL CARNAVAL YO…
“Gracias al Carnaval yo conocí un montón de gente querida. En
las Cabras casi que todos son mis amigos. También he tenido beneficios gracias
al hecho de salir en carnaval que no hubiese tenido si no saliera. Por ejemplo,
hace poquito hicimos una gira con las Cabras por Argentina. Dejé la billetera
con todos los documentos en Buenos Aires, y tuve que ir al consulado. Se armó
un quilombo bárbaro y estuve metido ahí 2 horas. En la Aduana me reclamaban que
no había presentado una foto mía en el papel que me habían solicitado y me
derivaron con otra funcionaria. Ya estaba pensando que iba a tener que quedarme
ahí a vivir (risas). La funcionaria me dijo “Voy a hacer de cuenta que trajiste
la cédula”, porque de lo contrario tenía que llamar a no sé quién para que
confirmara mi identidad, y al final dijo “Por favor te pido que no te vayas de
las Cabras”. Ahí enseguida pensé “¡Muchas gracias, carnaval! ¡Muchas gracias, Cayó
la Cabra!”. Enseguida le di un abrazo, le agradecí y me subí pal’ bondi de
nuevo a seguir la ruta con la murga”.