lunes, 28 de marzo de 2016

DESPACITO Y POR LAS PIEDRAS – PRIMERA PARTE

  MURGA LA PITANGA

Eureste "Coco" Pinheiro


Entre la voz inconfundible del varón del tango, Julio Sosa, y el humor característico de Berugo Carámbula, hay un lugar en común. La ciudad de Las Piedras, ha sido, y es cuna de artistas, que continúan manteniendo viva esa esencia. El carnaval está emparentado desde hace largo tiempo con este sitio, y la murga, como  uno de los máximos exponentes de la fiesta, no es la excepción.
Mañana con el sol a pleno, y varias preguntas por responder. Desde una casa aún en construcción, Eureste “Coco” Pinheiro, director escénico, y uno de los arregladores corales y letristas de murga “La Pitanga”,  cedió muy amablemente parte de su tiempo para charlar sobre un conjunto que hace dos años está trabajando, y poco a poco va confirmándose como referente cultural de la zona. Falta poco para que vuelva a sonar un coro cantando en el pintoresco bar “Lo de Cucho”. 

EL PROCESO DE LA MURGA

 “Arrancamos a armar el espectáculo por el mes de junio. La dinámica de trabajo que tenemos en la murga es a través de comisiones, pero las ideas salen desde la totalidad del grupo. En los primeros ensayos cantamos algún clásico, y nos tomamos un tiempo para que cada uno exprese de qué le gustaría que la murga hablara en el espectáculo. Seleccionamos los núcleos de temas por los que hay interés en escribir, y les buscamos un hilo conductor. Luego se reúne la comisión de letras, la cual integro, para empezar a aterrizar lo que se habló en lo colectivo. Cada vez que hubo una propuesta se llevó al ensayo para trasladarla a la murga, y se intentó seguir el rumbo que se había elegido.  Hemos apostado a que en La Pitanga, cada murguista sienta que lo que está cantando tiene que ver con su pensar. No es fácil, porque hay que llegar a varios puntos de acuerdo, pero es disfrutable porque luego uno ve que está cantando palabras que dijo en un ensayo. Para este carnaval se buscó hablar sobre las conexiones interpersonales, con uno mismo, conectarse con el mundo, y a raíz de ahí surgieron temas que tuvieran que ver con la temática”.

LA CULTURA PEDRENSE

“En Las Piedras pasa algo curioso. Es una ciudad muy grande, y a la vez muy dispersa, y no hay una cuestión generalizada de identidad y de pertenencia. Los medios de comunicación que hay en la ciudad no son masivos. A su vez, la gestión cultural anteriormente no apoyaba mucho, y los recursos eran extremadamente limitados. Pasó que en nuestro primer año cantamos una sola vez en Las Piedras, y en el resto de las ciudades y pueblos canarios muchas veces más. Es decir, somos una murga pedrense que no cantaba en su ciudad. Este carnaval, entró gente a la Comuna con ánimo de promover cambios, y buena parte de los tablados fueron en Las Piedras. Un montón de gente aún no sabe que hay murgas aquí, pero de a poco se va a ir instalando. El hecho de estar muy cerca de Montevideo, hace que los pedrenses busquen ofertas culturales en la capital. Por suerte en  la ciudad hay muchas movidas que están creciendo, y son muy buenas como las del Movimiento Takatés, el Bar “Lo de Cucho”, y la comisión del Barrio Ansina, que sacuden un poco la cosa. A largo plazo eso va a dar sus frutos, por eso es importante que los artistas perseveremos y confiemos en que podemos recuperar la movida cultural fuertísima que Las Piedras tenía hace varios años atrás”.

UN CARNAVAL "RARÍSIMO" 

“Este carnaval fue rarísimo. Porque se disfrutó mucho pero vivimos experiencias bien distintas. En los tablados se logró mucha conexión con el público, y eso es impagable. Por otro lado, en cuanto a los concursos, nos fue muy mal en San José. A esa instancia llegamos con lo justo, porque estábamos aprendiendo letra el día anterior, hasta dudamos de presentrarnos, pero lo hicimos. A nivel artístico no nos fue muy bien, tuvimos muchos baches. Fue impactante el concurso en cuanto al escenario y a lo que se invierte ahí, y nos sirvió para caer en la cuenta de muchas cosas. Después nos tocó el certamen de San Carlos, y fue algo muy particular, porque como llovía mucho nos tocó actuar sin público en un teatro cerrado, únicamente con el jurado, y en 20 murgas quedamos novenos. Para nosotros fue un éxito teniendo en cuenta el nivel de murgas que tiene San Carlos. Quedamos gratamente sorprendidos, porque nos valoraron con un puntaje muy bueno en comparación a murgas que sabemos que están despegadas. Participamos en Flores también, y a pesar de que no accedimos a la etapa final, fue un escenario hermoso, y la gente respondió muy bien. Y Por último en el concurso de Canelones no pasamos a la ronda final. Nos bajamos de ese escenario sabiendo que habíamos tenido algunos baches. Creemos que fue muy justo no haber logrado acceder a esa instancia, pese a que era lo que más queríamos porque se iba a hacer la final en el Anfiteatro de Las Piedras. Los nervios y la ansiedad nos jugaron en contra, y el espectáculo no salió como nosotros sabíamos que lo podíamos hacer. De todas maneras vemos a los concursos como oportunidades para aprender y crecer, y poder llevarle a los vecinos la mejor exposición de un espectáculo año a año, valorando las sugerencias de gente idónea que pertenece a un jurado”.

EL TRABAJO COLECTIVO

"Una de las diferencias fundamentales, es que me había propuesto lograr que la murga cantara algo que había sido decidido por todo el grupo, y no por un letrista. Me había pasado de estar en otras murgas, con otro sistema de trabajo, y que yo no supiera en algunas partes del espectáculo qué era lo que estaba cantando. Y siempre pensé que quería compartir una experiencia en donde en la concepción del espectáculo todos los integrantes se sintieran un poco más parte. Para lograr transmitirle a la gente tiene que haber un convencimiento, y si yo tengo a media murga que no está convencida de lo que canta, no sirve. Hay una energía que está atrás que no permite que llegue al espectador lo que se está queriendo decir, entonces cantar convencido y con ganas tiene un valor intangible que es brutal. Me gusta lo de generar mecanismos para que se de un proceso inclusivo y de participación, pero que a su vez sea ágil. Lo fuimos construyendo, y en los dos años que hace que funcionamos así, veo que hay cosas que ya se aceitaron, y creo que para la propuesta que viene van a estar mejor. La Pitanga me ha dado la oportunidad de trabajar de esta forma”

LO QUE VIENE

“Estamos en un proceso de descanso. Nos tomamos todo marzo para descansar, y en abril vamos a tener la primer reunión. Ya hemos tenido varias bajas por distintas razones. Este cambio tan grande en la conformación es un desafío que se nos presenta. Ya hay gente que se ha ofrecido, y quiere participar, y salir. En la reunión hablaremos de esas posibles llegadas. Se busca a gente que en la parte artística se defienda, pero sobre todo que le guste compartir una metodología de trabajo en donde se es parte. No se trata de venir, y cantar solamente, si no de venir, cantar, y participar. Todavía no tenemos línea del espectáculo para el carnaval que viene. Siempre se tiran ideas en febrero entre tablado y tablado, pero habrá que juntarse y definir. La idea es pensar un espectáculo entendible para los vecinos de un tablado, con una propuesta bien concreta, que sea aterrizado, pero que a la vez permita que el espectador imagine cosas”.

PRESERVAR LA MEMORIA

“Lamentablemente no hay un registro de las obras de la cantidad de artistas que han pasado por la vuelta, tanto de La Paz, como de Las Piedras, y otras zonas. Capaz que hay algo guardado, pero no hay nada a lo que la comunidad pueda acceder. Cuánta letra hay escrita, cuántos procesos culturales han habido acá, y en todo el departamento de Canelones, y de repente están olvidados por ahí. Estaría buenísimo que se concentrara todo eso en un determinado lugar, y que sirva de consulta. Sobre todo el material del género de murga, que contempla lo cotidiano”.  

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