DESPACITO Y POR LAS PIEDRAS – PRIMERA PARTE
MURGA LA PITANGA
MURGA LA PITANGA
Eureste "Coco" Pinheiro |
Entre la voz inconfundible del varón del tango, Julio Sosa,
y el humor característico de Berugo Carámbula, hay un lugar en común. La ciudad
de Las Piedras, ha sido, y es cuna de artistas, que continúan manteniendo viva
esa esencia. El carnaval está emparentado desde hace largo tiempo con este
sitio, y la murga, como uno de los
máximos exponentes de la fiesta, no es la excepción.
Mañana con el sol a pleno, y varias preguntas por responder.
Desde una casa aún en construcción, Eureste “Coco” Pinheiro, director escénico,
y uno de los arregladores corales y letristas de murga “La Pitanga”, cedió muy amablemente parte de su tiempo para
charlar sobre un conjunto que hace dos años está trabajando, y poco a poco va confirmándose
como referente cultural de la zona. Falta poco para que vuelva a sonar un coro
cantando en el pintoresco bar “Lo de Cucho”.
EL PROCESO DE LA MURGA
“Arrancamos a armar el espectáculo por el mes de junio. La dinámica de trabajo que tenemos en la murga es a través de comisiones, pero las ideas salen desde la totalidad del grupo. En los primeros ensayos cantamos algún clásico, y nos tomamos un tiempo para que cada uno exprese de qué le gustaría que la murga hablara en el espectáculo. Seleccionamos los núcleos de temas por los que hay interés en escribir, y les buscamos un hilo conductor. Luego se reúne la comisión de letras, la cual integro, para empezar a aterrizar lo que se habló en lo colectivo. Cada vez que hubo una propuesta se llevó al ensayo para trasladarla a la murga, y se intentó seguir el rumbo que se había elegido. Hemos apostado a que en La Pitanga, cada murguista sienta que lo que está cantando tiene que ver con su pensar. No es fácil, porque hay que llegar a varios puntos de acuerdo, pero es disfrutable porque luego uno ve que está cantando palabras que dijo en un ensayo. Para este carnaval se buscó hablar sobre las conexiones interpersonales, con uno mismo, conectarse con el mundo, y a raíz de ahí surgieron temas que tuvieran que ver con la temática”.
LA CULTURA PEDRENSE
“En Las Piedras pasa algo curioso. Es una ciudad muy grande,
y a la vez muy dispersa, y no hay una cuestión generalizada de identidad y de
pertenencia. Los medios de comunicación que hay en la ciudad no son masivos. A
su vez, la gestión cultural anteriormente no apoyaba mucho, y los recursos eran
extremadamente limitados. Pasó que en nuestro primer año cantamos una sola vez
en Las Piedras, y en el resto de las ciudades y pueblos canarios muchas veces
más. Es decir, somos una murga pedrense que no cantaba en su ciudad. Este
carnaval, entró gente a la Comuna con ánimo de promover cambios, y buena parte
de los tablados fueron en Las Piedras. Un montón de gente aún no sabe que hay
murgas aquí, pero de a poco se va a ir instalando. El hecho de estar muy cerca
de Montevideo, hace que los pedrenses busquen ofertas culturales en la capital.
Por suerte en la ciudad hay muchas
movidas que están creciendo, y son muy buenas como las del Movimiento Takatés,
el Bar “Lo de Cucho”, y la comisión del Barrio Ansina, que sacuden un poco la
cosa. A largo plazo eso va a dar sus frutos, por eso es importante que los
artistas perseveremos y confiemos en que podemos recuperar la movida cultural
fuertísima que Las Piedras tenía hace varios años atrás”.
UN CARNAVAL "RARÍSIMO"
“Este carnaval fue rarísimo. Porque se disfrutó mucho pero
vivimos experiencias bien distintas. En los tablados se logró mucha conexión
con el público, y eso es impagable. Por otro lado, en cuanto a los concursos, nos
fue muy mal en San José. A esa instancia llegamos con lo justo, porque
estábamos aprendiendo letra el día anterior, hasta dudamos de presentrarnos,
pero lo hicimos. A nivel artístico no nos fue muy bien, tuvimos muchos baches.
Fue impactante el concurso en cuanto al escenario y a lo que se invierte ahí, y
nos sirvió para caer en la cuenta de muchas cosas. Después nos tocó el certamen
de San Carlos, y fue algo muy particular, porque como llovía mucho nos tocó
actuar sin público en un teatro cerrado, únicamente con el jurado, y en 20
murgas quedamos novenos. Para nosotros fue un éxito teniendo en cuenta el nivel
de murgas que tiene San Carlos. Quedamos gratamente sorprendidos, porque nos
valoraron con un puntaje muy bueno en comparación a murgas que sabemos que
están despegadas. Participamos en Flores también, y a pesar de que no accedimos
a la etapa final, fue un escenario hermoso, y la gente respondió muy bien. Y Por
último en el concurso de Canelones no pasamos a la ronda final. Nos bajamos de
ese escenario sabiendo que habíamos tenido algunos baches. Creemos que fue muy
justo no haber logrado acceder a esa instancia, pese a que era lo que más
queríamos porque se iba a hacer la final en el Anfiteatro de Las Piedras. Los
nervios y la ansiedad nos jugaron en contra, y el espectáculo no salió como
nosotros sabíamos que lo podíamos hacer. De todas maneras vemos a los concursos
como oportunidades para aprender y crecer, y poder llevarle a los vecinos la
mejor exposición de un espectáculo año a año, valorando las sugerencias de
gente idónea que pertenece a un jurado”.
EL TRABAJO COLECTIVO
"Una de las diferencias fundamentales, es que me había
propuesto lograr que la murga cantara algo que había sido decidido por todo el grupo, y no por un letrista. Me había pasado de estar en
otras murgas, con otro sistema de trabajo, y que yo no supiera en algunas
partes del espectáculo qué era lo que estaba cantando. Y siempre pensé que
quería compartir una experiencia en donde en la concepción del espectáculo
todos los integrantes se sintieran un poco más parte. Para lograr transmitirle
a la gente tiene que haber un convencimiento, y si yo tengo a media murga que
no está convencida de lo que canta, no sirve. Hay una energía que está atrás
que no permite que llegue al espectador lo que se está queriendo decir,
entonces cantar convencido y con ganas tiene un valor intangible que es brutal.
Me gusta lo de generar mecanismos para que se de un proceso inclusivo y de
participación, pero que a su vez sea ágil. Lo fuimos construyendo, y en los dos
años que hace que funcionamos así, veo que hay cosas que ya se aceitaron, y
creo que para la propuesta que viene van a estar mejor. La Pitanga me ha dado
la oportunidad de trabajar de esta forma”
LO QUE VIENE
“Estamos en un proceso de descanso. Nos tomamos todo marzo
para descansar, y en abril vamos a tener la primer reunión. Ya hemos tenido
varias bajas por distintas razones. Este cambio tan grande en la conformación
es un desafío que se nos presenta. Ya hay gente que se ha ofrecido, y quiere
participar, y salir. En la reunión hablaremos de esas posibles llegadas. Se
busca a gente que en la parte artística se defienda, pero sobre todo que le
guste compartir una metodología de trabajo en donde se es parte. No se trata de
venir, y cantar solamente, si no de venir, cantar, y participar. Todavía no
tenemos línea del espectáculo para el carnaval que viene. Siempre se tiran
ideas en febrero entre tablado y tablado, pero habrá que juntarse y definir. La
idea es pensar un espectáculo entendible para los vecinos de un tablado, con
una propuesta bien concreta, que sea aterrizado, pero que a la vez permita que
el espectador imagine cosas”.
PRESERVAR LA MEMORIA
“Lamentablemente no hay un registro de las obras de la
cantidad de artistas que han pasado por la vuelta, tanto de La Paz, como de Las
Piedras, y otras zonas. Capaz que hay algo guardado, pero no hay nada a lo que
la comunidad pueda acceder. Cuánta letra hay escrita, cuántos procesos
culturales han habido acá, y en todo el departamento de Canelones, y de repente
están olvidados por ahí. Estaría buenísimo que se concentrara todo eso en un
determinado lugar, y que sirva de consulta. Sobre todo el material del género
de murga, que contempla lo cotidiano”.
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