ENTREVISTA REALIZADA A JOSÉ ALANÍS "PEPE VENENO" - AÑO 2012
“La calle Yupes raya al medio encuentra Belvedere”, ilustra
Fernando Cabrera en una de sus canciones más pintorescas. Postal montevideana
que fue el marco de una entrevista totalmente disfrutable. Entre mate y mate transcurrió una mañana invernal muy amena, dentro de
la calidez de su hogar. Imposible olvidar su bonhomía, su tono agradable al
hablar, y la riqueza de su lenguaje. Un verdadero poeta que siempre estará
ligado a nuestra máxima fiesta popular como una página emblemática.
SUS COMIENZOS EN LA ESCRITURA
“En mis épocas de estudiante ya escribí algunas rimas y
consonancias. Ni por asomo imaginaba que luego esa tarea me iba a tomar la
vida. Pinto, actúo, dibujo, pero desde hace muchísimos años a la fecha, la
tarea que desarrollo de manera cotidiana es el quehacer poético. Incursioné
escribiendo para Carnaval por primera vez en la década del 60, concretamente
para la murga “La Nueva Ola” del Paso Molino. Fue la primera vez que seriamente
me preocupé por escribir textos murgueros. También escribí para Jardineros de
Harlem (Humoristas), y algún tema para Comparsas de Negros y Lubolos”.
LAS RAÍCES JAMÁS SE OLVIDAN
“La murga que más me marcó fue sin dudas, Araca la Cana. Con
Catusa (José María Silva) íbamos a la escuela juntos, y nuestras madres eran
amigas en común. Él ni siquiera soñaba que alguna vez iba a estar al frente de
“La Bruta”. Acostumbré visitar sus ensayos siendo un gurí, ya que salían desde
mi barrio, Belvedere, y llegué a ser amigo de “Pianito” (Ricardo Castro),
director de directores. En 1950, cuando tenía once años de edad, recuerdo que
Araca cantaba como nunca, y me fui enamorando de esa murga. Una afinidad que me
fue atando a este amor, era lo anarcoide de las concepciones de la murga, sobre
todo teniendo en cuenta que mis primeras lecturas ideológicas fueron
anarquistas. Siempre destaco que cuando
se reglamentó demasiado al carnaval en Montevideo, allá por los años 40, se
comenzaron a otorgar premios en dinero, por lo que muchas murgas fueron dejando
de lado el compromiso para con el pueblo, y ofrecían un espectáculo de pan y
circo, de divertimento, para asegurarse puestos que les adjudicaran los
premios. Pero Araca nunca perdió su identidad, cantándole a las formas
opresoras de la época. Posteriormente, en 1964 logramos alquilar el título, y
junto con Oscar de Agustini, sacamos a
Araca la Cana, y le devolvimos el sitial de privilegio que había perdido
en esos años en el Concurso Oficial de Agrupaciones, ubicándola en el quinto
lugar. Fue un sueño cumplido para nosotros”.
EL ARTE DE ESCRIBIR
“Aquel que escribe en
murga, toma las vivencias del pueblo, los aconteceres, los hechos
notorios, les da una forma estética, adapta una música conocida que favorezca el
entendimiento, y se los devuelve al
pueblo. A veces se te agradece por lo que das, pero no es más que la devolución
de lo que el pueblo te prodiga. A la hora de escribir es importante saber de la
retórica, gramática, simbolismos, juegos metafóricos, y todo lo que el mismo
idioma te está ofreciendo. Cuanto más conocimientos se capitalicen, y más
autores se lean, mejor calidad tendrá el producto final”.
EL AMOR DE SU VIDA
“La Soberana es una novia hermosa, debe ser la más hermosa
de las “mujeres” que he tenido en mi vida. Para ella escribí, y desde mi rol de
poeta, recibía críticas de mis compañeros ideológicos y militantes, que me
decían que escribía de una manera frente
a la cual el pueblo no lo iba a entender, y yo les contestaba que estaban
subestimando el entendimiento de nuestro pueblo. Tanto es así que en el año
1972, entre líneas, porque nos censuraban todo opté por escribir:
“Hay vientos de tragedia que nos llegan, huracanados,
grises, tempestuosos. Ah, oráculo fatal! El hombre brega por elevar el mundo
quejumbroso. Ni antígona tendría tal destino, ni Edipo soportara tal tormento.
La humanidad deambula en los caminos bajo un bosque de ayes y lamentos.
Encadenando al hombre ruge el viento, que de nefasta altura se descarga, no
obstante, el hombre sigue en movimiento, buscando en las estrellas, la más
clara”.
“Luego de esto el público se ponía de pie. Estaba entendiendo
que le estábamos hablando de algo nefasto. Y cuando decíamos, “No obstante el
hombre sigue en movimiento, buscando en las estrellas, la más clara”, asociaban
de inmediato con el MLN (Tupamaros). Cuando mencionábamos la estrella, que era
el logo del MLN, la gente se paraba, aplaudía, y gritaba consignas. Cada
espectáculo de la murga se convertía en un fenómeno político, flameaban
banderas del Frente (Amplio), y del Che. Claro, llegó un momento que lo hablé
con mis hermanos, y entendíamos que los militares eran coherentes, tenían que
prohibirnos, incluso en la soledad de mi celda llegué a pensar que sí, que eso
tenía que acontecer. La Soberana se había transformado en un fenómeno social,
estético, cantable, murguero, que nunca más se volvió a dar. En aquella época los tablados comenzaban almediodía,
y terminábamos la jornada a las 5 de la mañana, y a cada escenario nos seguía
una extensa caravana de autos, camiones, y motos. Todo este público veía 15 o
18 veces a la murga en la misma noche, y nosotros lo entendíamos como un reconocimiento, porque en
alguna medida estos sectores del pueblo nos demostraban de que estábamos en un
camino aceptado por la gente”.
LA IMPORTANCIA DE LA MUJER EN EL GÉNERO DE MURGA
“Hay gente que todavía sigue pensando que la murga debe ser
integrada exclusivamente por hombres. Seguramente esa gente no sabe, puesto que
no se ha informado, que en el año 1940, una piba de 14 años dirigió a “Don
Bochinche y Compañía”. En la década del 60, Pochola Silva, saca “Rumbo al
Infierno”, la primera murga femenina, solo la batería estaba conformada por
hombres. En 1975, la Flaca, Mary Da Cunha salió en Diablos Verdes. Ese mismo
año en La Soberana salían dos mujeres, que no pudieron hacerlo porque la murga
fue prohibida. En ese entonces ensayábamos en el Club Arbolito, medio tiempo con
La Soberana, y medio tiempo con Núcleo Murga Femenino, una murga totalmente
femenina a la que le escribía, y el Peladito Díaz arreglaba las voces. Por el
hecho de que yo le escribía, fue prohibida al igual que La Soberana, y la
despojaron de la posibilidad de salir en Carnaval. En algún momento los
historiadores de aquí a un siglo, van a decir: “Y hubo una época aquí en
Uruguay en la que la murga era solamente integrada por hombres, y lo van a
contar como una rareza”.
LA MURGA COMO FENÓMENO CULTURAL
“Siempre está en el aire la frase que dice que “Todo tiempo
pasado fue mejor”, y no creo que sea tan así. Si bien desde los inicios de la
murga han existido grandes títulos, brindando espectáculos de corte
tradicional, como La Gaditana que se va, pasando por Asaltantes (Con Patente),
Curtidores (De Hongos), Los Diablos (Verdes), Patos Cabreros, etc; hoy por hoy
hay tremendas murgas. La movida Joven ha enriquecido a nuestro carnaval. Existen
murgas que tienen una magia muy especial como Agarrate Catalina, Queso Magro,
La Mojigata, transgresoras, atrevidas, arriesgadas, que tocan a quien tienen
que tocar sin tapujos ni prejuicios. En sí no hay una receta de que la murga
sea de una determinada forma, y tenga que tener tal o cual cosa. Cada murga se
va alimentando de las generaciones de murgas anteriores. Mucha gente teme que
la murga pierda su esencia, y yo me pregunto, ¿Cuál es su esencia? Las
circunstancias sociales han contribuido para que no haya una forma de hacer
murga. A través de la vida uno se va dando cuenta de eso”.
EL LEGADO DEL CARNAVAL
“El Carnaval me dejó
amigos, sueños, cárcel (ríe). Es parte de mi vida. Me dio muchos amores,
noviazgos, eran hermosas las gurisas de los barrios que te veían pintado y
querían abrazarte y tocarte. Me brindó enamoramientos múltiples, amistades. En
cada murga, en cada tablado, en cada lugar, iba cosechando amistades que van a
ser para toda mi vida. Carnaval es una escuela de amistades. A través de él vas
granjeándote amistades que no se rompen nunca más. Pero lo mejor que me dejó
fue la comunicación con tu pueblo, la respuesta que ese pueblo le fue dando a
todo lo que vos pretendiste darle. Esa comunión con tu propia gente es de lo
más hermoso que te puede prodigar carnaval. Estas entrevistas también son un
legado del Carnaval para mí, porque fomentan la preservación de la memoria
histórica de nuestra identidad, y eso es algo que el pueblo exige, y a lo que
tiene derecho. Es muy bueno trasladar la verdad, historia y vida de un
entrevistado, para luego continuar proyectándola a través de un afán
periodístico”.
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