martes, 24 de mayo de 2016

DESDE LA GESTIÓN - ALEJANDRO RUBBO



Como todo exponente cultural  de un país, el carnaval día a día teje su historia, y al mismo tiempo reivindica el hecho de que se mantenga viva. Preservar la identidad de la fiesta es uno de los pilares fundamentales para su crecimiento. Bajo esa premisa trabajan arduamente quienes forman parte del equipo que gestiona  una institución tan emblemática como el Museo del Carnaval, el cual se encuentra cerrado desde el pasado lunes 2 de mayo, a causa de una cuestión estrictamente económica como lo es un recorte presupuestal. Luego de que se tomara esta determinación, varios trabajadores fueron enviados al seguro de paro, al tiempo que un personal muy acotado está encargándose del correcto funcionamiento de las pocas actividades que aún perduran en  el lugar. El primer fideicomiso cultural emitido en el Uruguay, cuenta con aportes de la ANP (Administración Nacional de Puertos), la cual es dueña del predio, el Ministerio de Turismo, la Intendencia de Montevideo, y el Ministerio de Cultura. Los fideicomitentes se están reuniendo con la finalidad de buscar soluciones.
Para conocer a fondo esta problemática, Alejandro Rubbo, uno de los gestores que trabajan para el Museo desde sus inicios, abrió muy amablemente las puertas de su casa, predispuesto a charlar largo y tendido. Luego de 22 días de transcurrido el suceso, Rubbo hizo referencia a cómo se vive este momento tan intenso.

¿SORPRENDIÓ MUCHO LA NOTICIA, O SE VISLUMBRABA QUE ESTO PODÍA PASAR?

“La noticia se venía postergando, porque el proyecto del Museo del Carnaval tenía un problema presupuestario que se venía arrastrando desde hace años. El presupuesto siempre tuvo parches, pero siempre cuando llegaban los momentos difíciles hubo recursos para pagar el déficit, por ejemplo, cuando había problemas para el pago de los sueldos, de algún lado salía el dinero. Para los trabajadores no es algo nuevo, porque estamos consustanciados con lo que es la gestión del museo. La directora es una trabajadora más que nos mantiene al tanto de las problemáticas que podemos ir afrontando. Los cambios de gobierno siempre tanto a nivel departamental como nacional crean conflictos. Nuestra intención era que las autoridades pusieran al museo dentro del presupuesto nacional. Todo este año de acomodamientos ha ido agravando la cuestión del museo y no se han encontrado soluciones. Tanto es así que en este mes de mayo se les dijo  a los trabajadores que tenían que ir al seguro de paro porque no había más plata en la caja como para pagarles. Las actividades que tenían un compromiso contractual, como ser el restorán, los shows pactados por la productora, y los talleres que se habían marcados con las escuelas, quisimos mantenerlas. Para eso, dejamos a  tres personas trabajando, y sus sueldos se podrán pagar a mediano o corto plazo. No esperábamos llegar a lo que llegamos”.

CON RESPECTO AL COMUNICADO EMITIDO POR LOS FUNCIONARIOS EN DONDE SE EXPLICARON LOS DETALLES DEL CIERRE, HAY UN FRAGMENTO QUE DICE “(…) LA AFECTACIÓN QUE ESTO REPRESENTA PARA VARIAS LÍNEAS DE TRABAJO QUE ESTABAN EN PLENO DESARROLLO”.
¿A QUÉ LÍNEAS DE TRABAJO SE HACE REFERENCIA?

“El año pasado se le presentó un proyecto del museo a los fideicomitentes. Este año el museo cumple una década de vida, entonces en nuestra cabeza estaban los festejos, no imaginábamos que iba a ser cerrado, ni mucho menos. Ya habíamos empezado a trabajar en este carnaval  con la red de escenarios populares para que trajeran material al museo, en definitiva, el patrimonio que como institución salvaguardamos, y que si no, puede terminar en la basura, o perdido. Recuperamos muchísimas cosas. El Museo del Carnaval está enmarcado dentro de la nueva museología. No es un museo tradicional donde se ven cosas colgadas, sino que es un museo vivo, que desde el principio ha trabajado con la comunidad, que es la que hace la fiesta del Carnaval en los barrios, y en todo el país. Nosotros investigamos, y hemos salido a recorrer el Uruguay más de siete veces con exposiciones, e interactuando con los carnavaleros de cada lugar. Recuperamos una tradición perdida que es la decoración de escenarios, algo muy común en los años 30. En aquel momento todas las decoraciones hablaban sobre cosas que pasaban en el lugar. Había muchos vecinos que hoy por hoy llevan adelante los tablados que no estaban enterados de esa situación, entonces dialogamos con ellos, y les planteamos esta inquietud. La idea es que los vecinos se apropien nuevamente de la tradición y el día de mañana se independicen del museo a la hora de decorar los escenarios. Otra de las cosas que el museo quiere recuperar son los corsos. Tenemos una mirada crítica sobre ellos, porque el vecino ya no participa como antes, y se han ido extinguiendo los carros alegóricos, las mascaritas, etc. Trabajamos en las cárceles de mujeres y de hombres para permear capacidades y habilidades a través del carnaval, y así presas y presos puedan nutrirse de ellas para cuando queden en libertad; electricidad, carpintería, soldadura, diseño gráfico, pintura, y otra cantidad de cosas que forman parte de la tarea de hacer un carro alegórico, o hacer la escenografía para una comparsa de carnaval, como el año pasado. Además hemos dado charlas, y realizado exposiciones en el exterior. Llevamos a cabo un trabajo de investigación, documentación, y digitalización, recuperando todo lo que Montevideo tenía suelto en materia de carnaval. Hoy por hoy tenemos digitalizado más del 80% de todo el acervo. Hay un empleado que es bibliotecólogo, y ha ido manteniendo todo el material, catalogándolo, de manera que el visitante acceda a él en forma práctica. Ha crecido nuestra página web, hoy es tan potente que nos permite vender paquetes turísticos para el desfile inaugural o para visitar el museo. Se han brindado talleres en las escuelas del interior del país, abarcando distintos géneros que hacen al carnaval. En cuanto a lo edilicio, hay que recordar que eso era un depósito de autos de la ANP. Había manchas de grasa, bóvedas abandonadas, ratas corriendo por los tirantes, etc. Cuando entrabas ahí, no podías creer que el lugar podá transformarse en lo que es hoy. Mediante un convenio con el Ministerio de Transporte pudimos cerrar el lugar, priorizar la acústica, aislarlo del frío y el calor, dotarlo de sillas y gradas, tanto es así que cuando realizamos el tablado año a año, lo podemos hacer adentro, y nunca se suspenden las jornadas. Gracias al aporte de los fideicomitentes, y a los ingresos que hemos percibido a través del trabajo del museo, en otros años se ha logrado financiar el 50% del presupuesto, lo cual no es menor. No sé en cuántos museos del Uruguay pasa eso. Otro de los logros es haber ganado el premio Reina Sofía, que es importantísimo y en su momento supuso ingresos que fueron invertidos en el propio museo. Justamente lo recibimos por todo esto que  estoy contando, el trabajar con la comunidad, el preservar el patrimonio, y por la visión que le dimos al lugar. Estamos en un lugar muy estratégico, y atractivo para el turista. Fíjate que está el Mercado del Puerto cerquita. Ha venido gente de Francia y Estados Unidos a realizar su tesis con el Carnaval Uruguayo, y asiste al museo como entidad representativa de la fiesta”.  

¿EN QUÉ ESTÁ LA SITUACIÓN EN ESTOS MOMENTOS?

“El presupuesto del museo es de 10 millones de pesos anuales, es decir, alrededor de 300 mil dólares donde están incluidos todos los sueldos, aportes  funcionamiento. Creemos que no es una cifra desorbitante si nos comparamos con otras partes del Estado. Ningún museo se autosustenta. Hay una falta de seguimiento del proyecto por parte de los fideicomitentes, ellos se están reuniendo, y están buscando soluciones, discutiendo el proyecto de museo que quieren o pueden, lo que para nosotros es interesante. El Museo está posicionado nacional e internacionalmente como un referente cultural. Hoy seguimos en seguro de paro, hay dos compañeros que no lo están, y los otros seis, sí. No se va a retomar a nadie hasta que los fideicomitentes se manifiesten. Los trabajadores no nos hemos quedado quietos. Nadie de nosotros está pensando en que el Estado se haga cargo de todo, si no que de un 40% del presupuesto. Nos hemos entrevistado con senadores, el PIT CNT, El Ministerio de Trabajo, y el Centro Cultural de España. Hemos tenido respaldo casi unánime de todas las personas que vamos a ver. También nos hemos empezado a reunir con los fideicomitentes para ir buscando soluciones. Tenemos la expectativa y la ilusión de que se consigan los fondos. Tenemos pendiente una reunión con la Comisión de Cultura del Senado, para ver si el proyecto del Museo se puede incluir en esta rendición de cuentas. En el caso de la mayoría, tenemos diez años de nuestras vidas puestos en un proyecto cultural, y significa mucho para nosotros”.

EL APOYO DE LA GENTE


"La respuesta que hemos tenido de los carnavaleros ha sido magnífica. Hay una consustancia con el proyecto. No dudaron en dar la cara muchas figuras de nuestro carnaval, y decir: “Yo quiero un museo abierto, y quiero presupuesto para este proyecto”. Es una ola que ha ido creciendo, y hay videos que han tenido 20 o 30 mil visitas. Los fideicomitentes se están dando cuenta de que no encontrás a nadie que quiera ver cerrado al Museo del Carnaval. Es una de las ganancias que hemos obtenido con esta situación. Este 25 de mayo se organizará una fiesta, organizada en conjunto por parte de la red de carnavaleros y talleristas que conocen al museo de toda la vida, y la Red de Escenarios Populares. Ya hay muchos artistas confirmados. La idea que están planteando ellos es un abrazo simbólico a la institución. Va a tener lugar en todo el museo con entrada gratuita. El show será algo muy acotado, y la idea es que cante un conjunto con otro, y se mezclen. Esto es una señal de que la comunidad reacciona ante estas cosas. La popularidad del carnaval permite que la gente tome partido rápidamente. En las redes, el 90% de la gente ha manifestado su  cariño hacia el carnaval y el museo".


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