DESDE LA GESTIÓN - ALEJANDRO RUBBO
Como todo exponente cultural
de un país, el carnaval día a día teje su historia, y al mismo tiempo
reivindica el hecho de que se mantenga viva. Preservar la identidad de la
fiesta es uno de los pilares fundamentales para su crecimiento. Bajo esa
premisa trabajan arduamente quienes forman parte del equipo que gestiona una institución tan emblemática como el Museo
del Carnaval, el cual se encuentra cerrado desde el pasado lunes 2 de mayo, a
causa de una cuestión estrictamente económica como lo es un recorte
presupuestal. Luego de que se tomara esta determinación, varios trabajadores
fueron enviados al seguro de paro, al tiempo que un personal muy acotado está
encargándose del correcto funcionamiento de las pocas actividades que aún
perduran en el lugar. El primer
fideicomiso cultural emitido en el Uruguay, cuenta con aportes de la ANP
(Administración Nacional de Puertos), la cual es dueña del predio, el
Ministerio de Turismo, la Intendencia de Montevideo, y el Ministerio de
Cultura. Los fideicomitentes se están reuniendo con la finalidad de buscar
soluciones.
Para conocer a fondo esta problemática, Alejandro Rubbo, uno
de los gestores que trabajan para el Museo desde sus inicios, abrió muy
amablemente las puertas de su casa, predispuesto a charlar largo y tendido.
Luego de 22 días de transcurrido el suceso, Rubbo hizo referencia a cómo se
vive este momento tan intenso.
¿SORPRENDIÓ MUCHO LA NOTICIA, O SE VISLUMBRABA QUE ESTO
PODÍA PASAR?
“La noticia se venía postergando, porque el proyecto del
Museo del Carnaval tenía un problema presupuestario que se venía arrastrando
desde hace años. El presupuesto siempre tuvo parches, pero siempre cuando
llegaban los momentos difíciles hubo recursos para pagar el déficit, por
ejemplo, cuando había problemas para el pago de los sueldos, de algún lado
salía el dinero. Para los trabajadores no es algo nuevo, porque estamos
consustanciados con lo que es la gestión del museo. La directora es una
trabajadora más que nos mantiene al tanto de las problemáticas que podemos ir
afrontando. Los cambios de gobierno siempre tanto a nivel departamental como
nacional crean conflictos. Nuestra intención era que las autoridades pusieran
al museo dentro del presupuesto nacional. Todo este año de acomodamientos ha
ido agravando la cuestión del museo y no se han encontrado soluciones. Tanto es
así que en este mes de mayo se les dijo
a los trabajadores que tenían que ir al seguro de paro porque no había
más plata en la caja como para pagarles. Las actividades que tenían un
compromiso contractual, como ser el restorán, los shows pactados por la
productora, y los talleres que se habían marcados con las escuelas, quisimos
mantenerlas. Para eso, dejamos a tres
personas trabajando, y sus sueldos se podrán pagar a mediano o corto plazo. No
esperábamos llegar a lo que llegamos”.
CON RESPECTO AL COMUNICADO EMITIDO POR LOS FUNCIONARIOS EN
DONDE SE EXPLICARON LOS DETALLES DEL CIERRE, HAY UN FRAGMENTO QUE DICE “(…) LA
AFECTACIÓN QUE ESTO REPRESENTA PARA VARIAS LÍNEAS DE TRABAJO QUE ESTABAN EN
PLENO DESARROLLO”.
¿A QUÉ LÍNEAS DE TRABAJO SE HACE REFERENCIA?
“El año pasado se le presentó un proyecto del museo a los
fideicomitentes. Este año el museo cumple una década de vida, entonces en nuestra
cabeza estaban los festejos, no imaginábamos que iba a ser cerrado, ni mucho
menos. Ya habíamos empezado a trabajar en este carnaval con la red de escenarios populares para que
trajeran material al museo, en definitiva, el patrimonio que como institución
salvaguardamos, y que si no, puede terminar en la basura, o perdido.
Recuperamos muchísimas cosas. El Museo del Carnaval está enmarcado dentro de la
nueva museología. No es un museo tradicional donde se ven cosas colgadas, sino
que es un museo vivo, que desde el principio ha trabajado con la comunidad, que
es la que hace la fiesta del Carnaval en los barrios, y en todo el país.
Nosotros investigamos, y hemos salido a recorrer el Uruguay más de siete veces
con exposiciones, e interactuando con los carnavaleros de cada lugar.
Recuperamos una tradición perdida que es la decoración de escenarios, algo muy
común en los años 30. En aquel momento todas las decoraciones hablaban sobre
cosas que pasaban en el lugar. Había muchos vecinos que hoy por hoy llevan adelante
los tablados que no estaban enterados de esa situación, entonces dialogamos con
ellos, y les planteamos esta inquietud. La idea es que los vecinos se apropien
nuevamente de la tradición y el día de mañana se independicen del museo a la
hora de decorar los escenarios. Otra de las cosas que el museo quiere recuperar
son los corsos. Tenemos una mirada crítica sobre ellos, porque el vecino ya no
participa como antes, y se han ido extinguiendo los carros alegóricos, las
mascaritas, etc. Trabajamos en las cárceles de mujeres y de hombres para
permear capacidades y habilidades a través del carnaval, y así presas y presos
puedan nutrirse de ellas para cuando queden en libertad; electricidad,
carpintería, soldadura, diseño gráfico, pintura, y otra cantidad de cosas que
forman parte de la tarea de hacer un carro alegórico, o hacer la escenografía
para una comparsa de carnaval, como el año pasado. Además hemos dado charlas, y
realizado exposiciones en el exterior. Llevamos a cabo un trabajo de
investigación, documentación, y digitalización, recuperando todo lo que
Montevideo tenía suelto en materia de carnaval. Hoy por hoy tenemos
digitalizado más del 80% de todo el acervo. Hay un empleado que es
bibliotecólogo, y ha ido manteniendo todo el material, catalogándolo, de manera
que el visitante acceda a él en forma práctica. Ha crecido nuestra página web,
hoy es tan potente que nos permite vender paquetes turísticos para el desfile
inaugural o para visitar el museo. Se han brindado talleres en las escuelas del
interior del país, abarcando distintos géneros que hacen al carnaval. En cuanto
a lo edilicio, hay que recordar que eso era un depósito de autos de la ANP.
Había manchas de grasa, bóvedas abandonadas, ratas corriendo por los tirantes,
etc. Cuando entrabas ahí, no podías creer que el lugar podá transformarse en lo
que es hoy. Mediante un convenio con el Ministerio de Transporte pudimos cerrar
el lugar, priorizar la acústica, aislarlo del frío y el calor, dotarlo de
sillas y gradas, tanto es así que cuando realizamos el tablado año a año, lo
podemos hacer adentro, y nunca se suspenden las jornadas. Gracias al aporte de
los fideicomitentes, y a los ingresos que hemos percibido a través del trabajo
del museo, en otros años se ha logrado financiar el 50% del presupuesto, lo
cual no es menor. No sé en cuántos museos del Uruguay pasa eso. Otro de los
logros es haber ganado el premio Reina Sofía, que es importantísimo y en su
momento supuso ingresos que fueron invertidos en el propio museo. Justamente lo
recibimos por todo esto que estoy
contando, el trabajar con la comunidad, el preservar el patrimonio, y por la
visión que le dimos al lugar. Estamos en un lugar muy estratégico, y atractivo
para el turista. Fíjate que está el Mercado del Puerto cerquita. Ha venido
gente de Francia y Estados Unidos a realizar su tesis con el Carnaval Uruguayo,
y asiste al museo como entidad representativa de la fiesta”.
¿EN QUÉ ESTÁ LA SITUACIÓN EN ESTOS MOMENTOS?
“El presupuesto del museo es de 10 millones de pesos
anuales, es decir, alrededor de 300 mil dólares donde están incluidos todos los
sueldos, aportes funcionamiento. Creemos
que no es una cifra desorbitante si nos comparamos con otras partes del Estado.
Ningún museo se autosustenta. Hay una falta de seguimiento del proyecto por parte
de los fideicomitentes, ellos se están reuniendo, y están buscando soluciones,
discutiendo el proyecto de museo que quieren o pueden, lo que para nosotros es
interesante. El Museo está posicionado nacional e internacionalmente como un
referente cultural. Hoy seguimos en seguro de paro, hay dos compañeros que no
lo están, y los otros seis, sí. No se va a retomar a nadie hasta que los
fideicomitentes se manifiesten. Los trabajadores no nos hemos quedado quietos.
Nadie de nosotros está pensando en que el Estado se haga cargo de todo, si no
que de un 40% del presupuesto. Nos hemos entrevistado con senadores, el PIT
CNT, El Ministerio de Trabajo, y el Centro Cultural de España. Hemos tenido
respaldo casi unánime de todas las personas que vamos a ver. También nos hemos
empezado a reunir con los fideicomitentes para ir buscando soluciones. Tenemos
la expectativa y la ilusión de que se consigan los fondos. Tenemos pendiente
una reunión con la Comisión de Cultura del Senado, para ver si el proyecto del
Museo se puede incluir en esta rendición de cuentas. En el caso de la mayoría,
tenemos diez años de nuestras vidas puestos en un proyecto cultural, y
significa mucho para nosotros”.
EL APOYO DE LA GENTE
"La respuesta que hemos tenido de los carnavaleros ha sido
magnífica. Hay una consustancia con el proyecto. No dudaron en dar la cara
muchas figuras de nuestro carnaval, y decir: “Yo quiero un museo abierto, y
quiero presupuesto para este proyecto”. Es una ola que ha ido creciendo, y hay
videos que han tenido 20 o 30 mil visitas. Los fideicomitentes se están dando
cuenta de que no encontrás a nadie que quiera ver cerrado al Museo del
Carnaval. Es una de las ganancias que hemos obtenido con esta situación. Este
25 de mayo se organizará una fiesta, organizada en conjunto por parte de la red
de carnavaleros y talleristas que conocen al museo de toda la vida, y la Red de
Escenarios Populares. Ya hay muchos artistas confirmados. La idea que están
planteando ellos es un abrazo simbólico a la institución. Va a tener lugar en todo
el museo con entrada gratuita. El show será algo muy acotado, y la idea es que
cante un conjunto con otro, y se mezclen. Esto es una señal de que la comunidad
reacciona ante estas cosas. La popularidad del carnaval permite que la gente
tome partido rápidamente. En las redes, el 90% de la gente ha manifestado
su cariño hacia el carnaval y el museo".
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