martes, 3 de mayo de 2016

PÁGINAS DE MOMO - CAROLINA PASTORINO

PÁGINAS DE MOMO - CAROLINA PASTORINO



La existencia de la mujer dentro del género de murga, formando parte de la escena, ha mutado y se ha masificado. Las palabras de José Alanís “Pepe Veneno”, son elocuentes: “Los historiadores, de aquí a un siglo, van a decir que hubo una época aquí en Uruguay en la que la murga era integrada solamente por hombres, y lo van a contar como una rareza”. Dentro de ese fenómeno que se expande, se encuentran artistas como Carolina Pastorino, integrante, letrista, y parte fundamental en el grupo de murga “La Buchaca”. Identificada con la murga desde su infancia, y en particular con Contrafarsa, por haber construido su vida en el barrio montevideano de Sayago, Carolina tuvo la inquietud de formar parte de una murga de la cual acabaría siendo uno de sus miembros fundadores, “Che Papusa”, con la que participó, y ha dejado una huella en el encuentro de Murga Joven. Certamen en el cual ha tenido la oportunidad de compartir con otros grupos también. Tras varios periplos en la órbita del carnaval mayor, tanto participando de las pruebas de admisión, con la experiencia de incursionar en el parodismo, como concursando a nivel oficial, durante el camino hacia el Carnaval 2015 recaló en la murga que hasta hace pocos meses se la escuchaba cantar en el Club Peturrepe.

La ya mencionada “Che Papusa”, “Correla que va en Chancletas”, “Metele que son Pasteles”, “La Lunática”, “Real Envido”, “La Bolilla que Faltaba”, y “La Troupe del 22” son algunos de los lugares en donde ha paseado su arte, siempre con el mismo sentimiento de amor hacia el carnaval que cual semilla había germinado en ella.

Desde la comodidad de su casa, y con la sencillez y profundidad de sus palabras, fue generándose el clima propicio para disfrutar de una tardecita a pura charla.

¿CÓMO VIVIÓ LA BUCHACA EL PROCESO DE CARA A LA PRUEBA DE ADMISIÓN PARA ESTE CARNAVAL 2016?

“Terminó el proceso del Carnaval 2015, y se dio una reunión de evaluación con respecto a lo que se había vivido, y varios compañeros se bajan por cuestiones laborales, y porque se van a vivir a otros países. Algunos quedamos, y el grupo decidió seguir pese a las bajas que había. Pero quedamos con más de cien mil pesos en contra, porque para ese carnaval nosotros confiamos plenamente en una persona que nos hacía el vestuario, y no hubo un control sobre su trabajo. Los trajes llegaron una hora y media antes del primer tablado. Cuando llegaron, vimos que no eran los trajes que estaban en el boceto, no se correspondían los colores, todo lo que era grande para afuera estaba chato para adentro, y eran una cosa espantosa. Nos quedamos mirándonos, y era a ver quién tenía la peor cara de tristeza. A dos semanas de concursar en el Teatro de Verano había que hacer trajes nuevos. Coco Rivero, que nos hizo la puesta en escena ese año, iba a todos los tablados con nosotros, y diseñó entre tablado y tablado qué traje se ponía cada uno, y por Whatsapp nos mandó el diseño que teníamos que conseguir. Nos movimos por tiendas, casas de amigos, y luego los pintamos con pintura para autos, quedaron divinos, por suerte. Además, Coco, como sabe que la murga es hincha de Contafarsa, respetó la paleta de colores que esa murga había usado en 2005 al momento de diseñar nuestros trajes, y para nosotros fue tremenda felicidad. Pero todo eso provocó un gasto de plata que jamás habíamos pensado. Para encarar este último año quedamos siete integrantes, y ahí arrancamos con todas las peñas para juntar la plata que debíamos, en las que nos divertimos mucho, y sirvieron para unir más al grupo. No puedo quejarme del proceso de este año. Fue agotador, pero valió la pena. Pasar la prueba de admisión fue la alegría máxima, y se dio un festejo tremendo. Sentí como nunca a esta murga, y me la puse como hija. Cambiamos los técnicos, escribimos nosotros, e hicimos la puesta en escena, y en ambas cosas nos ayudó Fabricio Speranza. En un principio, gente que se sumaba a la murga, después se bajaba, este año siempre hubo un obstáculo, pero siempre había uno que decía “vamo’ arriba”, y enseguida nos poníamos las pilas.  Y seguimos hasta el final, la verdad que los gurises son unos luchadores, por un arte que no te deja guita, pero que te hace feliz. En cuanto a la gente que se sumó a la murga, a cuál mejor desde lo humano, gente divina, camisetera, y logramos un grupo en el que todos la pasamos bien. Con la ayuda de sponsors, y plata que guardábamos de los tablados, ya que los cobramos en forma cooperativa, y la murga es un componente más, no solo solventamos los gastos de este año, si no que logramos pagar la deuda que arrastrábamos del proceso anterior. Ahora todo lo que venga va a ser una inversión, y no va a haber que tapar agujeros. Aprendimos mucho, tanto desde lo técnico, como administrativo, y humano”.


¿QUÉ BALANCE HACEN DEL CARNAVAL 2016?

“Al carnaval lo vivimos de manera muy divertida. Fue divina la convivencia del grupo. Disfrutamos mucho de los tablados, y los viajes, como por ejemplo cuando fuimos a Maldonado. Si hacés esto es porque te gusta, y lo mejor es hacerlo en un lugar en el que tenés ganas de estar. Capaz que hay gente que sale en carnaval por la guita, y en un lugar en el que no tiene ganas de estar, y canta cosas que no siente. Para mí, va por otro lado,  y la respuesta del público fue divina tanto en los tablados como en el Teatro de Verano. Sabemos que el concurso es un juego, y que puede pasar de todo. Que hay cosas en carnaval que nunca vas a entender. Pero a todo lo tomamos como un aprendizaje. Este año vamos a tener la cabeza enfocada en crear, y no en dos procesos distintos como estuvimos el año pasado”.

 ¿QUÉ ENCONTRASTE EN LA BUCHACA?


“En La Buchaca hay mucho amor propio. Yo me metí en una murga que ya tenía una historia, y que se formó a raíz de un grupo de amigos que lograron un sentido de pertenencia. Eso me entusiasmó. La murga nunca había tenido una mujer, y el hecho de que me hayan elegido es todo un honor para mí. La Buchaca logró en mí una pertenencia,  siento que soy parte, y estoy cómoda, No sé si se pueden tener dos amores en la vida, pero yo estoy eternamente enamorada de Che Papusa, siempre va a ser mi murga, y no va a morir jamás;  y La Buchaca me hizo sentir como en casa, a gusto, y cuidada. Me dieron un lugar importante además. Si vas a tener una mujer, dale lugar en la murga, y no la tengas como un florero parada para que solamente abra la boca. Además el decir de una mujer es distinto, y si lo sabés aprovechar en un espectáculo es divino. Acá me incluyeron al toque, ya el primer año tuve una participación, y este segundo año en el que formé parte, tuve muchas intervenciones”.

¿CUÁLES SON LAS EXPECTATIVAS PARA CON EL PROCESO VENIDERO?

“En estos días nos juntamos nuevamente para empezar a armar el texto del próximo espectáculo. En mayo tenemos una reunión para saber si hay alguna baja, o contamos con las mismas personas para este proceso, y seguro comenzará el disfrute de seguir aprendiendo y conociéndonos. Nuestra expectativa es laburar para una prueba y superarla. Hacer carnaval que es lo más lindo que hay. Me gusta hacer tablados, y lo que me encantaría  con La Buchaca es hacer muchos. Participar en escenarios distintos. Crear un producto y poder mostrarlo la mayor cantidad de veces posible”.

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