PÁGINAS DE MOMO - CAROLINA PASTORINO
La existencia de la mujer dentro del género de murga,
formando parte de la escena, ha mutado y se ha masificado. Las palabras de José
Alanís “Pepe Veneno”, son elocuentes: “Los historiadores, de aquí a un siglo,
van a decir que hubo una época aquí en Uruguay en la que la murga era integrada
solamente por hombres, y lo van a contar como una rareza”. Dentro de ese
fenómeno que se expande, se encuentran artistas como Carolina Pastorino,
integrante, letrista, y parte fundamental en el grupo de murga “La Buchaca”.
Identificada con la murga desde su infancia, y en particular con Contrafarsa,
por haber construido su vida en el barrio montevideano de Sayago, Carolina tuvo
la inquietud de formar parte de una murga de la cual acabaría siendo uno de sus
miembros fundadores, “Che Papusa”, con la que participó, y ha dejado una huella
en el encuentro de Murga Joven. Certamen en el cual ha tenido la oportunidad de
compartir con otros grupos también. Tras varios periplos en la órbita del
carnaval mayor, tanto participando de las pruebas de admisión, con la
experiencia de incursionar en el parodismo, como concursando a nivel oficial,
durante el camino hacia el Carnaval 2015 recaló en la murga que hasta hace
pocos meses se la escuchaba cantar en el Club Peturrepe.
La ya mencionada “Che Papusa”, “Correla que va en
Chancletas”, “Metele que son Pasteles”, “La Lunática”, “Real
Envido”, “La Bolilla que Faltaba”, y “La Troupe del 22” son algunos de los
lugares en donde ha paseado su arte, siempre con el mismo sentimiento de amor
hacia el carnaval que cual semilla había germinado en ella.
Desde la comodidad de su casa, y con la sencillez y
profundidad de sus palabras, fue generándose el clima propicio para disfrutar
de una tardecita a pura charla.
¿CÓMO VIVIÓ LA BUCHACA EL PROCESO DE CARA A LA PRUEBA DE
ADMISIÓN PARA ESTE CARNAVAL 2016?
“Terminó el proceso del Carnaval 2015, y se dio una reunión
de evaluación con respecto a lo que se había vivido, y varios compañeros se
bajan por cuestiones laborales, y porque se van a vivir a otros países. Algunos
quedamos, y el grupo decidió seguir pese a las bajas que había. Pero quedamos
con más de cien mil pesos en contra, porque para ese carnaval nosotros
confiamos plenamente en una persona que nos hacía el vestuario, y no hubo un
control sobre su trabajo. Los trajes llegaron una hora y media antes del primer
tablado. Cuando llegaron, vimos que no eran los trajes que estaban en el
boceto, no se correspondían los colores, todo lo que era grande para afuera
estaba chato para adentro, y eran una cosa espantosa. Nos quedamos mirándonos,
y era a ver quién tenía la peor cara de tristeza. A dos semanas de concursar en
el Teatro de Verano había que hacer trajes nuevos. Coco Rivero, que nos hizo la
puesta en escena ese año, iba a todos los tablados con nosotros, y diseñó entre
tablado y tablado qué traje se ponía cada uno, y por Whatsapp nos mandó el
diseño que teníamos que conseguir. Nos movimos por tiendas, casas de amigos, y
luego los pintamos con pintura para autos, quedaron divinos, por suerte.
Además, Coco, como sabe que la murga es hincha de Contafarsa, respetó la paleta
de colores que esa murga había usado en 2005 al momento de diseñar nuestros
trajes, y para nosotros fue tremenda felicidad. Pero todo eso provocó un gasto
de plata que jamás habíamos pensado. Para encarar este último año quedamos
siete integrantes, y ahí arrancamos con todas las peñas para juntar la plata
que debíamos, en las que nos divertimos mucho, y sirvieron para unir más al
grupo. No puedo quejarme del proceso de este año. Fue agotador, pero valió la
pena. Pasar la prueba de admisión fue la alegría máxima, y se dio un festejo
tremendo. Sentí como nunca a esta murga, y me la puse como hija. Cambiamos los
técnicos, escribimos nosotros, e hicimos la puesta en escena, y en ambas cosas
nos ayudó Fabricio Speranza. En un principio, gente que se sumaba a la murga,
después se bajaba, este año siempre hubo un obstáculo, pero siempre había uno
que decía “vamo’ arriba”, y enseguida nos poníamos las pilas. Y seguimos hasta el final, la verdad que los
gurises son unos luchadores, por un arte que no te deja guita, pero que te hace
feliz. En cuanto a la gente que se sumó a la murga, a cuál mejor desde lo
humano, gente divina, camisetera, y logramos un grupo en el que todos la
pasamos bien. Con la ayuda de sponsors, y plata que guardábamos de los
tablados, ya que los cobramos en forma cooperativa, y la murga es un componente
más, no solo solventamos los gastos de este año, si no que logramos pagar la
deuda que arrastrábamos del proceso anterior. Ahora todo lo que venga va a ser
una inversión, y no va a haber que tapar agujeros. Aprendimos mucho, tanto
desde lo técnico, como administrativo, y humano”.
¿QUÉ BALANCE HACEN DEL CARNAVAL 2016?
“Al carnaval lo vivimos de manera muy divertida. Fue divina
la convivencia del grupo. Disfrutamos mucho de los tablados, y los viajes, como
por ejemplo cuando fuimos a Maldonado. Si hacés esto es porque te gusta, y lo
mejor es hacerlo en un lugar en el que tenés ganas de estar. Capaz que hay
gente que sale en carnaval por la guita, y en un lugar en el que no tiene ganas
de estar, y canta cosas que no siente. Para mí, va por otro lado, y la respuesta del público fue divina tanto
en los tablados como en el Teatro de Verano. Sabemos que el concurso es un juego,
y que puede pasar de todo. Que hay cosas en carnaval que nunca vas a entender.
Pero a todo lo tomamos como un aprendizaje. Este año vamos a tener la cabeza
enfocada en crear, y no en dos procesos distintos como estuvimos el año
pasado”.
“En La Buchaca hay mucho amor propio. Yo me metí en una
murga que ya tenía una historia, y que se formó a raíz de un grupo de amigos
que lograron un sentido de pertenencia. Eso me entusiasmó. La murga nunca había
tenido una mujer, y el hecho de que me hayan elegido es todo un honor para mí. La
Buchaca logró en mí una pertenencia, siento
que soy parte, y estoy cómoda, No sé si se pueden tener dos amores en la vida,
pero yo estoy eternamente enamorada de Che Papusa, siempre va a ser mi murga, y
no va a morir jamás; y La Buchaca me
hizo sentir como en casa, a gusto, y cuidada. Me dieron un lugar importante
además. Si vas a tener una mujer, dale lugar en la murga, y no la tengas como
un florero parada para que solamente abra la boca. Además el decir de una mujer
es distinto, y si lo sabés aprovechar en un espectáculo es divino. Acá me
incluyeron al toque, ya el primer año tuve una participación, y este segundo
año en el que formé parte, tuve muchas intervenciones”.
¿CUÁLES SON LAS EXPECTATIVAS PARA CON EL PROCESO VENIDERO?
“En estos días nos juntamos nuevamente para empezar a armar
el texto del próximo espectáculo. En mayo tenemos una reunión para saber si hay
alguna baja, o contamos con las mismas personas para este proceso, y seguro
comenzará el disfrute de seguir aprendiendo y conociéndonos. Nuestra
expectativa es laburar para una prueba y superarla. Hacer carnaval que es lo
más lindo que hay. Me gusta hacer tablados, y lo que me encantaría con La Buchaca es hacer muchos. Participar en
escenarios distintos. Crear un producto y poder mostrarlo la mayor cantidad de
veces posible”.
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