PASAN COSAS - PARTE 2 -
19º ENCUENTRO DE MURGA JOVEN
Un colectivo de más de mil jóvenes que se expresa mediante
el arte murguero tiene su lugar año a año. El decimonoveno Encuentro de Murga
Joven, gestionado por la Intendencia de Montevideo, ha dado inicio con el cierre de
inscripciones. Un espacio que es de referencia para el género, teniendo en
cuenta que varios títulos que hoy forman parte del Concurso Oficial del
Carnaval, han participado de esta movida cultural. Luego de consumadas varias
instancias durante el año como ser asambleas, encuentros de referentes,
talleres, y ensayos abiertos, un total de 70 murgas dirán presente en un
escenario barrial (a definir lugar y mes), de las cuales 20 accederán a la
Ronda Final en el Teatro de Verano, que habitualmente se desarrolla en los
últimos días de noviembre y primeros de diciembre, otorgándose cinco menciones
al espectáculo. Vale precisar que la coronación del camino anual por el que
transitan las murgas jóvenes, es su participación en la red de Escenarios
Populares durante el mes de febrero. Lucas Pintos, director escénico de Cayó la Cabra, Pablo Riquero, reconocido director escénico y arreglador, y Yamandú
Cardozo, director responsable, y letrista de Agarrate Catalina son murguistas que han tenido la oportunidad de participar de este
evento desde diferentes roles. Hablaron sobre su paso por el encuentro, y
dieron a conocer un poco su óptica referente al desarrollo y devenir de tan
importante suceso.
LUCAS: “Estuve más metido adentro de la movida luego de que
dejamos de participar con Cayó la Cabra, sobre todo cuando fui monitor dos
años. Ahí descubrí que estaba mortal. Había abundante gente haciendo murga y
juntándose, brotando como grupo. Hoy
en día siguen apareciendo murgas nuevas, y
eso está buenazo. Aparecen otros colectivos con otros fines que no son
solamente artísticos, con proyectos más ambiciosos y utópicos. No he estado
tanto como espectador. En este último año he ido a ver cosas puntuales, pero es
maravilloso que el encuentro continúe”.
Lucas Pintos |
PABLO: “Arranqué en el Encuentro de Murga Joven, me inicié ahí, y todo lo que tengo
son agradecimientos. Conocí muchos amigos, me vinculé con el género desde un
lugar muy bonito, desde lo colectivo, haciendo cosas con amigos. Eso me parece
que es lo fundamental, el eje de la Movida Joven, y de todos los proyectos en general. Tratar
de sentirse bien uno, y conocer amigos mediante los proyectos, y aprender. A
los 15 años
empecé con una murga del barrio, de Punta de Rieles, seguí unos
años ahí, y después salí en otras murgas de la vuelta, pero siempre disfrutando
y aprendiendo. Para mí es muy significativo que siga existiendo, que haya
grupos jóvenes que se inicien y aprendan, empiecen a buscarle la vuelta para
hacer espectáculos, tomen talleres, y que también que gente que sale en
carnaval pueda guiarlos, y que los grupos se hagan de sus propias herramientas
para decir cosas y crecer en lo humano y en lo artístico. Murga Joven es un
espacio muy útil para crear y aprender. Me tocó ser devolvedor de los ensayos
abiertos. Es un poco extraño creer que uno tiene la potestad, el talento, o el oficio
para devolverle algo a alguien, pero lo tomé con mucho aprecio y respeto.
Devolvía lo que creía que veía en el escenario, y lo que yo podía aportar para
ayudar a mejorar ciertos aspectos. Pero lo fundamental que rescataba era que se
divirtieran, y aprendieran con los compañeros. Cambió la cantidad y diversidad
de murgas. Cuando arranqué éramos doce, y ahora hay sesenta, setenta murgas.
Cambió la mediatización de la información y del género murguero. Antes no se
conocía tanto a la Murga Joven como se conoce ahora. Mucha gente joven puede
acceder al trabajo de las murgas por medio de videos en Youtube, y eso hace que
se motive y quiera salir. Creció para bien. Está muy bueno que un montón de
jóvenes estén vinculados a un género, como en este caso es el murguero, para
querer expresarse y manifestarse”.
Pablo Riquero |
YAMANDÚ: “Me encanta Murga Joven como instancia. Me han
encantado una cantidad de murgas, y las he disfrutado muchísimo. Me parece que
es un poco peligroso para la salud del Encuentro que la crítica al aparente
discurso oficial que es el carnaval, se haya vuelto un discurso oficial. La
pelea con lo carnavalero no me gusta tanto, y
me parece que hay cosas mucho más lindas
para proponer. A veces hay como
un monocultivo, es decir, una manera de ser murga joven. Aparece el “Somos una
murga joven, esta terrajada no se va a hacer, eso hacían las murgas de antes”.
Hay por imitación y construcción colectiva una manera correcta de ser murga
joven. Entonces de la misma manera que en carnaval se critica, diciendo “esto no
es murga”, también se dice “esto no es murga joven”, y se comete el mismo error
torpe. A mí me parecía impresionante cuando en Murga Joven estaba desde La
Berreta hasta Rey Bufón, o Dios Momo. Murgas clásicas, y murgas súper locas que
están buenísimas también y que plantean otra cosa. Lo que sí tendríamos que
tomar los que participamos viendo, y los que participan haciendo y dirigiendo,
es la pluralidad. No hay una manera de ser murga joven, deberían valer todas.
Es innecesario eso de “Tengo que ser murga joven, tengo que ser rotulista,
tengo que ser vanguardista”. La vanguardia siempre se pelea con su antecesor, y
es parricida, mata al padre, y odia a lo que estaba antes. No tiene que ser
así. Hay muchas cosas para ver, para adelante, para atrás y para los costados.
Es un punto de encuentro maravilloso que hay que defender, incluso de nosotros
mismos, los murguistas jóvenes, y también hay que potenciar. Me parece
alucinante que haya murgas de todos los barrios y colores. Sería re inteligente
y provechoso que la murga joven mirara y aprendiera sin prejuicios. Estaba
esperanzado con que Murga Joven era un lugar libre de prejuicios, y no. Hay
otros prejuicios, pintados distinto. Entonces existen las mismas mezquindades y
miserias que en carnaval porque en definitiva somos la misma porquería, la
misma maravilla, que es gente junta haciendo cosas, concursando, compitiendo, y
encontrándose a la vez. Se repiten las cosas no tan lindas, y las maravillosas,
porque también encontrás cosas alucinantes, que son divertidísimas, y sigue
ganando la posibilidad de decir, y el hecho de trabajar en colectivo con el
otro, valorar las manos del otro, y entender que vos sos el otro”.
Yamandú Cardozo |
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