AGARRATE CATALINA
Llega al club desde el que su murga sale en una tardecita
cualquiera cargando termo y mate. Enseguida esboza una sonrisa al entrar, te
saluda y ya te convida. Conversa de todo con todos. Llegaba la hora de que
ensayara diálogos nuevos para el espectáculo, los cuales mantendría en escena
con su amigo y compañero Rafael Cotelo. Mientras habla se desprende de él una
sensación de enamoramiento cual si fuera un niño hablando de su juguete preferido.
Es que esa sensación de satisfacción, compromiso y entusiasmo probablemente es
la que lo ha mantenido al frente de un proyecto desde hace ya 18 años casi sin
que se diera cuenta. Con la bonhomía que lo caracteriza fue desarrollando cada
respuesta sin guardarse nada, fiel a sus convicciones y sabiendo que su voz
representa a un colectivo artístico que vuelve al Carnaval luego de 7 años de
ausencia. Una vez más he tenido que desgrabar las palabras de Yamandú Cardozo, luego
de una charla de casi una hora que paseó por un montón de lugares.
¿QUÉ CONDICIONES SE REUNIERON PARA LA VUELTA DE LA MURGA EN
ESTE CARNAVAL?
“Todos los años anteriores en los que no estuvimos en
Carnaval nos lo planteamos. Nos preguntábamos si ese sería el año. Todos los
años extrañábamos una gran cantidad de cosas que hacen a nuestra constitución
como personas y como artistas. Este año lo que terminó de inclinar la balanza
fue la cantidad de extrañamiento acumulado. Hay cosas que pasan en nuestro
carnaval que no pasan en ningún lado. No hay ninguna función que sea igual en
ningún otro lado del mundo. Al público de los tablados te lo perdés. Nosotros
hemos intentado actuar en distintos escenarios del país, salas alternativas, en
muchos casos con una entrada a precio popular, pero sin embargo hay un público
que solo accede a los espectáculos si es Carnaval y si los escenarios están en
el corazón de su barrio. Es un público que no se mueve hacia otros lugares,
quizás por una cuestión cultural y económica, pero se da así. La vida de esa
gente está en su barrio. Somos casi 30 personas en el colectivo, y la decisión
era difícil porque hay parte de la barra que no está girando sistemáticamente
con la Catalina. Entonces esas personas que integraban la parte fundacional de
la murga, compartían los shows más grandes o alguna salida esporádica a
Argentina pero no formaban parte del día a día de la murga. Tuvimos que volver
a juntarnos mediante esas asambleas largas, aburridas, pero intensas y ríspidas
en algún momento, pero removedoras. Hubo que definir el cuadro tanto para
Carnaval como para las giras, y esos asuntos fueron los que demoraron un poco
la decisión. Una vez que armamos el puzzle había que ver si nosotros, los
letristas, teníamos algo para traer. Le comentamos a la murga que hasta que no tuviéramos
algo que nos entusiasmara, no íbamos a volver al Carnaval. Por suerte
correteamos las musas y apareció algo que nos removía, nos cuestionaba y nos
ilusionaba. Ahí fue cuando tomamos la decisión final. La demora en volver a
salir en Carnaval no fue por falta de ganas, sino porque no se daban las
condiciones a nivel de la logística del grupo. Algo que afianzó la idea de
salir fueron las actuaciones que hicimos en el cierre del carnaval pasado en el
Movie Center. Aquel espectáculo era el “15 + 2”, celebrando los 17 años de la
murga. Allí hicimos repertorios puramente carnavaleros, y eso nos removió las
ganas de volver a salir en Carnaval. Nos reencontramos con una cantidad de
gente que nos quería ver ahí, en la pelea, en el juego, en la arena. Siempre me
gusta entenderlo así, como algo futbolero. La gente no quiere verte más en los
clásicos de verano, quiere verte jugar por los puntos. Y es lógico porque la
gente te aprendió a querer así. Además, los compañeros que son más nuevos,
nunca habían compartido un Carnaval con la murga, y eso nos motivó mucho. Ellos
nos decían “Yo quiero compartir un Carnaval con la Catalina”. Ha sido una gran
oportunidad para redescubrir nuestro proceso de trabajo de cara a Carnaval, y
encontrarnos de nuevo con todo eso”.
¿CÓMO SURGIÓ LA IDEA DEL ESPECTÁCULO DEFENSORES DE CAUSAS
PERDIDAS Y CÓMO FUE EL PROCESO CREATIVO?
“Por necesidad espiritual, la Catalina se ha hecho experta
en ir contrabandeando cosas al reglamento. Trampeando desde la legalidad a las
cosas que no se pueden, o no se habían podido hacer. Pienso en fragmentos de
espectáculos como el de La Niebla en 2008. Una prosa poética que hace
referencia al Alzheimer y a la demencia senil no es muy carnavalero a priori. Tal
es así que al año siguiente aparece un artículo en el reglamento de Carnaval
expresando que a partir de ese momento no se iba a ver con buenos ojos la
búsqueda de cuestiones emocionales fuertes, porque recordemos que la murga es
alegría, etc. Algo así. También pasaron cosas con La Violencia, y se
cuestionaba “cómo estos tipos y estas tipas van a salir a decir esto de esta
manera”. Y nos cuestionamos hacer ese cuplé cuando se trajo para ensayar.
Originalmente Tabaré lo había escrito para su banda, pero le supliqué que fuera
para la murga. Siempre nos fuimos entrenando en eso de ir un poquito más allá a
medida que nos mirábamos al espejo. En Un Día de Julio tuvimos una libertad
total a la hora de crear. Vimos cómo funcionaba el humor audiovisual y guiñado tanto
en los barrios más populares como en los teatros más encumbrados. Y el último
antecedente de espectáculo era ese. Entonces una vez que nos volvimos a poner
el chip del Carnaval dijimos “Bueno, cómo hacemos para poder disfrutar de esta
libertad que tanto nos gustó?”. Una de las soluciones que encontramos a eso fue
escribir más bloques para el espectáculo. Escribimos más cuplés. Surgió esa
posibilidad de intentar hacer las cosas más como en el Carnaval de Cádiz, peleando
un poco contra la repetición, sobre todo el humor repetido. Porque perdés ese
factor sorpresa. Entonces creamos un espectáculo con varios bloques, y eso nos
ha permitido variarlo a la hora de presentarlo de barrio en barrio. Siempre nos
planteamos esta sumatoria desde un lugar que no afectara ni a la estructura ni
al mensaje del espectáculo. En esta tercera rueda incluimos a Rafa (Cotelo)
para que participe en otra parte nueva del espectáculo, y de esa manera vamos a
terminar con este lindo plan de ir peleándole a la repetición e ir
administrando las sorpresas. Además esta liguilla es como una cuarta rueda para
la Catalina, porque dimos la prueba de admisión a teatro lleno, y ves que hay
una gran cantidad de reproducciones en los videos colgados de esa actuación. Además
la Catalina está siendo la murga más vista en los tablados. Por esto etendimos
que la mejor manera de jugar al Concurso era esta.
EL ESPECTÁCULO
“Defensores de Causas Perdidas” arranca de una idea que
tiene que ver con la búsqueda de un hilo
conductor que no nos aprisione. De un
contenedor que nos permita meter una gran cantidad de cosas adentro. Buscando
los condimentos que tiene que tener la murga (el humor, la crítica, la emoción,
etc). Queríamos que fuera un espectáculo flexible per a la vez sólido, y que
tuviera un eje argumental fuerte. Se plantea una realidad alternativa a la
realidad, que generalmente pierde con el mundo real. Es una caricatura de nuestras
propias utopías, y de hacer las cosas un poco más justas. Es un editorial todo
chueco y pobre pero honesto y desgarrador aún desde el humor. Termina la
función y se vuelve a la realidad. Perdimos, pero capaz que no. Capaz que cada
uno se lleva su causa para defender y replicar desde el debate y el
cuestionamiento. Nos dio la posibilidad de jugar con el humor, y hablar de
causas perdidas que quisiéramos y no quisiéramos defender, generando
situaciones homorísticas desde la ironía. Fue un espectáculo que se fue creando
en velocidad y sobre la marcha, Y por más que estamos Tabaré y yo como sus
principales sostenedores, recibió el aporte de muchos compañeros que sugirieron
cosas, compusieron músicas, trajeron ideas para lo escénico, lo estético, etc.
El proceso ha sido muy lindo de compartir y muy disfrutable porque todos desde
el inicio estuvimos muy alineados, y conectados en una dirección”.
¿QUÉ REPERCUSIONES HA TENIDO EL ESPECTÁCULO EN LOS DISTINTOS
ESCENARIOS?
“Generó muchísimas reacciones en el público. Me gusta mucho
la respuesta que tiene en todos los barrios. Me sorprendió la intensidad
virulenta de algunas reacciones. Por ejemplo, con el bloque de la lucha de
clases. Yo sabía que era una caricatura incómoda de sostener y de ver, sobre
todo para nosotros, los y las izquierdistas. Porque refiere a mirarnos al
espejo y a cuestionar ese lado más feo de la ideología que es la ideología
dogmática. Porque cuestiona la obediencia partidaria y el suscribir bajo el
mandato de la lógica absurda del barra brava ideológico. Esa lógica que dice que
todo lo que hace el que está enfrente está mal solo porque lo hace el que está
enfrente. Eso de anular la cosmovisión ajena con Tabaré nos parece nefasto y
muy dañino para las sociedades como la nuestra que son muy pequeñas y podrían tener
un entramado social fuerte, de enfrentamientos y diálogos acalorados, pero sin
odio. Entonces cuando caricaturizás ese sistema binario, sabés que la gente que
va a reaccionar es la que forma parte de ese sistema. Entonces ahí aparecieron
acusaciones como “son tibios, no se comprometen”. La murga muchas veces ha sido funcional a ese
sistema binario. Por eso mucha gente este año al ser electoral, nos reclamaba un mayor compromiso ideológico,
partidario o camisetero. Me sorprendió sobre todo la furia y el odio en la
tirada de esa piedra. No nos imaginamos que iba a haber tanta mezquindad,
además con las mismas reacciones que caricaturizamos.
No pensé que la gente iba a caer en eso. Es lógico, igual. Porque cuando
alguien se anima a mover sus estanterías o a mirarse por dentro, siempre algo
pasa, y más cuando te considera su par. Esa es la reacción del tirano, que lo
primero que suele hacer es tildar de traidor al otro. Además todo lo que hace o
no hace La Catalina genera repercusiones porque sí. Hay gente que entiende el
espectáculo en clave artística y se da cuenta de que no estamos diciendo que no
haya más derechas y más izquierdas y seamos todos amigos. No se trata de no
discutir y no levantar banderas, si no que se trata de ser tan valiente como
para levantar mi bandera entendiendo que está bien que se levanten otras. Lo
que está más bueno que genere el arte, es el debate. Esto no es un tema nuevo para La Catalina. Lo
venimos hablando desde el cuplé de Las Banderas en 2007, y también hicimos
referencia a esto en la canción final del espectáculo “La Comunidad” en 2012. En
Un Día de Julio también le dedicamos el cuplé de los baldes y los dogmas a este
tema. Ese concepto de la otredad.
Aquello de cómo puedo a ver al otro como a alguien a quien temerle o a quien
odiar solo porque está parado en la vereda de enfrente. Además nuestras flechas
no apuntan hacia los militantes. Al contrario, a mí me emociona que alguien
sienta que tiene que cambiar el mundo y hacerlo un poco más justo. Nuestras
flechas apuntan a no hacerlo desde el odio. No se puede levantar una casa a
martillazos. Está bueno que seamos humanamente diferentes, socialmente iguales
e igualmente libres. No es una cuestión de tibieza si no de no nos conviene
esta polarización absurda. Es desde ahí que intentamos hacer ese bloque y esa
caricatura”.
¿CUÁL CREÉS QUE ES LA CAUSA QUE MÁS HABRÍA QUE DEFENDER EN
EL CARNAVAL?
“La causa que más hay que defender en Carnaval es el hecho
de valorar el lugar de la fiesta, y el lugar del otro y la otra dentro de la
competencia. Que se puede jugar al concurso, pero que hay muchas cosas que
están buenísimas y que son mucho más importantes que esa carrera por un pedazo
de chapa. Hay otra gran cantidad de cosas que están buenísimas. Además todos
los conjuntos tienen sus editoriales con las cuales vos podés identificarte,
cuestionarte y señalarte. El hecho de entender que valen todos en la diferencia,
me parece que es una causa que vale la pena defender. Además saber siempre que las discrepancias
estéticas e ideológicas no tienen por qué generar abismos”.
¿QUÉ ESPECTÁCULO DE LA MURGA TE GENERO UN SABOR MÁS ESPECIAL
AL ESCRIBIRLO?
“Cada uno tiene su disfrute. Un Dìa de Julio tuvo un sabor
especial por lo que había pasado previamente. Experimentamos una libertad que
nos constituyó desde otro lugar como artistas. Este espectáculo también tiene
un sabor especial porque es como una vuelta a un montón de cosas que
extrañábamos y necesitábamos. Capaz que este es el espectáculo más meta
carnavalero de La Catalina, porque es el que más habla sobre cosas del
Carnaval. Nunca habíamos curtido ese rincón y le encontramos una diversión a
esa vuelta. Obviamente que el espectáculo “Los Sueños” en 2005, porque la murga
no solamente gana ese juego de concursar, si no que empieza a trascender hacia
una cantidad de lugares y a hacerse mucho más visible. Fue la entrada a la
masividad de La Catalina, siempre a escala carnavalera y uruguaya. El 2006 fue
hermoso porque fue el primer año en el que salí con mis dos hermanos. Fue el
espectáculo que más me divirtió escribir. Lo escribimos con Tabaré y Carlitos
Tanco. Escribimos muchísimo para ese Carnaval porque lo hicimos con tiempo, y
porque éramos jóvenes y teníamos un romance con una gran cantidad de gente. Aún
éramos una murga nueva que aparecía y que mágicamente había ganado. Carnaval
necesitaba que algo nuevo sucediera y por primera vez en la historia un grupo
cooperativo compuesto por 3 mujeres ganaba el concurso. Vivíamos un noviazgo
con la platea y el micro mundo carnavalero que luego se empezó a poner un poco
más hostil. El 2007 fue lindo porque empezamos a encontrar esa veta humanista.
Cuestionamos hasta la relación del hombre con dios desde nuestras profundas
dudas, El 2008 trastocó mucho en lo humano. Además la murga hizo un quiebre porque
venía de un año muy cómico, y aparece un humor más nostálgico. Hasta el 2003,
que fue nuestro primer año en Carnaval, tuvo cosas increíbles. Nos olvidamos de
la guitarra en un tablado. Un compañero se olvidó de cobrar los tablados de
toda una noche. Por primera vez teníamos 4 tablados en una noche y se había
olvidado de cobrarlos. ¡Algo increíble! (risas). Fue la primera vez que
ensayamos en verano. Todos los años
tienen sus cosas, pero este me parece que es el más valiente de La Catalina. Me
parece que la murga empieza a cuestionarse un montón de cosas sobre sí misma
que nunca había cuestionado”.
UNA VUELTA ESPERADA
“Hemos podido renovar el vínculo con una gran cantidad de
gente. Incluso hay niños que no habían nacido el último año de la Catalina en
Carnaval que nos esperaban con ansias. Y eso es fruto de sus padres o madres, o
tíos o abuelos que fueron trasladándoles ese amor y ese cariño. Entonces te das
cuenta de que la murga estaba viva, y había ganas de que volviera a estar en Carnaval. Hay hijos e
hijas de compañeros que nunca habían visto a su padre salir en Carnaval con La
Catalina”.
¿CUÁLES SON LOS PLANES VENIDEROS EN LA AGENDA DE LA MURGA?
“Por suerte han salido muchas actuaciones por el interior.
Incluso algunas salieron inmediatamente después de que la murga pasó la prueba
de admisión para este Carnaval. El 6 de abril vamos a estar en el Gran Rex y la
venta de entradas arrancó cuando habíamos pasado la prueba. Por lo que se
estaba vendiendo un espectáculo que aún no estaba terminado, ¡Algo muy loco!.
Ese mismo mes tenemos una gira grande por Argentina. En Mayo vamos a viajar a México.
Hay otros viajes apuntados en lápiz ya para EE.UU. y para Europa, algunos festivales
en Latinoamérica, etc. Va a estar bueno que volvamos a girar con un espectáculo
que tiene un origen carnavalero. Seguro vamos a seguir interactuando y
compartiendo con distintos músicos, y volvamos a hacer las Cantarolas. Hay
mucha cosa en la vuelta”.
SI TUVIERAS QUE MENCIONAR TODAS LAS COSAS QUE LE AGRADECÉS A
AGARRATE CATALINA, ¿QUÉ DIRÍAS?
“Gracias al género, pero particularmente a esta murga yo soy
una persona un poco mejor. O por lo menos, menos peor. He aprendido a escuchar
y a contemplar las visiones de mis compañeros, a confrontar desde el amor, a
laburar por el amor a un grupo, a apostar por lo colectivo, dar la vida por
ello y que te duela. Con esta gente puedo hacer cosas que no podría solo. Acá
soy la mejor versión de lo que puedo llegar a ser. Si cruzo la calle y me
agarra un bondi tengo que estar agradecido a que en todos estos años he vivido
muchísimas experiencias. Soy una persona un par de milímetros mejor de lo que era,
sin dudas”.
Brillante!!!! GRACIAS MUCHACHOS por tanto...
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