PÁGINAS DE MOMO - EDÚ LOMBARDO
Un largo camino ha transitado aquel gurí que formara parte,
y fundara la murga “El Firulete” en el Barrio montevideano de Sayago, y luego
debutara en Carnaval con dos platillos en sus manos en la murga de las cuatro
estaciones, Falta y Resto, para después comenzar a consolidar su marca registrada en el antiguo Firulete, ya
devenido en Contrafarsa, donde cosechó la mayor cantidad de éxitos. También ha
integrado otros títulos como La Gran Muñeca, La Matinée, Asaltantes con Patente, y el próximo carnaval
lo verá desde arriba de las tablas en otro como Don Timoteo, murga a la que “hace
muchos años atrás le había dicho que no”. A sus 50 años de edad, Edú “Pitufo”
Lombardo, no quiere “cargar con ninguna mochila”, y escapa a la parafernalia
que lo rodea en torno a su regreso. Tanto la fiesta de momo, como su
experiencia en solitario como músico, fueron protagonistas de una charla
sumamente agradable.
¿QUÉ TE LLEVA A VOLVER A SALIR EN CARNAVAL, Y QUÉ
EXPECTATIVAS TENÉS CON “DON TIMOTEO”?
“Lo que me lleva a salir en carnaval es haber tenido tiempo
de descanso, por suerte, haciendo otras cosas, y dedicándole tiempo a mi
familia. Tengo muchas ganas hace ya un par de años. Cumplí 50 años este marzo,
y quiero festejarlos todos los días, y saliendo en carnaval también con dos de
mis compinches queridos que son Marcel
Keoroglián y Pinocho (Pablo) Routin, y con toda la barra de Don Timoteo que son
divinos, y generaciones más jóvenes con las que quiero compartir. Además, hace
muchos años atrás me habían invitado a salir en Don Timoteo, y había dicho que
no. Por otro lado hay una parte que es la que nunca se habla, pero la
remuneración está buena, y todo eso suma para poder salir. No hay ningún motivo
más importante que otro, si no que se complementan. Conozco a la barra, y a
muchos gurises que están, porque algunos fueron alumnos de talleres míos, a otros los admiro de verlos en Carnaval, y
con Ronald (Arismendi) ya había salido”.
¿CÓMO HAS VISTO AL CARNAVAL DURANTE ESTE TIEMPO EN EL QUE NO
HAS SALIDO?
“Todos los años hay murgas que están buenas, otras que más o
menos, y otras que no. Es importante tener en cuenta la fiesta, y no solamente
el concurso. Disfrutar de los tablados, y de la fiesta popular que creo que es
lo más importante. El concurso está bueno porque le da una cuota folclórica que
es interesante, sobre todo si te reís. Si lo padecés, no. Quiero salir y
divertirme, ya tengo 50 años, y no soy un gurí. Siempre me tomé en serio lo que
he hecho artísticamente. No quiero cargar con ninguna mochila. Sé que soy un
nombre, aunque es horrible la palabra, importante en el carnaval, pero quiero
salir a disfrutar y a pasarla bien. Si a la gente le gusta el espectáculo,
tarea cumplida, y si encima llegás a colocarte en la tabla lo mejor que puedas,
bárbaro, pero no es el fin”.
¿CÓMO SE ENCARA EL PROCESO CREATIVO A LA HORA DE ARMAR UN
ESPECTÁCULO?
“El proceso creativo se encara trabajando a muerte. Siempre
muta un poco, pero algunas cosas quedan, y las sigo trabajando igual. Los
equipos técnicos son diferentes, y por eso hay que trabajar de distinta manera.
También hay que ayornarse, y aprendés mucho en ese camino. Este año salgo con
gente con la que ya había trabajado, y otra que no. Eso está bueno, porque ya
hay un camino andado con algunos, pero otros son nuevos”.
¿CUÁL ES EL CARNAVAL QUE MÁS HAS DISFRUTADO?
“He disfrutado de todos los carnavales. Esto lo hago porque
me gusta. Cuando uno está más por fuera de la cuestión competitiva, lo disfruta
más. Cuando me puse el traje por primera vez en 1984 con Falta y Resto, fue lo
más maravilloso. Desde el lugar artístico, el año 2000 con Contrafarsa fue muy
bueno también”.
“QUE NO SE PIERDA EL ALMA”
“El Carnaval se ha enriquecido en que los espectáculos
tienen muy buen nivel de luces, vestuario, y sonido. Lo que está bueno es que
no se pierda el alma, y que no sea una cuestión de apariencia. Hay que pensar
en el arte y no en la competencia. El arte está primero y es lo único que
perdura, lo otro no”.
SU VÍNCULO CON OTROS ARTISTAS E INFLUENCIAS
“Me siento muy feliz. Desde la década del 80 pasé por “Los
que iban cantando”, con (Jorge) Lazzaroff, (Jorge) Bonaldi, y (Luis) Trochón.
También he trabajado con Mariana Ingold, Ruben Olivera, Mauricio Ubal, Jorge
Drexler, Fernando Cabrera, Larbanois - Carrero, Jaime Roos, Ruben Rada. No puedo
pedir más nada. Hago mis canciones, y shows. Muchas veces me invitan a
compartir, ahora mismo estoy como invitado en el espectáculo de Fernando
Cabrera donde hacemos canciones de (Eduardo) Darnauchans y Eduardo Mateo. Me siento
privilegiado. He tenido la oportunidad de telonear a grandes artistas como (Joaquín)
Sabina y (Joan Manuel) Serrat, Mercedes Sosa, y Lenine, con quien compartí
escenario también. Para mí es todo aprendizaje, y no me lo tomo como una carrera, si no como un camino, el que le toca
recorrer a cada uno. Hago lo que me gusta, y tengo el privilegio y la suerte de
poder hacerlo. Mis padres me dieron esa libertad, y desde niño me lo tomé en
serio. Hay que esforzarse, estudiar, y tener disciplina, siendo persistente. Las
influencias evidentemente están. He conocido grandes artistas desde que era un
gurí, y tenía once años. He tenido la suerte de estudiar con muchos de ellos, y
compartir escenario con muchos otros. Forman parte de mi música, por supuesto”.
¿HAY ALGO QUE AÚN TENGAS EN EL TINTERO?
“Poder disfrutar mucho más de lo que hago. Porque a veces
uno está en la máquina de que tiene que trabajar y hacer muchas cosas. Estamos
en una época en la que todo el mundo está al palo, y el poder tomármelo con
otra soda es lo que me falta”.
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