lunes, 20 de junio de 2016

PÁGINAS DE MOMO - IGNACIO ALONSO





Luego de algunos años en los que la base de sus integrantes tuvo “experiencias por otros lados”, vinculándose y saliendo con otros conjuntos en la fiesta de momo, La Mojigata retornará para participar de la Prueba de Admisión de cara al Carnaval 2017. Es maravilloso lo que el arte es capaz de generar en las personas, e Ignacio Alonso es una muestra de ello. La murga que se originara en el año 1998 a través de un taller del TUMP brindado por Edú Lombardo, es su casa. “No hay un día en el que no haya pensado en La Mojigata”, manifestó off the record, para luego retractarse “En realidad, el día en el que nació mi hija probablemente no haya pensado en la murga”, confesó entre risas. La charla referente a la vuelta de un conjunto influyente a la hora de plantear sus espectáculos, y que forma parte de una movida que revolucionó las formas de decir dentro del carnaval montevideano, merodeó por varios momentos y lugares. Pero el principio es el principio, y todo tiene un por qué.



¿A QUÉ SE DEBE LA VUELTA DE LA MOJIGATA A DAR LA PRUEBA DE ADMISIÓN? ¿QUÉ FUE LO QUE MOTIVÓ LA DECISIÓN?

“Desde el último año que salimos, varios compañeros quedamos vinculados. Habíamos intentado volver el año pasado, pero no se dio, y quedamos para intentarlo este año. Hasta hace un par de semanas no se sabía nada sobre el tema porque estábamos buscando gente, pero ahora está más definido. El género está buenísimo para expresarse y decir cosas, más allá de que intentamos ir por otros caminos. Algunos de nosotros tuvimos experiencias por otros lados, y llega un momento en el que decís “quiero volver a ahí, soy eso”. Cada vez es más difícil la autogestión, pero acá hay que estar en todos los detalles, porque es nuestra murga, y te motiva. Ahora estamos todos con hijos, y son todos chicos. Son de 5, 4 o 3 años, y los más grandes tienen 8 o 9, y la mayoría de ellos no tiene recuerdos de la murga. Que nuestros hijos nos vean, y vayan a los ensayos, está buenísimo. Además es un lugar de encuentro para ellos mismos. Hay un montón de motivos para la vuelta”.

LA EXPERIENCIA DEL PROCESO CREATIVO

“Antes arrancábamos en mayo o junio, por ahí, y hacíamos comidas donde cada uno hacía catarsis, y puteaba lo que tenía que putear, o se cagaba de risa de lo que se quería cagar de risa, y ahí surgían las ideas, y los “¡Pah, estaría bueno hablar de esto!”. Eso después se va encuadrando en lo que termina siendo el espectáculo. Con el paso de los años se fueron definiendo algunos roles, y quedamos como más estáticos. Se confiaba en algunos compañeros puntuales, aunque siempre la murga funcionó en colectivo. Este año armamos como una especie de comisión que está tratando de convocar al resto para salir. Hace poco convocamos e hicimos un guiso en casa, y manejamos disparadores, tiramos ideas, y de ahí quedaron cosas, que ahora un grupo más pequeño está bajando a tierra, y laburando con eso. No se da que arranquemos con una idea general, o título, siempre surge el “Yo quiero hablar de esto, que es lo que me moviliza”, pero el hilo conductor puede venir, nosotros si no teníamos le inventábamos uno de los pelos. Ahora nosotros estamos hablando de determinadas cosas, y nos dimos cuenta que un tema recurrente es el equilibrio. Se da en las redes sociales más que nada, el que alguien opine algo, y todos vayan para ese lado, pero salta otro diciendo otra cosa, y enseguida cambiamos de opinión. No hay un término medio, sino extremos. En breve llamaremos al resto de la barra para definir ideas”.

¿LA MOJIGATA TIENE SU PROPIO ESTILO MURGUERO?

“Para un artista es el mejor elogio. Que te diga “Esto es La Mojigata”, incluso gente a la que no le gusta la murga, quiere decir que hiciste algo propio, genuino. Para mí así tiene que ser el arte. Ser lo que sos vos. En otros años nos decían “A esta letra cantada por otro coro, le iría mejor en el concurso”. Pero vos le das esa letra a otro coro, y va a ser otra cosa. Hay un 50% que es la interpretación que le pongas arriba del escenario. Llamás a 17 cantores que interpreten ese libreto, y no es lo mismo. Siempre fue una preocupación de nosotros hacer algo genuino, respetando al género, y no. Quienes salimos en La Mojigata desde hace años, conocemos los códigos del género, y miramos carnaval desde chicos, así que no planteamos nuestros espectáculos desde la ignorancia, sino que es una búsqueda, y como toda búsqueda hay años que están divinos, y hay años que los sufrís, muy herméticos, y con espectáculos que no se entendían. Si ser genuino, implica que te diferencies del resto, mucho mejor. Tratamos de asumir ese riesgo. Hemos tenido años muy buenos en cuanto a la comunicación con la gente, y otros años que no. Nosotros jodemos que los años pares han sido los más disfrutables para el público, aunque en 2006 y 2012 no tanto, y los años más rígidos han sido los impares. Ahora se viene un año impar (risas). Incluso hemos identificado algún año par pero con modalidad impar- El 2012 es un ejemplo. Tenemos que tratar de que eso de que la murga sea referente para otras, no nos pese. Si salís con la de “La Mojigata tiene que ser esto”, estás frito. Ya en los últimos años nos pasaba de decir “Hay cosas que no podemos hacer”, y no está bueno. ¿Por qué no podemos hacer un cuplé que haga todo el mundo? Entrás en una pelea contigo mismo. Lo que estamos tratando de mantener es el ser libres a la hora de crear”.

¿QUÉ COSAS SE MANTIENEN EN EL GRUPO DESDE 1998, Y QUÉ CAMBIOS IMPORTANTES SE HAN DADO?

“Permanece mucha gente del grupo, y hay un núcleo que sigue en la vuelta. Se mantiene una cuestión horizontal a la hora de armar un colectivo. Y lo que cambió es que pedíamos la participación constante de todo el mundo, y nos dimos cuenta de que eso no se da en los hechos, y hay gente que tiene otras expectativas y prioridades. Entonces si yo puedo dedicarle más tiempo, y vos no, entonces aceptá que voy a tener más derechos a la hora de decidir, pero contigo está todo bien. Eso se fue dando, y es sano. Ha habido un cambio en lo artístico también, tratando de que los espectáculos se entiendan. Queremos ir más a lo simple, y que haya una claridad en el mensaje. Hay murgas a las que admiro por cómo logran que se comprenda lo que quieren transmitir, como La Gran Muñeca, Cayó la Cabra, Queso Magro, etc. Después del 2009 tratamos de iniciarnos en esa búsqueda como prioridad. Este año queremos arrimarnos al género, pero por otro lado queremos alejarnos, va a ser una mezcla”.

¿CUÁL HA SIDO EL CARNAVAL QUE MÁS DISFRUTASTE CON LA MURGA?

“Disfruté muchísimo toda la primera etapa de la murga. Desde 1999, que hicimos el taller con Pitufo (Edú Lombardo), hasta el 2002. También los dos primeros años que hicimos carnaval. Un día abrimos los ojos y teníamos a nuestra murga concursando, y haciendo tablados, cuando ninguno de nosotros había hecho carnaval antes. Además en esos años fuimos reconocidos por un montón de gente, y la murga gustó pila. Aparte decíamos cosas que queríamos decir, entonces era como “el sueño del pibe”, con el agregado de que la murga había sido armada por nosotros. Artísticamente me han gustado algunas cosas más que otras. El espectáculo que hicimos en 2002 fue muy bueno, pero el del 2004 me parece el más disfrutable. Ese año el nivel que tenía la propuesta de la murga era contundente. Aparte en el 2001 y el 2002, éramos como la murga mimada, ya en el 2003, nos empezaban a mirar de reojo, pero el 2004 estuvo buenísimo. De un tiempo a esta parte yo ya no lo podía disfrutar, porque es como todo, un grupo que viene trabajando desde hace años, y se conoce mucho, en donde pasan cosas. En los últimos años me tendría que haber ido, y no pude tomar distancia. De hecho una vez planteé, y después me arrepentí, no salí tocando, pero estaba con los gurises todos los días. En el espectáculo del año 2010 me gustó mucho la forma en la que decíamos algunas cosas, y tenía su punto de contacto con el de 2004 porque era muy lúdico. Además ese año teníamos como prioridad mantener la murga, porque en el 2009 sufrimos muchos cambios a nivel de integrantes, y encima fue premiado el texto, cuando nunca antes habíamos recibido una distinción”.

¿QUÉ SIGNIFICA LA MOJIGATA PARA TU VIDA?


“Queda chico decir que es una parte importante en mi vida. Ha sido una escuela para desempeñarme en lo que hago, y un lugar que me abrió pila de puertas. Por eso estamos enroscados en salir de vuelta. Si me lo hubiese imaginado antes, no sé si lo hubiese imaginado también. Es una barra de gente que termina haciendo un producto artístico, que se juntó de rebote, y ha generado un espacio a lo largo de los años. Además me ha permitido incursionar en otras cosas, “Pocas Nueces” surge de La Mojigata, porque nos conocimos ahí o en esa vuelta. Pila de gente lo adoptó como mi apellido “Nacho de La Mojigata” (Risas). Es increíble. Me hubiese gustado cuidar a la murga más en algún momento. Si me pongo a pensar un poco más, me emociono mucho. Aprendo todo el tiempo, y este proceso me obliga a pensar en cosas que van más allá del carnaval, en cómo pararme frente a la vida, tratando de ser mejor persona. Saber que este sentimiento es compartido por más gente le da sentido a todo”. 

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