PÁGINAS DE MOMO - IGNACIO ALONSO
Luego de algunos años en los que la base de sus integrantes
tuvo “experiencias por otros lados”, vinculándose y saliendo con otros conjuntos
en la fiesta de momo, La Mojigata retornará para participar de la Prueba de
Admisión de cara al Carnaval 2017. Es maravilloso lo que el arte es capaz de
generar en las personas, e Ignacio Alonso es una muestra de ello. La murga que
se originara en el año 1998 a través de un taller del TUMP brindado por Edú
Lombardo, es su casa. “No hay un día en el que no haya pensado en La Mojigata”,
manifestó off the record, para luego retractarse “En realidad, el día en el que
nació mi hija probablemente no haya pensado en la murga”, confesó entre risas. La
charla referente a la vuelta de un conjunto influyente a la hora de plantear
sus espectáculos, y que forma parte de una movida que revolucionó las formas de
decir dentro del carnaval montevideano, merodeó por varios momentos y lugares. Pero
el principio es el principio, y todo tiene un por qué.
¿A QUÉ SE DEBE LA VUELTA DE LA MOJIGATA A DAR LA PRUEBA DE
ADMISIÓN? ¿QUÉ FUE LO QUE MOTIVÓ LA DECISIÓN?
“Desde el último año que salimos, varios compañeros quedamos
vinculados. Habíamos intentado volver el año pasado, pero no se dio, y quedamos
para intentarlo este año. Hasta hace un par de semanas no se sabía nada sobre
el tema porque estábamos buscando gente, pero ahora está más definido. El
género está buenísimo para expresarse y decir cosas, más allá de que intentamos
ir por otros caminos. Algunos de nosotros tuvimos experiencias por otros lados,
y llega un momento en el que decís “quiero volver a ahí, soy eso”. Cada vez es
más difícil la autogestión, pero acá hay que estar en todos los detalles,
porque es nuestra murga, y te motiva. Ahora estamos todos con hijos, y son
todos chicos. Son de 5, 4 o 3 años, y los más grandes tienen 8 o 9, y la
mayoría de ellos no tiene recuerdos de la murga. Que nuestros hijos nos vean, y
vayan a los ensayos, está buenísimo. Además es un lugar de encuentro para ellos
mismos. Hay un montón de motivos para la vuelta”.
LA EXPERIENCIA DEL PROCESO CREATIVO
“Antes arrancábamos en mayo o junio, por ahí, y hacíamos
comidas donde cada uno hacía catarsis, y puteaba lo que tenía que putear, o se
cagaba de risa de lo que se quería cagar de risa, y ahí surgían las ideas, y
los “¡Pah, estaría bueno hablar de esto!”. Eso después se va encuadrando en lo
que termina siendo el espectáculo. Con el paso de los años se fueron definiendo
algunos roles, y quedamos como más estáticos. Se confiaba en algunos compañeros
puntuales, aunque siempre la murga funcionó en colectivo. Este año armamos como
una especie de comisión que está tratando de convocar al resto para salir. Hace
poco convocamos e hicimos un guiso en casa, y manejamos disparadores, tiramos
ideas, y de ahí quedaron cosas, que ahora un grupo más pequeño está bajando a
tierra, y laburando con eso. No se da que arranquemos con una idea general, o
título, siempre surge el “Yo quiero hablar de esto, que es lo que me moviliza”,
pero el hilo conductor puede venir, nosotros si no teníamos le
inventábamos uno de los pelos. Ahora nosotros estamos hablando de determinadas
cosas, y nos dimos cuenta que un tema recurrente es el equilibrio. Se da en las
redes sociales más que nada, el que alguien opine algo, y todos vayan para ese
lado, pero salta otro diciendo otra cosa, y enseguida cambiamos de opinión. No
hay un término medio, sino extremos. En breve llamaremos al resto de la barra
para definir ideas”.
¿LA MOJIGATA TIENE SU PROPIO ESTILO MURGUERO?
“Para un artista es el mejor elogio. Que te diga “Esto es La
Mojigata”, incluso gente a la que no le gusta la murga, quiere decir que
hiciste algo propio, genuino. Para mí así tiene que ser el arte. Ser lo que sos
vos. En otros años nos decían “A esta letra cantada por otro coro, le iría mejor
en el concurso”. Pero vos le das esa letra a otro coro, y va a ser otra cosa.
Hay un 50% que es la interpretación que le pongas arriba del escenario. Llamás
a 17 cantores que interpreten ese libreto, y no es lo mismo. Siempre fue una
preocupación de nosotros hacer algo genuino, respetando al género, y no.
Quienes salimos en La Mojigata desde hace años, conocemos los códigos del
género, y miramos carnaval desde chicos, así que no planteamos nuestros espectáculos
desde la ignorancia, sino que es una búsqueda, y como toda búsqueda hay años
que están divinos, y hay años que los sufrís, muy herméticos, y con
espectáculos que no se entendían. Si ser genuino, implica que te diferencies
del resto, mucho mejor. Tratamos de asumir ese riesgo. Hemos tenido años muy
buenos en cuanto a la comunicación con la gente, y otros años que no. Nosotros
jodemos que los años pares han sido los más disfrutables para el público,
aunque en 2006 y 2012 no tanto, y los años más rígidos han sido los impares.
Ahora se viene un año impar (risas). Incluso hemos identificado algún año par
pero con modalidad impar- El 2012 es un ejemplo. Tenemos que tratar de que eso
de que la murga sea referente para otras, no nos pese. Si salís con la de “La
Mojigata tiene que ser esto”, estás frito. Ya en los últimos años nos pasaba de
decir “Hay cosas que no podemos hacer”, y no está bueno. ¿Por qué no podemos hacer
un cuplé que haga todo el mundo? Entrás en una pelea contigo mismo. Lo que
estamos tratando de mantener es el ser libres a la hora de crear”.
¿QUÉ COSAS SE MANTIENEN EN EL GRUPO DESDE 1998, Y QUÉ
CAMBIOS IMPORTANTES SE HAN DADO?
“Permanece mucha gente del grupo, y hay un núcleo que sigue
en la vuelta. Se mantiene una cuestión horizontal a la hora de armar un
colectivo. Y lo que cambió es que pedíamos la participación constante de todo
el mundo, y nos dimos cuenta de que eso no se da en los hechos, y hay gente que
tiene otras expectativas y prioridades. Entonces si yo puedo dedicarle más
tiempo, y vos no, entonces aceptá que voy a tener más derechos a la hora de
decidir, pero contigo está todo bien. Eso se fue dando, y es sano. Ha habido un
cambio en lo artístico también, tratando de que los espectáculos se entiendan. Queremos
ir más a lo simple, y que haya una claridad en el mensaje. Hay murgas a las que
admiro por cómo logran que se comprenda lo que quieren transmitir, como La Gran
Muñeca, Cayó la Cabra, Queso Magro, etc. Después del 2009 tratamos de
iniciarnos en esa búsqueda como prioridad. Este año queremos arrimarnos al
género, pero por otro lado queremos alejarnos, va a ser una mezcla”.
¿CUÁL HA SIDO EL CARNAVAL QUE MÁS DISFRUTASTE CON LA MURGA?
“Disfruté muchísimo toda la primera etapa de la murga. Desde
1999, que hicimos el taller con Pitufo (Edú Lombardo), hasta el 2002. También los dos primeros
años que hicimos carnaval. Un día abrimos los ojos y teníamos a nuestra murga
concursando, y haciendo tablados, cuando ninguno de nosotros había hecho
carnaval antes. Además en esos años fuimos reconocidos por un montón de gente,
y la murga gustó pila. Aparte decíamos cosas que queríamos decir, entonces era
como “el sueño del pibe”, con el agregado de que la murga había sido armada por
nosotros. Artísticamente me han gustado algunas cosas más que otras. El
espectáculo que hicimos en 2002 fue muy bueno, pero el del 2004 me parece el
más disfrutable. Ese año el nivel que tenía la propuesta de la murga era
contundente. Aparte en el 2001 y el 2002, éramos como la murga mimada, ya en el
2003, nos empezaban a mirar de reojo, pero el 2004 estuvo buenísimo. De un
tiempo a esta parte yo ya no lo podía disfrutar, porque es como todo, un grupo
que viene trabajando desde hace años, y se conoce mucho, en donde pasan cosas.
En los últimos años me tendría que haber ido, y no pude tomar distancia. De
hecho una vez planteé, y después me arrepentí, no salí tocando, pero estaba con
los gurises todos los días. En el espectáculo del año 2010 me gustó mucho la
forma en la que decíamos algunas cosas, y tenía su punto de contacto con el de
2004 porque era muy lúdico. Además ese año teníamos como prioridad mantener la
murga, porque en el 2009 sufrimos muchos cambios a nivel de integrantes, y
encima fue premiado el texto, cuando nunca antes habíamos recibido una
distinción”.
¿QUÉ SIGNIFICA LA MOJIGATA PARA TU VIDA?
“Queda chico decir que es una parte importante en mi vida.
Ha sido una escuela para desempeñarme en lo que hago, y un lugar que me abrió
pila de puertas. Por eso estamos enroscados en salir de vuelta. Si me lo
hubiese imaginado antes, no sé si lo hubiese imaginado también. Es una barra de
gente que termina haciendo un producto artístico, que se juntó de rebote, y ha
generado un espacio a lo largo de los años. Además me ha permitido incursionar
en otras cosas, “Pocas Nueces” surge de La Mojigata, porque nos conocimos ahí o
en esa vuelta. Pila de gente lo adoptó como mi apellido “Nacho de La Mojigata”
(Risas). Es increíble. Me hubiese gustado cuidar a la murga más en algún
momento. Si me pongo a pensar un poco más, me emociono mucho. Aprendo todo el
tiempo, y este proceso me obliga a pensar en cosas que van más allá del
carnaval, en cómo pararme frente a la vida, tratando de ser mejor persona. Saber
que este sentimiento es compartido por más gente le da sentido a todo”.
Gracias Moji por volver... se te extrañaba!
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