SOCIEDAD ANÓNIMA
Veintisiete años de humor y travesía datan desde su origen. Un camino
extenso que ha cosechado distintos momentos y sensaciones. Con "Los Gauchos
Patones" como estandarte, el departamento de San José ha dado vida a uno de los
hitos del carnaval uruguayo que aún mantiene su vigencia. Manejando un código
humorístico particular, y transmitiendo un mensaje detrás de la risa, “Sociedad
Anónima” recorre los escenarios carnavaleros una vez más en este 2017. Carlos
Barceló, director responsable, letrista, y parte fundamental del elenco,
dispuso de unos minutos para hablar de diferentes temas que hacen a la actualidad
y el recorrido de un conjunto que vive cada actuación como “una reunión familiar”.
¿CÓMO SE VIVIÓ EL PROCESO CREATIVO Y DE ENSAYOS DE CARA A
ESTE ESPECTÁCULO?
“Más allá de que año a año es distinto, y esa es una de sus
características, existen patrones generales que se mantienen. Cada año tiene
sus peculiaridades, pero algunas etapas del proceso, a veces más largas, a
veces más cortas, se dan con cierta generalidad. Eso nos permite llevar a cabo
una dinámica que repetimos a lo largo del tiempo. La misma dinámica nos ofrece
integrar gente nueva, incluso tomando protagonismo en la faceta creativa y
actoral, pero sin perder nuestra esencia. Hay un tiempo de preparación de la
idea que después se presenta al colectivo, y la realizamos o no dependiendo del
entusiasmo y la identificación que despierte en el colectivo. Cuando esto pasa
enseguida que termina carnaval o en invierno, hay más tiempo para trabajarlo.
Luego ya en enero el proceso toma otro vértigo. En los viajes conversamos, y en las actuaciones
probamos. Hay cosas que surgen espontáneamente y sin mucha planificación. O hay
cosas a las que no les tenemos mucha confianza, que luego empiezan a resonar en
la gente y reclaman su lugar. La actuación es un acto de comunicación en
esencia, y el período de preparación es la suma de muchos actos de comunicación”.
¿IMAGINASTE ALGUNA VEZ QUE EL CONJUNTO PODÍA TENER ESTE
RECORRIDO EN CARNAVAL?
“Es como cuando vas caminando en la sierra, después de
comer. Y te vas con tus compañeros para allá, y de repente alguno se cansa o
mira para el costado. O vas avanzando y ves otro cerro al costado, y otra
elevación que está más buena, o un camino que veías lindo, y resulta que estaba
rodeado de arbolitos espinosos; entonces te das cuenta que para ahí no vas a
ir. Vas cambiando el trajinar con el grupo. Cambia sobre todo porque cuando
llegás a determinado punto del recorrido, ves otros lugares que antes no veías.
Cosas que antes no te parecían importantes, pasan a ser sustentos de planes posteriores o
realizaciones grupales. Al principio compartir un hecho artístico con gente con
la que uno lo pasa bien es algo natural, pero cuando va pasando el tiempo se
trasforma en un objetivo. Es hermoso disfrutar de compartir el escenario con
los compañeros, y sacarte fotos con el que hacía tiempo que no lo veías, y te
estaba esperando en el tablado. Todas esas cosas van haciendo que el camino te
vaya mostrando nuevos objetivos. Y hay otras cosas que nos han pasado que nunca
las imaginamos, como tener un vehículo propio, por ejemplo. Eso nos permite
poder cumplir con muchas actuaciones a lo largo y ancho del país, y no perder dinero,
cuidando el presupuesto”.
¿QUÉ MOMENTOS PERDURAN EN TU RETINA COMO LOS MÁS
DISFRUTABLES CON EL CONJUNTO?
“Lo bueno es que son muchos, y que ha habido mucha gente en
este proceso. Encontrarme con mis hermanos primero, y con mis hijas después arriba
del escenario. Esos fueron momentos preciosos. Estaba bueno pensar en hacerlo,
y estuvo mucho mejor concretarlo. Terminó significando mucho a nivel artístico
también. Por ejemplo, un día estoy explicando al grupo una idea del
espectáculo, y veía las caras concentradas de ellos. Y en ese paneo que uno va
haciendo cuando lo escuchan, de repente me encuentro con los ojos de Paula, y
un poco después con los de Serrana. Y no eran mis hijas con las que estaba
hablando de un tema familiar, si no que habían iniciado un camino para estar en
otro lugar. Hubo un año que después del filtro en el desfile, hicimos un
partido de fútbol en la calle. Estaban los mismos que seguían con los usos y
costumbres de la dictadura, y habían provocado una represión muy violenta e
incluso muertes. Hacía de juez, y me di el gusto de sacarles la tarjeta roja.
Ese momento de comprensión por parte de la gente que estaba en el desfile, y
mis compañeros, fue maravilloso. Podría
elegir 30 o 40 momentos, porque Sociedad Anónima es un lugar para decir cosas,
y reencontrarse con amigos con los que no nos reencontraríamos. Es una herramienta
para poder ayudar en causas importantes, como nos ha pasado miles de veces con
cooperativas de vivienda, y visibilizando problemáticas que se exponen junto a
una actuación nuestra, etc. Hemos apoyado a conuntos nuevos que se gestan en el
interior también. Esos mismos conjuntos se apoyan en lo que hemos recorrido
para cargar las pilas, y que el colectivo social empiece a mirar al proyecto
con otros ojos de cara al futuro. También te pasa de que te llame un hincha del
conjunto para que actúes en el cumpleaños de su mamà, y te dice: “Posiblemente
sea el último cumpleaños de ella, y le encanta el grupo”. Entonces vas con otra
responsabilidad a esa actuación, y empezás con un nudo en la garganta pero
terminás con el corazón agradecido por poder brindarte. Son cosas que se van
dando, y que te llenan la vida”.
¿CUÁNTO ESPACIO OCUPA EL CONCURSO EN SOCIEDAD ANÓNIMA?
“El concurso se dimensiona distinto, pero al mismo tiempo es
tremendamente significativo. Nosotros fuimos invitados al Festival de Durazno,
por ejemplo, por la relevancia y repercusión que hemos recibido a través del
concurso. Concursar es parecido a ir a trabajar un día que no querés, pero con
el sueldo de fin de mes bancás una casa, comés. La comparación es bien válida,
porque el trabajo en general a todos nos gusta, pero tiene momentos en los que
por diferentes cosas uno lo detesta. Cuando sentís injusto lo que cobrás, o
cuando hay un día en el que en vez de trabajar, querrías estar haciendo otra
cosa. En el concurso ves situaciones que te parece que no están buenas, y ves
que hay gente a la que le resulta más fácil hacer algunas cosas y ser bien
aceptada, y de repente sentís que te exigen mucho más. Podemos sentir que hay
cosas que hacemos en el concurso que están buenísimas y las menosprecian. Eso
nos pasa. Pero en ese concurso también hay un jurado que se prepara, y trabaja
seriamente; que te va a dar una señal de por dónde podés mejorar tu
espectáculo. De la mano de algo que te complica, hay un montón de bendiciones;
hay que saberlas ver. Puteamos a veces con el concurso, no nos gustaría tenerlo
en las características en las que se encuentra, pero si no estuviera lo extrañaríamos
horriblemente”.
¿QUÉ ES LO QUE EL GRUPO DISFRUTA MÁS DE SALIR EN CARNAVAL?
“Disfrutamos mucho del momento en el que lo que armamos
provoca rosa en la gente. Ese momento de alegría compartida. Que se parece a
cuando eras gurí, y esuchabas como un tío contaba un chiste de Landriscina, del
que ya sabías el final, pero lo esuchabas porque te encantaba cómo él lo
contaba. No importaba si era la quinta vez que lo iba a contar, porque igual te
arrimabas para compartir ese momento. O escuchar a la tía haciendo chistes a
modo de rezongo con los más jóvenes. Esos momentos son mágicos, como un gran
abrazo. Las actuaciones son como una reunión familiar”.
SI SOCIEDAD ANÓNIMA FUERA UNA FOTO, ¿QUÉ HABRÍA EN ELLA?
“Habría unas patas de polifón (risas). Mucha gente también,
más allá de la que sale en escena. Serían unas 30 o 40 personas. Algunos de
ellos serían gente que salió en otros años, y que ahora se arrima desde otro
lugar. Siempre hay compañeros que hace dos, tres o diez años que no salen en el
conjunto, y nos van a ver al Teatro de Verano. Sería una linda forma de que esa
foto, que es un instante, tuviera una historia".
DISFRUTÁ DE LA ACTUACIÓN DE SOCIEDAD ANÓNIMA EN LA PRIMERA RUEDA DEL CONCURSO OFICIAL:
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