lunes, 20 de junio de 2016

PÁGINAS DE MOMO - IGNACIO ALONSO





Luego de algunos años en los que la base de sus integrantes tuvo “experiencias por otros lados”, vinculándose y saliendo con otros conjuntos en la fiesta de momo, La Mojigata retornará para participar de la Prueba de Admisión de cara al Carnaval 2017. Es maravilloso lo que el arte es capaz de generar en las personas, e Ignacio Alonso es una muestra de ello. La murga que se originara en el año 1998 a través de un taller del TUMP brindado por Edú Lombardo, es su casa. “No hay un día en el que no haya pensado en La Mojigata”, manifestó off the record, para luego retractarse “En realidad, el día en el que nació mi hija probablemente no haya pensado en la murga”, confesó entre risas. La charla referente a la vuelta de un conjunto influyente a la hora de plantear sus espectáculos, y que forma parte de una movida que revolucionó las formas de decir dentro del carnaval montevideano, merodeó por varios momentos y lugares. Pero el principio es el principio, y todo tiene un por qué.



¿A QUÉ SE DEBE LA VUELTA DE LA MOJIGATA A DAR LA PRUEBA DE ADMISIÓN? ¿QUÉ FUE LO QUE MOTIVÓ LA DECISIÓN?

“Desde el último año que salimos, varios compañeros quedamos vinculados. Habíamos intentado volver el año pasado, pero no se dio, y quedamos para intentarlo este año. Hasta hace un par de semanas no se sabía nada sobre el tema porque estábamos buscando gente, pero ahora está más definido. El género está buenísimo para expresarse y decir cosas, más allá de que intentamos ir por otros caminos. Algunos de nosotros tuvimos experiencias por otros lados, y llega un momento en el que decís “quiero volver a ahí, soy eso”. Cada vez es más difícil la autogestión, pero acá hay que estar en todos los detalles, porque es nuestra murga, y te motiva. Ahora estamos todos con hijos, y son todos chicos. Son de 5, 4 o 3 años, y los más grandes tienen 8 o 9, y la mayoría de ellos no tiene recuerdos de la murga. Que nuestros hijos nos vean, y vayan a los ensayos, está buenísimo. Además es un lugar de encuentro para ellos mismos. Hay un montón de motivos para la vuelta”.

LA EXPERIENCIA DEL PROCESO CREATIVO

“Antes arrancábamos en mayo o junio, por ahí, y hacíamos comidas donde cada uno hacía catarsis, y puteaba lo que tenía que putear, o se cagaba de risa de lo que se quería cagar de risa, y ahí surgían las ideas, y los “¡Pah, estaría bueno hablar de esto!”. Eso después se va encuadrando en lo que termina siendo el espectáculo. Con el paso de los años se fueron definiendo algunos roles, y quedamos como más estáticos. Se confiaba en algunos compañeros puntuales, aunque siempre la murga funcionó en colectivo. Este año armamos como una especie de comisión que está tratando de convocar al resto para salir. Hace poco convocamos e hicimos un guiso en casa, y manejamos disparadores, tiramos ideas, y de ahí quedaron cosas, que ahora un grupo más pequeño está bajando a tierra, y laburando con eso. No se da que arranquemos con una idea general, o título, siempre surge el “Yo quiero hablar de esto, que es lo que me moviliza”, pero el hilo conductor puede venir, nosotros si no teníamos le inventábamos uno de los pelos. Ahora nosotros estamos hablando de determinadas cosas, y nos dimos cuenta que un tema recurrente es el equilibrio. Se da en las redes sociales más que nada, el que alguien opine algo, y todos vayan para ese lado, pero salta otro diciendo otra cosa, y enseguida cambiamos de opinión. No hay un término medio, sino extremos. En breve llamaremos al resto de la barra para definir ideas”.

¿LA MOJIGATA TIENE SU PROPIO ESTILO MURGUERO?

“Para un artista es el mejor elogio. Que te diga “Esto es La Mojigata”, incluso gente a la que no le gusta la murga, quiere decir que hiciste algo propio, genuino. Para mí así tiene que ser el arte. Ser lo que sos vos. En otros años nos decían “A esta letra cantada por otro coro, le iría mejor en el concurso”. Pero vos le das esa letra a otro coro, y va a ser otra cosa. Hay un 50% que es la interpretación que le pongas arriba del escenario. Llamás a 17 cantores que interpreten ese libreto, y no es lo mismo. Siempre fue una preocupación de nosotros hacer algo genuino, respetando al género, y no. Quienes salimos en La Mojigata desde hace años, conocemos los códigos del género, y miramos carnaval desde chicos, así que no planteamos nuestros espectáculos desde la ignorancia, sino que es una búsqueda, y como toda búsqueda hay años que están divinos, y hay años que los sufrís, muy herméticos, y con espectáculos que no se entendían. Si ser genuino, implica que te diferencies del resto, mucho mejor. Tratamos de asumir ese riesgo. Hemos tenido años muy buenos en cuanto a la comunicación con la gente, y otros años que no. Nosotros jodemos que los años pares han sido los más disfrutables para el público, aunque en 2006 y 2012 no tanto, y los años más rígidos han sido los impares. Ahora se viene un año impar (risas). Incluso hemos identificado algún año par pero con modalidad impar- El 2012 es un ejemplo. Tenemos que tratar de que eso de que la murga sea referente para otras, no nos pese. Si salís con la de “La Mojigata tiene que ser esto”, estás frito. Ya en los últimos años nos pasaba de decir “Hay cosas que no podemos hacer”, y no está bueno. ¿Por qué no podemos hacer un cuplé que haga todo el mundo? Entrás en una pelea contigo mismo. Lo que estamos tratando de mantener es el ser libres a la hora de crear”.

¿QUÉ COSAS SE MANTIENEN EN EL GRUPO DESDE 1998, Y QUÉ CAMBIOS IMPORTANTES SE HAN DADO?

“Permanece mucha gente del grupo, y hay un núcleo que sigue en la vuelta. Se mantiene una cuestión horizontal a la hora de armar un colectivo. Y lo que cambió es que pedíamos la participación constante de todo el mundo, y nos dimos cuenta de que eso no se da en los hechos, y hay gente que tiene otras expectativas y prioridades. Entonces si yo puedo dedicarle más tiempo, y vos no, entonces aceptá que voy a tener más derechos a la hora de decidir, pero contigo está todo bien. Eso se fue dando, y es sano. Ha habido un cambio en lo artístico también, tratando de que los espectáculos se entiendan. Queremos ir más a lo simple, y que haya una claridad en el mensaje. Hay murgas a las que admiro por cómo logran que se comprenda lo que quieren transmitir, como La Gran Muñeca, Cayó la Cabra, Queso Magro, etc. Después del 2009 tratamos de iniciarnos en esa búsqueda como prioridad. Este año queremos arrimarnos al género, pero por otro lado queremos alejarnos, va a ser una mezcla”.

¿CUÁL HA SIDO EL CARNAVAL QUE MÁS DISFRUTASTE CON LA MURGA?

“Disfruté muchísimo toda la primera etapa de la murga. Desde 1999, que hicimos el taller con Pitufo (Edú Lombardo), hasta el 2002. También los dos primeros años que hicimos carnaval. Un día abrimos los ojos y teníamos a nuestra murga concursando, y haciendo tablados, cuando ninguno de nosotros había hecho carnaval antes. Además en esos años fuimos reconocidos por un montón de gente, y la murga gustó pila. Aparte decíamos cosas que queríamos decir, entonces era como “el sueño del pibe”, con el agregado de que la murga había sido armada por nosotros. Artísticamente me han gustado algunas cosas más que otras. El espectáculo que hicimos en 2002 fue muy bueno, pero el del 2004 me parece el más disfrutable. Ese año el nivel que tenía la propuesta de la murga era contundente. Aparte en el 2001 y el 2002, éramos como la murga mimada, ya en el 2003, nos empezaban a mirar de reojo, pero el 2004 estuvo buenísimo. De un tiempo a esta parte yo ya no lo podía disfrutar, porque es como todo, un grupo que viene trabajando desde hace años, y se conoce mucho, en donde pasan cosas. En los últimos años me tendría que haber ido, y no pude tomar distancia. De hecho una vez planteé, y después me arrepentí, no salí tocando, pero estaba con los gurises todos los días. En el espectáculo del año 2010 me gustó mucho la forma en la que decíamos algunas cosas, y tenía su punto de contacto con el de 2004 porque era muy lúdico. Además ese año teníamos como prioridad mantener la murga, porque en el 2009 sufrimos muchos cambios a nivel de integrantes, y encima fue premiado el texto, cuando nunca antes habíamos recibido una distinción”.

¿QUÉ SIGNIFICA LA MOJIGATA PARA TU VIDA?


“Queda chico decir que es una parte importante en mi vida. Ha sido una escuela para desempeñarme en lo que hago, y un lugar que me abrió pila de puertas. Por eso estamos enroscados en salir de vuelta. Si me lo hubiese imaginado antes, no sé si lo hubiese imaginado también. Es una barra de gente que termina haciendo un producto artístico, que se juntó de rebote, y ha generado un espacio a lo largo de los años. Además me ha permitido incursionar en otras cosas, “Pocas Nueces” surge de La Mojigata, porque nos conocimos ahí o en esa vuelta. Pila de gente lo adoptó como mi apellido “Nacho de La Mojigata” (Risas). Es increíble. Me hubiese gustado cuidar a la murga más en algún momento. Si me pongo a pensar un poco más, me emociono mucho. Aprendo todo el tiempo, y este proceso me obliga a pensar en cosas que van más allá del carnaval, en cómo pararme frente a la vida, tratando de ser mejor persona. Saber que este sentimiento es compartido por más gente le da sentido a todo”. 

miércoles, 15 de junio de 2016

PÁGINAS DE MOMO - EDÚ LOMBARDO





Un largo camino ha transitado aquel gurí que formara parte, y fundara la murga “El Firulete” en el Barrio montevideano de Sayago, y luego debutara en Carnaval con dos platillos en sus manos en la murga de las cuatro estaciones, Falta y Resto, para después comenzar a consolidar su  marca registrada en el antiguo Firulete, ya devenido en Contrafarsa, donde cosechó la mayor cantidad de éxitos. También ha integrado otros títulos como La Gran Muñeca, La Matinée,  Asaltantes con Patente, y el próximo carnaval lo verá desde arriba de las tablas en otro como Don Timoteo, murga a la que “hace muchos años atrás le había dicho que no”. A sus 50 años de edad, Edú “Pitufo” Lombardo, no quiere “cargar con ninguna mochila”, y escapa a la parafernalia que lo rodea en torno a su regreso. Tanto la fiesta de momo, como su experiencia en solitario como músico, fueron protagonistas de una charla sumamente agradable.  

¿QUÉ TE LLEVA A VOLVER A SALIR EN CARNAVAL, Y QUÉ EXPECTATIVAS TENÉS CON “DON TIMOTEO”?

“Lo que me lleva a salir en carnaval es haber tenido tiempo de descanso, por suerte, haciendo otras cosas, y dedicándole tiempo a mi familia. Tengo muchas ganas hace ya un par de años. Cumplí 50 años este marzo, y quiero festejarlos todos los días, y saliendo en carnaval también con dos de mis compinches queridos que  son Marcel Keoroglián y Pinocho (Pablo) Routin, y con toda la barra de Don Timoteo que son divinos, y generaciones más jóvenes con las que quiero compartir. Además, hace muchos años atrás me habían invitado a salir en Don Timoteo, y había dicho que no. Por otro lado hay una parte que es la que nunca se habla, pero la remuneración está buena, y todo eso suma para poder salir. No hay ningún motivo más importante que otro, si no que se complementan. Conozco a la barra, y a muchos gurises que están, porque algunos fueron alumnos de talleres míos, a otros los admiro de verlos en Carnaval, y con Ronald (Arismendi) ya había salido”.

¿CÓMO HAS VISTO AL CARNAVAL DURANTE ESTE TIEMPO EN EL QUE NO HAS SALIDO?

“Todos los años hay murgas que están buenas, otras que más o menos, y otras que no. Es importante tener en cuenta la fiesta, y no solamente el concurso. Disfrutar de los tablados, y de la fiesta popular que creo que es lo más importante. El concurso está bueno porque le da una cuota folclórica que es interesante, sobre todo si te reís. Si lo padecés, no. Quiero salir y divertirme, ya tengo 50 años, y no soy un gurí. Siempre me tomé en serio lo que he hecho artísticamente. No quiero cargar con ninguna mochila. Sé que soy un nombre, aunque es horrible la palabra, importante en el carnaval, pero quiero salir a disfrutar y a pasarla bien. Si a la gente le gusta el espectáculo, tarea cumplida, y si encima llegás a colocarte en la tabla lo mejor que puedas, bárbaro, pero no es el fin”.

¿CÓMO SE ENCARA EL PROCESO CREATIVO A LA HORA DE ARMAR UN ESPECTÁCULO?

“El proceso creativo se encara trabajando a muerte. Siempre muta un poco, pero algunas cosas quedan, y las sigo trabajando igual. Los equipos técnicos son diferentes, y por eso hay que trabajar de distinta manera. También hay que ayornarse, y aprendés mucho en ese camino. Este año salgo con gente con la que ya había trabajado, y otra que no. Eso está bueno, porque ya hay un camino andado con algunos, pero otros son nuevos”.

¿CUÁL ES EL CARNAVAL QUE MÁS HAS DISFRUTADO?

“He disfrutado de todos los carnavales. Esto lo hago porque me gusta. Cuando uno está más por fuera de la cuestión competitiva, lo disfruta más. Cuando me puse el traje por primera vez en 1984 con Falta y Resto, fue lo más maravilloso. Desde el lugar artístico, el año 2000 con Contrafarsa fue muy bueno también”.

“QUE NO SE PIERDA EL ALMA”

“El Carnaval se ha enriquecido en que los espectáculos tienen muy buen nivel de luces, vestuario, y sonido. Lo que está bueno es que no se pierda el alma, y que no sea una cuestión de apariencia. Hay que pensar en el arte y no en la competencia. El arte está primero y es lo único que perdura, lo otro no”.

SU VÍNCULO CON OTROS ARTISTAS E INFLUENCIAS

“Me siento muy feliz. Desde la década del 80 pasé por “Los que iban cantando”, con (Jorge) Lazzaroff, (Jorge) Bonaldi, y (Luis) Trochón. También he trabajado con Mariana Ingold, Ruben Olivera, Mauricio Ubal, Jorge Drexler, Fernando Cabrera, Larbanois - Carrero, Jaime Roos, Ruben Rada. No puedo pedir más nada. Hago mis canciones, y shows. Muchas veces me invitan a compartir, ahora mismo estoy como invitado en el espectáculo de Fernando Cabrera donde hacemos canciones de (Eduardo) Darnauchans y Eduardo Mateo. Me siento privilegiado. He tenido la oportunidad de telonear a grandes artistas como (Joaquín) Sabina y (Joan Manuel) Serrat, Mercedes Sosa, y Lenine, con quien compartí escenario también. Para mí es todo aprendizaje, y no me lo tomo como una  carrera, si no como un camino, el que le toca recorrer a cada uno. Hago lo que me gusta, y tengo el privilegio y la suerte de poder hacerlo. Mis padres me dieron esa libertad, y desde niño me lo tomé en serio. Hay que esforzarse, estudiar, y tener disciplina, siendo persistente. Las influencias evidentemente están. He conocido grandes artistas desde que era un gurí, y tenía once años. He tenido la suerte de estudiar con muchos de ellos, y compartir escenario con muchos otros. Forman parte de mi música, por supuesto”.

¿HAY ALGO QUE AÚN TENGAS EN EL TINTERO?


“Poder disfrutar mucho más de lo que hago. Porque a veces uno está en la máquina de que tiene que trabajar y hacer muchas cosas. Estamos en una época en la que todo el mundo está al palo, y el poder tomármelo con otra soda es lo que me falta”. 

jueves, 2 de junio de 2016

DESDE LA GESTIÓN - 
ASOCIACIÓN CIVIL MONTE DE LA FRANCESA



Si hay un fenómeno maravilloso que el carnaval contempla, es el trabajo colectivo. El hecho de esforzarse a la par con el compañero, e ir con él tras un objetivo determinado. La cultura, a través de nuestra máxima fiesta popular sirve como motor para este tipo de manifestaciones que se da totalmente en forma honoraria. En el barrio Colón, concretamente en la intersección de las calles Lanús e Iturbe, un grupo de vecinos dio vida a un sueño que sigue recorriendo su camino, pues con el paso del tiempo ha ido creciendo, y ganando adeptos. Cada febrero, el resultado de un barrio identificado con un proyecto, abre sus puertas a la fiesta de momo bajo la forma de escenario popular. Un espacio donde se prioriza la inclusión, y la participación vecinal, con lineamientos de trabajo claros, y donde se respira la premisa de que “Ninguno de nosotros es tan bueno como todos nosotros juntos”. La comisión de vecinos que conforma la Asociación Civil Monte de la Francesa, tuvo la buena predisposición de charlar. Sus integrantes Luis Guerreiro, Juan Luís González, Mariana Rodríguez y Shirley Carvallo, detallaron con sus palabras la gran voluntad que supone gestionar un tablado que se ha posicionado en la escena carnavalera, y cosecha sus frutos con el paso de los años.


¿A RAÍZ DE QUÉ SURGIÓ LA INQUIETUD DE CREAR ESTE ESPACIO TAN REPRESENTATIVO PARA EL BARRIO?

LUIS: “Empezamos a juntarnos distintas organizaciones sociales en 1997. En aquel momento era para hacer un proyecto de parquización, en la esquina de Carve, Cacupé y Perfecto Giot. Se juntaron distintas comisiones vecinales para trabajar por ese espacio. Paralelamente surgió alguna inquietud de los vecinos de la Cooperativa 6 de Mayo, interesándose por este espacio, que era representativo en la zona pero estaba venido a menos, y había dejado de funcionar por diferentes motivos. Nos enteramos de que había un informe técnico hecho por un arquitecto de la Intendencia que decía que era más barato demolerlo que recuperarlo. En el año 2000, Gonzalo Carámbula, que era el director del Departamento de Cultura de la IM, lanzó un programa de presentación de proyectos sociales, culturales o deportivos, que incluía determinada cantidad de dinero para recuperar espacios promovidos por la comunidad. Se presentaron 18 proyectos por parte de los distintos Centros Comunales, y el nuestro fue electo dentro de los primeros 10. Formamos la Asociación Civil. Se hicieron jornadas de limpieza, y de apuntalamiento abajo del escenario. Se trabajó tanto con un arquitecto como con un ingeniero civil, que luego de hacer varios estudios, determinaron que haciéndole determinadas reparaciones, el lugar no representaba ningún peligro de derrumbe. La zona sintió como propia a la construcción, porque anhelaba un lugar de encuentro para generar cultura. Por eso entendimos que ha funcionado, porque en aquel momento la situación del país estaba bastante complicada y había una efervescencia de trabajo comunitario, y participación vecinal. Había que reivindicar al Monte de la Francesa, y terminar con la historia negra del lugar a través del apoyo de la gente. Concretando la Asociación Civil, y a través de la firma del convenio de gestión con la IM, y el Presupuesto Participativo que era una forma de participación nueva, se pudieron cumplir varios objetivos. Se logró parquizar el predio, tener los baños para discapacitados, una buena iluminación, etc”.


LA HISTORIA DEL LUGAR

JUAN: “Hace 35 0 40 años se hacían algunas cosas esporádicas en el Monte de la Francesa. Trabajaron Leones y Rotarios. Se obsequiaban juguetes en el día de reyes, durante toda la tarde. Venía gente de todos los barrios. A veces había espectáculos también. El Centro Comercial colaboró económicamente, no había tejido, había pasto muy alto. Durante muchos años en la época de la dictadura se realizó el pesebre viviente de Colón. Además se eligieron Reinas de la Primavera, y Reinas de la Vendimia. Las actividades se realizaban con entrada libre, y la disposición de las luces se preparaba para esos días puntuales porque el lugar no contaba con red lumínica. Recuerdo estas cosas porque las animé, y he estado ayudando. Nunca hubo una base o un cimiento tan importante a nivel organizativo como ahora. En aquel momento era todo más informal, y era más como usar un predio de los tantos que había en la zona. Hoy por hoy, no sé si en todo Colón o adyacencias alguna vez hubo una comisión que haya trabajado así, y encima desinteresadamente. Esto es un trabajo en equipo, donde todos somos importantes, y ya hay una base que hace que no pare. Cambiará de caras, pero no la estructura. Es un lugar conocido por todo Colón y alrededores, y no hay quien no lo valore. Es un teatro al aire libre con mucha trascendencia, y si vas por otros barrios quieren imitar lo que se hizo acá, y han venido a entrevistarse para saber cómo se trabaja para llegar a esto. Al barrio Colón le gusta todo lo que es el movimiento y el espectáculo, ya desde la época en la que el único tablado era el del Club Olimpia. El Monte de la Francesa tiene un futuro muy grande, y quedan más cosas por hacer todavía”.

UN PROYECTO QUE NO PARA

MARIANA: “El proyecto desde un principio fue más grande que lo que hoy abarca. Abarcaba todo lo que tiene que ver con el teatro, el Centro Cultural, y la recuperación de los parques. En aquel convenio que se hizo con la IM, ellos decidieron que lo que se pretendía hacer en los parques no podía estar contemplado dentro de él, y en ese momento fue lo mejor porque quizás era demasiado. De todas maneras hemos estado trabajando en este tema a través de los Presupuestos Participativos, con proyectos presentados por la Asociación y apoyados por los vecinos”.

SHIRLEY: “Todos los que estamos acá creemos mucho en el proyecto, y eso hace que personas muy diferentes tengamos ganas de trabajar con un mismo fin. La idea es vincularse con la gente, que sabe que acá se va a hacer lo mejor para el barrio, y se apropia del lugar, cuidándolo. Porque sabe que acá recibe beneficios. Todos los años se cambian las metas y nunca se terminan, porque hay que hacer cosas, y siempre hay algo más para mejorar. Ahora necesitamos un depósito, rampas para discapacitados, más gradas, iluminación, etc. El barrio apoya porque se siente respetado, y esto funciona gracias a él. El proyecto participativo que tenemos ahora es terminar las caminerías y la iluminación, que ya no son lo que eran antes, porque hay caminería para correr y luz, hay un guardaparque, juegos interactivos, unos murales muy bonitos que puso la Facultad de Bellas Artes, y todo el entorno cambió. También en un futuro queremos agrandar el escenario y la cantina, con dos hornos. Queremos bituminizar adelante del escenario para que cuando llueve pueda ser transitable esa parte, techar la platea, y muchas otras cosas. Acá se juntan como 60 personas que trabajan durante febrero solidariamente, no hay concesionados, y el dinero que se hace durante Carnaval se invierte en el teatro. La idea es que dentro de los recursos que tenemos, trabajemos cómodos, y con la seguridad que corresponde. Si bien a partir de este año la Red de Escenarios Populares en convenio con el Ministerio del Interior, contó con cierta guardia policial para el exterior de los tablados, nosotros nos encargamos de la seguridad dentro del lugar. No hemos tenido grandes problemas. No vendemos, ni dejamos consumir bebidas alcohólicas. El barrio se ha apropiado tanto del lugar, que la propia gente lo cuida, y te avisa “Se están subiendo arriba de la reja”, “Se pararon arriba del banco”, se genera el “Esto es mío. Vengo y disfruto,  entonces lo cuido”.

LUIS: “El proyecto nos pareció demasiado pretencioso desde un comienzo, y algunos objetivos creíamos que eran difíciles de alcanzar. Sin embargo se han cumplido muchos que tiene que ver con la limpieza y la seguridad. Cuando tenés claro a dónde querés llegar, no importa quién esté. Nos consideramos un hormiguero, donde cada uno cumple una función en pos de una tarea en común. En el grupo a veces pasa que nos confundimos, y pensamos que somos el rol que cumplimos,  pero es algo normal que se da en todos lados. La metodología de trabajo es la inclusión. Siempre se abre la cancha. Se discute lo que se va a hacer, y luego nos comprometemos a cumplir con eso que se discutió. La gente adquirió un sentido de identidad con la zona. Antes eras del Monte de la Francesa y era algo raro, y ahora sos del Monte de la Francesa, aunque todavía quedan vecinos que se quedaron con la historia negra del lugar. Es un espacio de encuentro y de inclusión para la familia. Desde el escenario avisamos que no vendemos alcohol, ni permitimos su ingreso, y es increíble el respeto con el que el vecino se lo toma, y te dice: “Mirá que el de al lado está tomando”. A nuestro entender no se necesita más nada que estar con el otro para pasarlo bien. Tampoco hacemos publicidades de alcohol y cigarros. Ha pasado que hemos encontrado a algún vecino fumando porro, y lo invitamos a que vaya a fumarlo afuera para que el vecino que no fuma haga uso de la libertad de respirar aire puro. Y quienes fuman no se sienten excluidos, y vuelven a entrar. Viene gente de todas las clases sociales, y respeta las normas de conducta. No se  precisa represión, sino inclusión y educación. El camino no es la imposición, si no el convencimiento. Esto es un proyecto autogestionado, nos vinculamos con otras instituciones pero tenemos la libertad de hacer uso de la última palabra, y no nos importa quedarnos sin carnaval si tenemos que enfrentamos a DAECPU o a la Intendencia, porque inventaremos otra cosa para que la gente pueda participar. No somos rehenes de presiones externas”.

“El proyecto abarca un Centro Cultural, y para serlo nos falta mucho todavía. Porque brindamos talleres de expresión, pintura, guitarra. Algunos son llevados a cabo por la Asociación (Civil), otros por el Programa Esquinas, y otros son totalmente honorarios, brindados por vecinos que destinan parte de su tiempo a transmitir su conocimiento, como los son el taller de fotografía y de gimnasia. Hay una tradición de participación vecinal. Esto es mucho más importante que quienes participemos. Pasaremos nosotros, y mañana vendrán  otros”.

JUAN: “Si existieran organizaciones como esta en todos los barrios no se necesitaría del gobierno para hacer cosas, para la vigilancia, y se prevendrían fenómenos sociales como la violencia. Nos hemos familiarizado con más de 3000 personas, y eso es un logro muy importante”.

LA TENDENCIA QUE ESTÁ CRECIENDO

LUIS: “Los escenarios populares funcionan en carnaval, pero trabajan durante todo el año, mediante el voluntariado y el trabajo honorario, y existe una adhesión a la sociedad multiplicada en horas de trabajo, y en obras que la comunidad necesita. La comisión del Tablado de Flor de Maroñas trabaja con la policlínica del barrio, el tablado del Parque de los Fogones tiene una organización social. Se ha sumado el plan piloto del Oriental de La Paz y La Macana sumándose a la Red de Escenarios Populares en este último carnaval. Nos hemos reunido con la gente de La Macana, y hemos intercambiado con ellos que tienen una cabeza nueva, y a su vez el Oriental es un club que quiere vincularse con lo social, y me parece un desafío que se ha cumplido. Cuando la gente se empodera termina siendo una amenaza para quienes ostentan el poder momentáneo, administrando Montevideo o el país”.

¿QUÉ SIGNIFICA EL MONTE DE LA FRANCESA PARA USTEDES?

SHIRLEY: “O te enamoraste del proyecto, o no estás. Acá venís a trabajar. Para todos nosotros es parte de nuestra vida cotidiana. Te da muchas satisfacciones. En el día del niño, le das un juguete a un chiquilín y no te importa si estás hace doce horas trabajando, y no has parado haciendo cosas durante el año. Ese tipos de caricias recibís. No hay una lógica, o creés en esto, o no. Hay gente que nos pregunta: “¿Vos vas a trabajar todas esas horas sin que te paguen?”. También tu familia tiene que creer contigo, porque en trabajo, reuniones, en venir a un taller, porque se invierte mucho tiempo en el que no estás con ella. Todos los días alguno de nosotros pasa un momentito por el Monte de la Francesa. El que se suma es porque cree. La gente se va diciendo “Que descansen, que pasen bien. Me encantó lo que hicieron allá (y te viene la crítica), hay que poner tal cosa ahí porque falta”. Entonces es más que gestionar un escenario de carnaval, porque el que se va, lo hace como cuando se va alguien a quien invitaste a tu casa. Cuando termina carnaval estamos muertos, porque son 16 jornadas de laburo que empezamos a trabajar desde diciembre, y además cada uno tiene su trabajo particular. Pero cuando recibís esas satisfacciones se te va todo el cansancio. Porque cumpliste la meta de que venga el vecino, disfrute, y sea tratado de igual a igual. Que pase una buena noche junto a su familia, y vea un buen espectáculo. Trabajamos para que el artista pueda brindar su mejor espectáculo, y para que el vecino pueda disfrutar del mejor espectáculo que ese artista puede dar. Defendemos que el artista tenga las mejores condiciones para actuar, pro también nos preocupamos por el vecino que pagó una entrada, y tiene derecho a que el artista haga bien su trabajo arriba del escenario”.


LUIS: “Hay una frase que dice “El que solo tiene aspiraciones personales, no comprende el sueño colectivo”. A esa frase la tenemos en una camiseta. Somos porque estamos acá, si no estuviéramos acá, no existiríamos. También hay otra con una leyenda “Ninguno de nosotros es tan bueno como todos nosotros juntos”. Eso es un sentimiento. Hay que pelear con los egos personales y las necesidades de reconocimiento. Nosotros terminamos carnaval y festejamos por la satisfacción que da la culminación de todo un trabajo que se realizó correctamente. Cuando eso ocurre sabemos que vamos a subsistir un año más”.