domingo, 26 de febrero de 2017

ENTRE BAMBALINAS

DIABLOS VERDES




La satisfacción de haber respirado el carnaval desde niño, y hoy vivirlo plenamente desde arriba del escenario. Su gusto por la música se ha transformado en un modo de vida, y el carnaval junto con el género marguero  en una de sus atesoradas pasiones. Años de aprendizaje y recorrido, de idas y vueltas, de compromiso con el arte y trabajo colectivo que lo han formado como artista, con la recordada Contrafarsa prendida en el corazón.  Hoy el camino lo sitúa en el Barrio montevideano de La teja, a cargo de la dirección escénica y los arreglos corales de una murga experiente como Los Diablos Verdes. Luego de haber incursionado en Momolandia dejando el sello de su trabajo a nivel arreglístico, hubo que afrontar un nuevo proceso creativo, sumando otro desafío. Sobre este y otros temas trató la charla con Diego Berardi.

¿CÓMO RECORDÁS A TU VÍNCULO CON EL CARNAVAL DESDE PEQUEÑO?

“Mi abuelo paterno era ventrílocuo en San José, y hacía carnaval en el departamento. A los 4 o 5 años le agarraba las escobas a mi madre, y hacía que tocaba la guitarra. A los siete años empecé a estudiar música. Mi abuelo siempre me hablaba del carnaval maragato, y me encantaba escuchar sus historias. Había una tía que nos llevaba al tablado, porque mis padres eran más de llevarme a los corsos. Íbamos tanto al de 18 de Julio como al de Colón, y en esa época los conjuntos que participaban en el Teatro de Verano, iban a los corsos barriales. Me encantaba el pomo de agua, mojaba a los cabezudos, etc. Ya de grande en el Liceo 9, formé parte del coro del liceo, y ahí conocí a Edén (Iturrioz), Carlos Melgarejo, etc. Armamos una murga donde estaba el  negro Ricardo Viera, y Schubert Giosa, y era una estudiantina. Se llamó “La del 9”. Yo tocaba el bombo, y Pablo Pereiro, quien fuera director de A Contramano, tocaba el redoblante. Nos anotamos en un concurso en La Paz. Luego llegó la invitación de Edén para salir en Contrafarsa, y también había hablado con Carlitos. Fuimos Ricardo, Schubert y yo. Tuvimos la suerte de quedar, y ahí empezó la pasión y el amor por el carnaval y la murga”.

¿QUÉ CREÉS QUE EL CARNAVAL HA GANADO CON EL TIEMPO, Y QUÉ HA PERDIDO?

“Se ganó mucho en cuanto a lo profesional. Los conjuntos se han esforzado por tener repertorios que sean universales, porque el carnaval se ve mucho en el mundo entero. A su vez, el vestuario, el maquillaje y las voces ha cambiado. Siempre se decía que antiguamente a las murgas no se les entendía lo que cantaban. Porque la mayoría de los murguistas eran canillitas y vendedores ambulantes, con una emisión muy nasal al torcer la boca, y así no se jodían la garganta. En esa época se vendían los libretos. Ya de los 80 para cá se le empezó a entender todo en las murgas. Ha venido mucha gente de teatro que le ha hecho muy bien al carnaval. Me acuerdo de Hugo Bardallo, que a mi entender fue el tipo que le cambió la cara al carnaval con respecto a la puesta en escena. Contrafarsa fue de las primeras murgas que incursionó en el tema de moverse, y utilizar todo el espacio del escenario. Antes durante el medio, la murga no tenía qué hacer mientras el personaje estaba cantando. Hoy por hoy, la puesta en escena acompaña mucho y viste los espectáculos. Se ganó mucho en cuanto a lo textual, y la manera de decir también. En la categoría de murgas se ha puesto de moda el hacer reir, que está bueno, y en el afán de hacer reir creo que se ha perdido un poquito la esencia de la categoría que es la crítica. Se ha perdido el tablado de barrio. Cada vez hay menos escenarios. Hay solo quince tablados populares, y cinco tablados comerciales. Antes para cualquier conjunto, hacer 80 tablados era muy fácil. Hoy en día no solo hay menos escenarios, si no que incide el factor climático, y hace que pierdas oportunidades de actuar. Habría que buscarle la vuelta para tener un carnaval con más tablados. Siempre e habla de que el carnavalero tendría que cobrar menos como solución, pero creo que los artistas somos los que terminamos cobrando menos durante la fiesta. Estaría buenísimo que cada conjunto pudiera hacer un mínimo de 60 o 70 tablados. Con Los Diablos empezamos a Ensayar hace cinco meses, pero hay conjuntos  que arrancaron antes porque dieron prueba de admisión. Todos queremos mostrar nuestro espectáculo. Hay conjuntos que hacen tablados populares, y algún que otro comercial, y con suerte hacen 30 tablados durante todo febrero. Y durante el año llegaste cansado del laburo, derecho a ensayar, y luego llegás a tu casa tardísimo. Capaz que ni ves a tu familia, y estás mal comido y mal dormido. Todo ese sacrificio debería verse recompensado en carnaval. Por otro lado, la televisión le ha hecho muy bien al carnaval, porque lo ha universalizado. Hay amigos en otras partes del mundo, que han conocido al carnaval uruguayo viéndolo en vivo a través de internet. Cuando estuve siete años viviendo en España, pude estar al tanto de lo que pasaba. Y eso estaba buenísimo”.

¿CÓMO SE DA TU LLEGADA A “LOS DIABLOS VERDES”?

“Mi llegada a Diablos Verdes se empieza a dar a través de una llamada de Pancho (Ruben) Cancela.  Me dijo “Me enteré que te fuiste de Momolandia, ¿Cómo te ves para dirigir a Los Diablos Verdes?. Le respondí: “Me encantaría. Estoy sin murga. Si me llaman y conversamos, estoy”. Luego nos juntamos con Rafael (González), y me dijo que hacía un par de años que tenía pensado que llegara al conjunto, pero que no le gusta robar componentes de otras murgas. Si bien habían conversaciones con Pancho, un día Edén me mandó un mensaje avisándome de que se había manejado mi nombre como posible incorporación a la murga”.

“UN BARRIO ATRÁS”

“En la época de Contrafarsa y Diablos verdes, a fines de los 90 y principios de los 2000, me juntaba a tomar mate con amigos que tenía en los Diablos. Empecé a hacer murga junto a Dino (Daniel) Lorenzón. Con Carlos Barrios y con Andrés había un feeling muy especial. Conocía a la historia de la murga. Tenía referencias de la murga a través de  Damián (Dewailly), y el Cachorro (Jorge) Ferrari, al igual que de Edén, por supuesto. Es una murga grande, y la única que tiene un barrio atrás que la sigue incondicionalmente”.

¿CON QUÉ GRUPO TE ENCONTRASTE?

“Me encontré con un grupo humano muy lindo, que ya venía trabajando con la misma base desde hace años. Este año nos sumamos cuatro integrantes. Gabriel López para la cuerda de segundos, el conejo (Álvaro) Pintos, y el Canario (Germán) Segredo, que venían a trabajar el medio, y yo. Ya conocía a Damián  y a Pablo (Barrios). Con Gabriel y con el Conejo había una amistad de años, y con el Canario habíamos salido tres años. A Agustín (Pittaluga) lo había visto en una fiesta de Nacional que fuimos a cantar, y no lo conocía tanto personalmente. A Jorge (Pérez) y Maxi (Pérez) de la batería los conocía hace muchos años, y este año conocí a Agustín (Pérez), que toca el redoblante, y es un divino. Me hicieron sentir como en mi casa desde el primer día en que llegué. Cuando hablé con Rafael, incluso le pregunté: “¿Qué pasa con el tema de que estuve en Contrafarsa?”, y me dijo “No pasa nada, Diego. Pitufo y Marcel (Keoroglián) ya trabajaron para la murga, y siempre estuvo todo bárbaro”.

“LA FIESTA PASA POR OTRO LADO”

Mi gran amor es Contrafarsa, porque fue mi escuela y ahí aprendí todo. Pero cuando me pongo la camiseta con algo, me comprometo al 100 %. Disfruto mucho del día a día, y del trabajo e conjunto `para que un espectáculo esté bueno. Para que la gente cuando te vayas del tablado, te diga “¡Qué lindo lo que hicieron!”. Este año me pasó que una persona me dijo “Berardi, para un ex Contrafarsa salir en Los Diablos es ser traidor”. Luego le respondí “Vos no entendés nada de lo que es el carnaval. Para mí el carnaval es otra cosa”. Hoy por hoy está pasando que colegas están defenestrando a otros colegas porque algunos entraron a la liguilla. y otros no. Eso no está bueno. Ya de por sí es injusto el hecho de ponerle puntaje al arte. Pero son las reglas del juego. La fiesta pasa por otro lado. Por ir a un tablado y bajar entre la gente cantando. Eso es lo más importante. El concurso está lindo, y mortal. Nervios en el estómago, y la ansiedad de que se abra el telón. Después de que te bajaste, estaría bueno ganar, claro que sí. Pero no es lo primordial. Todos los que salimos en carnaval, hemos perdido en el concurso mucho más que lo que hemos ganado”.

¿CÓMO TE TOMÁS EL TRABAJO DE ARREGLAR Y SELECCIONAR MÚSICAS PARA LOS ESPECTÁCULOS?

“Soy de escribir los arreglos, y los paso a cada cuerda. Estoy aprendiendo, y espero seguir aprendiendo. Tengo muchos referentes en carnaval como Pitufo (Edú Lombardo), Andrés Atay, y Juan Carlos Ferreira, que fue el primero que me dijo “Todo lo que pienses en la guitarra, pásalo a voces que puede quedar bueno”. Siempre concebí los arreglos desde el mismo lugar. Lo más importante es la elección musical. Siempre tato de que la presentación y la despedida sean como una canción, es decir, que se reconozcan las músicas que tienen, pero que los pasajes entre melodía y melodía sean naturales. Que no hayan pasajes armónicos o cortes entre una música y otra. En los grupos que he estado, siempre pido a mis compañeros que traigan músicas e ideas. Este año Damián y Agustín tiraron muchas cosas. Me junto mucho con el Lolo (Marcelo Iribarne), por ejemplo, y me sugiere cosas. Así se va armando todo. Hay músicas que ya las tengo claras desde el arranque, y ya sé para qué las voy a usar. Luego voy armando la estructura musical”.

¿QUÉ MOMENTOS RECORDÁS COMO LOS MÁS DISFRUTABLES DESDE QUE SALÍS EN CARNAVAL?

“Toda la época de Contrafarsa hasta el 2004. Fue muy disfrutable, y de mucho aprendizaje. Este año en Los Diablos está siendo muy lindo también .El carnaval 2012 fue muy fuerte con Momolandia. Leonardo Preziosi hizo un espectáculo que trataba del retorno al Uruguay. Y me tocaba de cerca porque ese año volví al país. De todos los años sacás cosas lindas y positivas”.

¿QUÉ TE APORTÓ EL HABER VISTO EL CARNAVAL DESDE EL EXTERIOR?

“Haber visto el carnaval desde el exterior, hizo que ganara objetividad al momento de ver los espectáculos. Antes me pasaba eso de “mi espectáculo es el que está mejor”. Y muchas veces está bueno darse cuenta de las cosas y decir: “Esto está mejor”, o “Esto también está mortal”. A veces nos cuesta eso a los carnavaleros. Disfruté mucho e los espectáculos, viéndolos desde otro lugar, y aprendiendo que de todos se puede rescatar algo”.

¿HAS VISTO ESPECTÁCULOS EN ESTE CARNAVAL? ¿QUÉ TE HA GUSTADO?

“He visto muy poco, porque ha sido por televisión lo que he podido ver. Algo de Don Timoteo, otro poco de La Clave, La Trasnochada, La línea Maginot, y vi un poco de Momolandia también. De otras categorías vi a House, Tabú, Nazarenos, Zíngaros, Aristophanes, Sociedad Anónima, C1080 y Yambo Kenia. Me encantaría poder ver mucho más, pero gracias a dos hay escenarios para hacer. A veces pispeamos. Un día llegamos al club, y había empezado la retirada de Cayó la Cabra en la primera rueda. Para compararlos, me gustaría poder verlos a todos en el mismo lugar. Lo de los derechos de imagen de Timoteo está muy bien. El reggaetón de La Clave está muy bueno. Me hace reir mucho el Pollo Perrone en la parodia de Thelma y Louise, y me emocioné muchísimo con la parodia del Pistola Marsicano de Nazarenos. Estaba en la consola de sonido en la segunda rueda, porque trabajo con Nazarenos, y fue impresionante sentir cómo estaba el Teatro de Verano cuando Aldo bajó a la platea haciendo el personaje del Pistola, y el coro estaba cantando el saludo a los barrios. No podía esuchar al coro, porque se escuchaba más al público cantando. Hay espectáculos que han quedado afuera de la liguilla que estaban bárbaros también”.

LA GENTE QUE NO VIO AÚN AL ESPECTÁCULO DE “LOS DIABLOS VERDES”, ¿CON QUÉ SE VA A ENCONTRAR?

A mi criterio es un espectáculo muy divertido. A veces se logra mucho la risa, y a veces no tanto. Desde lo musical está muy alegre. El Conejo y el Canario hacen reír mucho. Hay una crítica hacia los que no tienen y quieren ser como los que tienen. Ahí hay un juego de palabras que está muy bueno. Hay pasajes muy disfrutables desde lo sonoro, y desde lo que dice el texto. Se hace una crítica dura al patovica. Y aparece una interpretación de Donald Trump al final en la que se dice mucha cosa. Las puntas están bonitas, y la estética visual de la murga me agrada. Por momentos, la puesta en escena es muy jugada. El coro canta muy bien, también”.

DISFRUTÁ DE LA ACTUACIÓN DE DIABLOS VERDES EN LA SEGUNDA RUEDA DEL CONCURSO OFICIAL:







miércoles, 22 de febrero de 2017

ENTRE BAMBALINAS

NAZARENOS




Amar lo que uno hace es el motor más importante. El arte no escapa a esta realidad, y el carnaval como núcleo de distintas expresiones artísticas, tampoco. Muchos actores han recorrido un largo camino de aprendizaje formando parte de la fiesta de momo, y uno de ellos es Aldo Martínez. El año 2017 lo encuentra en Parodistas “Nazarenos”, conjunto que ya ha sido su casa, y lo arropa en los escenarios durante un febrero más. Sobre el actor recae la responsabilidad de llevar a cabo a los personajes protagónicos correspondientes a las parodias “El Joven Manos de Tijera”, y “La Vida del Pistola Marsicano”. Luego de “muchas horas de ensayo”, a raíz de un cambio importante de corte técnico, el entrevistado se refirió a la respuesta del público para con el espectáculo, así como también repasó su larga trayectoria en carnaval; del cual se encuentra enamorado desde sus primeros años de vida.

¿CÓMO RECORDÁS A TU VÍNCULO CON EL CARNAVAL DESDE PEQUEÑO?

“Desde gurí veía carnaval allá en el club Liverpool de Belvedere, que era mi barrio. Nunca soñé con salir. Admirarba a grandes conjuntos como Los Gaby’s, Los Favios, y desde el barrio salían las murgas “Araca la Cana” y “La Soberana”. Muy cerca estaba La Teja con Los Diablos Verdes, y después vino La Reina de La Teja también. Lo que más me gustaba era ver parodistas; a Los Gaby’s y Los Klapers, por ejemplo. Los humoristas también me gustaban mucho, y veía a Los Favios y a La Escuelita del Crimen que todos los años eran los animadores. Miraba a todas las murgas, pero tenía preferencia por las del barrio”.

¿QUÉ COSAS HA PERDIDO LA CATEGORÍA DE PARODISTAS QUE TE GUSTARÍA QUE RECUPERARA?

“Todo fue cambiando. Fui evolucionando de a poco. Las coreografías son más exigentes ahora, y no se canta y se baila a la vez. Antes se estilaba eso porque las coreografías no eran tan difíciles. Pero el parodismo ha evolucionado mucho. Las producciones de los espectáculos son cada vez más grandes, Hoy por hoy se está más en el detalle. Uno ha intentado ir con los cambios”.

¿CÓMO FUE ATRAVESAR EL PROCESO DEL ESPECTÁCULO EN NAZARENOS DE CARA AL CARNAVAL 2017, TENIENDO EN CUENTA LOS CAMBIOS A NIVEL TÉCNICO?

“Hubo que sobrellevarlo como tal, con una gran conciencia grupal. Con ensayos en doble horario. Los sábados y los domingos ensayábamos de mañana y de tarde hasta la noche. Parábamos unas horas solo para comer algo. Hubo muchas letras que aprender en muy poco tiempo, y le dedicamos muchas horas de ensayo al espectáculo. Solamente de esa manera podía salir el espectáculo como está saliendo. Este año estuve a cargo de la puesta en escena, y eso representó una tarea extra a la que había que dedicarle un tiempo. La puesta en escena de este año es bastante compleja, sobre todo en la segunda parodia, donde se arma a todas las escenas con cajones. Cada componente es una pieza, y ese trabajo escénico requiere de justeza. Todo eso implicó atravesar ese escollo que teníamos”.

¿CÓMO TE TOMÁS EL TRABAJO DE COSNTRUIR LOS PERSONAJES?

“Tablado a tablado uno le va encontrando cosas a los personajes. En el primero hubo una composición bastante corporal y gestual. Eso lo fui logrando al mirar a la película muchas veces. Encontré información en páginas de internet acerca de cómo Johnny Deep había compuesto el personaje. Durante febrero intento mejorar lo que hago. Lo mismo con el personaje del Pistola Marsicano. Hay muchas generaciones que no lo conocieron. Yo tuve la suerte de conocerlo, porque era del barrio. Luego tuve la suerte de ir a tocar con el grupo “La Pandilla” a un festival que armó. De todas maneras, no lo conocía a fondo. Poder trasladar la imagen del Pistola a las nuevas generaciones, requería de cierta composición creíble. Era un hombre muy sencillo, tal cual se representa en la parodia. Todo lo que se relata, pasó realmente, salvo los quiebres humorísticos”.

¿QUIÉNES SON TUS REFERENTES ARTÍSTICOS  TANTO DENTRO COMO FUERA DEL CARNAVAL?

“Miro mucho cine, y me gusta el cine de todo tipo. Admiro a actores argentinos como Federico Luppi, Ricardo Darín, Leo Sbaraglia, etc. Después están los actores como Robert De Niro, Al Pacino, Kevin Costner,  que me encantan. Lllevándolo más hacia el terreno del carnaval, mi maestro es Pendota Meneses. Lo veía desde abajo del escenario, y era un fenómeno. Nunca soñé que iba a salir con él después durante tantos años. Mario Fossatti también fue un referente para mí. En humoristas estaban los Urrutia, Amilcar Maidana. Hay muchos colegas a los que admiro como Caho Denis, Luís Alberto Carballo, el Gallego Hugo González, Pinocho Sosa, Horacio Rubino, etc. Siempre tuve esa manía de mirar y aprender de todos los cracks. Nunca imaginé llegar a salir tantos años en carnaval. Seguro alguno me quedó en el tintero. Uno se va haciendo preguntando, mirando, y no quedándose con lo que ya sabe. Agradezco los premios y las menciones que he recibido porque son lindos reconocimientos; pero para mí el carnaval es una universidad, y cada año rindo un examen. Salir un año más, es aprender un año más. Lo importante es que la gente se sienta identificada con lo que uno hace arriba de un escenario”.

¿QUÉ MOMENTOS DESTACARÍAS COMO LOS MÁS DISFRUTABLES DESDE QUE SALÍS EN CARNAVAL?

“Sería injusto quedarme con alguno. Me quedo con todos los años en los que salí en carnaval, más allá de cómo me haya ido en el concurso. Creo que lo importante es estar, y marcar presencia. Podría marcarte como un mojón al primer año en el que salí en carnaval, con Los Charoles. Además era un conjunto en el que éramos todos amigos del barrio. Waldemar Melcon era el dueño, y hoy tengo la suerte de salir con el hijo (Claudio Melcon). Me acuerdo que Claudito tendría 6 o 7 años y tocaba la batería. Luego salí en Los Walker’s, con quienes marcamos una época, porque fuimos los que destronamos a Gaby’s y Klaper's. Ganamos en tres de los cuatro años que estuve en el conjunto. Luego salí en los humoristas Los Favios, que admiraba desde niño, y después me llamaron para salir en Gaby’s, y ganamos el primer premio con el  conjunto del que sigo siendo hincha. En 1994 salí en parodistas Teenagers junto con Pinocho (Ariel) Sosa. Éramos todos amigos, y se armó un grupo divino. Salimos solamente ese año, y terminamos terceros; fue una campaña increíble.  En 1995, Pinocho armó a los Zíngaros, y varios fuimos para ahí. En 1997 obtuve la máxima figura del carnaval por el personaje de “Evita” con Valentinos. Con Momosapiens obtuvimos el primer premio en 2000 y 2001. Fueron muy lindos los años 2004 y 2005 con Zíngaros. Hice papeles increíbles, y no me podría quedar con ninguno. Este 2017 con Nzarenos está siendo increíble desde todo punto de vista, tanto en lo personal como en lo grupal. La gente responde en la calle, y el espectáculo pegó muy fuerte. El concurso no terminó, y somos conscientes que tenemos que rendir un examen más, porque tenemos claro que vamos a estar en la liguilla”.

“NO TE PODÉS DESPEGAR”

“Una vez que salís, no te podés despegar. Además vivo del arte. Canto con la orquesta durante el año, y el carnaval representa otra entrada económica para mí. Me gusta salir en carnaval para  seguir explorando cosas, e imponerme desafíos a nivel actoral. Me gusta lo cómico y lo dramático. El parodismo te permite incursionar en esos dos lugares. Mientras pueda y me de el físico, voy a seguir saliendo”.

SI "NAZARENOS" FUERA UNA FOTO, ¿QUÉ HABRÍA EN ELLA?

“Sería una foto familiar. Como la de un equipo ya sea de fútbol o de lo que sea, tirando todos para el mismo lado. Sería una carreta con bueyes tirándola, que seríamos nosotros. Con eso te resumo todo lo que significa el grupo. A veces está la frase hecha “Se armó un grupo divino”, pero en este caso, te puedo asegurar que fue así. Hay mucha gente nueva, y mucha gurisada joven con la que me encanta salir porque te aporta otra energía. Ojalá podamos coronar esa foto con algo lindo en este 2017”.

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domingo, 19 de febrero de 2017

ENTRE BAMBALINAS

LA CLAVE



La ciudad de San Carlos es la cuna de una tradición murguera muy grande que tiene lugar desde hace mucho tiempo. La murga “La Clave” se ha encargado de portar la bandera del carnaval carolino en la capital en estos últimos años, destacándose por la versatilidad y la contundencia de sus propuestas tanto en su contenido como también en el plano estético. Martín Sosa, director artístico, letrista, y componente del conjunto, destacó los pormenores de un proceso difícil para el grupo, pero que viene recogiendo sus frutos en cada escenario durante este febrero. Haciendo “Ruido”, como se titula su repertorio de esta temporada, llega la murga que recorre 150 kilómetros todos los días para brindar su arte en las carnestolendas.


¿CÓMO SE ATRAVESÓ EL PROCESO DE “RUIDO” DE CARA AL CARNAVAL 2017?

“Fue muy parecido al de otros años. Formamos un equipo de trabajo con Christian Ibarzabal haciendo los textos., Empezamos a trabajar enseguida de que colgamos los trajes de los “Bichos Raros”. Después de turismo empezamos a conversar. No queríamos repetir fórmulas, si no que entrar en caminos distintos, y así apareció “Ruido”, y lo fuimos hilvanando hasta tener unos 10 o 15 minutos para poder empezar a ensayar. Luego el espectáculo empezó a definirse un poco más”.

¿LA RESPUESTA DEL PÚBLICO HA COLMADO SUS EXPECTATIVAS?

“Sí, y con creces. En todos los años que tengo de carnaval, y los que tiene la murga participando en Montevideo nunca tuvimos una respuesta de tal magnitud. No solo por los aplausos al finalizar los distintos bloques, sino que también por la respuesta del público cuando la murga se baja. Bajarse entre la gente es de las cosas más lindas que tiene el carnaval, y lepermite al público acercarse, y descubrir distintas cosas de las que no puede disfrutar cuando el conjunto está arriba del escenario”.

LA FIESTA Y LAS DISTANCIAS

“Lo tenemos bastante asumido. Es un desgaste participar de un carnaval que nos queda a 150 km, y también nos lleva mucho esfuerzo. Por ejemplo, cuando venimos a la capital por un escenario solo, utilizamos el dinero que cobramos para pagar el ómnibus y la comida de los compañeros. Cuanto tenemos más de un tablado, los murguistas empiezan a cobrar desde el segundo. Es distinta a la dinámica que tienen los conjuntos de acá. Hay veces que nos vamos de nuestras casas durante siete u ocho horas para hacer un solo tablado. Por suerte son muchos los escenarios que hacemos, y eso está bueno porque al menos desde lo económico se ve reflejado tanto esfuerzo, más allá de que no nos hacemos ricos, ni mucho menos”.


¿CÓMO SE EXPLICA EL FENÓMENO MURGUERO QUE TIENE LUGAR EN LA CIUDAD DE SAN CARLOS?

“Es un pueblo muy murguero. Se está dando la particularidad en estos últimos carnavales, de que Maldonado ha sido un gran semillero de murgas. La población del departamento es de 200.000 personas, y en San Carlos, que somos 30.000, hay una tradición murguera muy grande que no se puede explicar. Se mama desde chiquito. Cuando crecés, te acercás al género y ya lo llevás en el ADN. No hay Carnaval de las Promesas, ni Encuentro de Murga Joven, entonces el que sale a hacer carnaval, compite directamente. A veces es contraproducente hasta para generar una “escuela”, porque los tablados que hay en San Carlos, se les asignan a los conjuntos que concursan en el carnaval de allá. Es mucha presión para la gente que recién está comenzando. En Montevideo es distinto. Si bien el Carnaval de Las Promesas, y el Encuentro de Murga Joven tienen sus instancias de concurso, se toma todo de otra manera, y existe esa posibilidad del hacer murga por hacer murga. Si existieran esas instancias en San Carlos, sería mucho mejor”.


¿CÓMO FUE ATRAVESAR LA EXPERIENCIA DE LA TURBONADA, Y EN QUÉ SENTIDO SE FORTALECIÓ EL GRUPO LUEGO DE ESA EXPERIENCIA?

“Obviamente que tuvo consecuencias negativas porque la murga había hecho un esfuerzo muy grande. Pero también fue un shock grande sentirnos apoyados por el pueblo que queremos, y con el que convivimos todos los días. El 24 y 25 de diciembre no fueron fiestas para la ciudad; había un silencio enorme, y nosotros estábamos tristes. Pensamos en cómo transformar eso, y redoblamos esfuerzos. Al principio costó, pero una maquinaria enorme de familia y amigos se pusieron a trabajar al servicio de la murga con el corazón, y sin cobrar un peso para que la cosa saliera. Estamos profundamente agradecidos, porque pese a eso pudimos plasmar el espectáculo que teníamos en la cabeza desde un primer momento”.

“TRABAJAMOS DE UNA MANERA MUY EXIGENTE”

“Con el equipo creativo nos encargamos de tener escrito el espectáculo para el 10 de noviembre. Cuando ocurrió lo de la turbonada ya estábamos haciendo pasadas completas. Es más, a principios de diciembre sacamos un cuplé, porque estábamos pasados de tiempo por cinco minutos. Con Christian (Ibarzabal) trabajamos de una manera muy exigente. Primero conversamos mucho, y luego nos mandamos ideas. El hecho de estar trabajando juntos hace más de 10 años hace que nos entendamos, y siempre escribimos lo que tenemos ganas de decir. El proceso se nos hace cortísimo, porque no desperdiciamos minutos en algo que no tenga real sentido àra nosotros. Cuando buscamos el humor, tratamos de ir a fondo, y cuando tratamos de dar un mensaje, buscamos hacerlo de la forma más concisa posible. Repasamos muchísimo, vamos para adelante y para atrás, y revisamos. Tratamos de que quede lo que creemos que es lo mejor. Después todo se va puliendo en los ensayos, porque a veces en el papel uno piensa que algo va a rendir, y al llevarlo al ensayo no queda como uno espera. El espectáculo está vivo, y se va transformando a medida que el artista lo va interpretando”.

¿HAS TENIDO LA OPORTUNIDAD DE VER ESPECTÁCULOS MURGUEROS O DE OTRAS CATEGORÍAS?

“He visto muy poco. Me gustó mucho lo que vi de Cyranos, Aristophanes y Nazarenos, que fue lo que he podido ver. Nos hemos cruzado en tablados con un montón de conjuntos, y me encanta mirar a las murgas, porque considero que todos tenemos algo para decir. Cuando canta un coro, principalmente, me llega. Me encanta el género. Después de que pasa carnaval trato de ver a los espectáculos. Pese a que estamos en un concurso, uno trata de sacarse la camiseta y disfrutar delo que está viendo, sin entrar en ese desgaste competitivo”.

SI LA CLAVE FUERA UNA FOTO, ¿QUÉ HABRÍA EN ELLA?

“Me quedo con la foto de este carnaval, que es el esfuerzo. Que no e puede plasmar porque es una sumatoria de pequeñas cosas, como gestos de compañeros y sus familias. Creo que los grupos se forman a los golpes también. En este proceso nos tocó una fea, y hemos pasado por peores, pero siempre saliendo adelante como grupo. Es una murga que más allá delo que hace artísticamente, hace un esfuerzo muy grande en lo humano. Soy muy exigente, y mis compañeros siempre responden, así que tengo que sacarme el sombrero con ellos”.

DISFRUTÁ DEL ESPECTÁCULO DE LA CLAVE EN LA PRIMERA RUEDA DEL CONCURSO OFICIAL:






sábado, 18 de febrero de 2017

DESDE LA GESTIÓN

CARNAVAL CANARIO



El carnaval de Canelones ha sufrido distintas transformaciones en estos últimos años. Cada vez son más los conjuntos interesados en participar de la fiesta de momo en este departamento; y las actividades enmarcadas dentro de este evento popular se multiplican durante el mes de febrero. Gestionar el  andamiaje de las carnestolendas en tantos lugares supone una tarea ardua, y una responsabilidad muy grande. Para que uno e nuestros máximos exponentes identitarios y culturales se desarrolle de manera próspera, existen personas que llevan adelante una determinada logística. Santiago Recalde, integrante de la Comisión de Carnaval, correspondiente a la Dirección de Cultura de la Intendencia de Canelones, detalló el largo camino recorrido rumbo a este mes tan particular, y realizó un pequeño balance con respecto a lo que está aconteciendo.

¿CÓMO FUE ATRAVESAR EL PROCESO DE CARA AL CARNAVAL 2017?

“Tuvimos muy poco tiempo para trabajar al Carnaval 2016. Entonces para este carnaval queríamos ver los errores que habíamos cometido, y poder buscarle la vuelta para que no sucedan. Algo positivo a destacar en el trabajo de este año fue que hicimos que todos los conjuntos atravesaran un proceso de reuniones, y actividades anuales. Entonces ya llegamos conociendo a los conjuntos de otra manera, y amoldando nuestro accionar a las necesidades de cada conjunto. Generamos más actividades que en el 2016, respondiendo a las solicitudes de los municipios. Eso estuvo bueno, pero de cara al futuro vamos a promover que los municipios tengan una mayor participación en las actividades culturales que llegan en febrero a cada uno de los lugares del departamento. En cuanto a los pagos, aumentó todo un poquito nuevamente. Los pagos de los escenarios crecieron, no tan significativamente como en el 2016, pero hubo un aumento. En los concursos también se está pagando más; no así en los desfiles barriales, pese a que hay varios que están creciendo mucho como por ejemplo el de Progreso, 18 de Mayo, Colonia Nicolich, y Paso Carrasco, entre otros; de todas formas, el tema económico es algo que tenemos que resolver. Sí se dio un aumento en el pago de los premios del desfile de llamadas, que en dos años creció un 100%. Hace dos años, el primer premio eran $35.000, y este carnaval se pagaron $60.000. Hay que resaltar que el municipio de la costa trabajó mucho en la búsqueda de sponsors para dicho desfile, y eso fue de gran ayuda para generar recursos y volcarlos a los grupos. También aumentaron el segundo, y el tercer premio. Se implementaron los pagos de menciones para todas las categorías. Eso es un aporte que lo hacen todos los municipios. El método de pago radica en depositar el dinero en una cuenta bancaria correspondiente a un representante década conjunto. De esa manera, los componentes no tienen que retirar el dinero en los municipios. Si bien demora un poco más el pago, es más cómodo para la persona beneficiada. El tema dela leve demora en los pagos es algo a corregir para el año que viene, porque este modo de pago se empezó a implementar sobre carnaval, y no hubo tiempo para resolver detalles”.

LOS CONCURSOS Y LA PRUEBA DE ADMISIÓN

“Se amplió el espectro del concurso, unificando tres categorías. Este año tiene lugar el Concurso de Murgas, Revistas y Humoristas. Consta de cuatro etapas clasificatorias, que se hacen en Sauce, Santa Rosa, Cerrillos y Parque del Plata, y la Ronda final se dará durante tres noches en el Anfiteatro de Las Piedras. El área de salud apostó a darnos una mano en la logística del carnaval también. Asimismo, se han brindado talleres formativos a las comparsas y escolas do samba, las cuales tuvieron el filtro de una prueba de admisión, por lo que el nivel de los conjuntos ha mejorado con respecto al del año pasado. Los mismos talleres tuvieron lugar para las murgas durante el año, y fueron brindados por Edú “Pitufo” Lombardo, y “La Triada”. Queremos implementar las pruebas de admisión obligatoriamente para el Carnaval 2018, de manera que los conjuntos se preparen con otra exigencia”.

“LA MASIVIDAD DE LAS REDES SOCIALES”

“Hay un área  nueva de Comunicaciones en la Intendencia que se llama “Redes Sociales”. Allí están 
trabajando dos compañeros que son Sebastián Martínez y Melissa. Ayer en la última etapa clasificatoria que se suspendió en Parque Del Plata, Sebastián fue para transmitir los fallos en directo por Facebook. Desde la Intendencia entienden la masividad que tienen las redes, y resulta importante cubrir a las instancias de los eventos por ese medio. La Ronda final del concurso de murgas, revistas y humoristas, va a ser transmitida en directo por Canal U, y por Vera TV”. Se ha tratado de hacer afiches para cada uno de los eventos. Además adjuntamos un mapa, para que los conjuntos y el público sepan acerca de los lugares de largada y finalización de los desfiles”.

LA INFLUENCIA DEL CLIMA

“El clima está jugando una mala pasada en febrero. Entonces eso hace que se gaste más el presupuesto, y los conjuntos se queden sin alguna actividad puntual. El año pasado, si bien llovió bastante en febrero, durante los fines de semana no pasaba. Entonces no hubo tanto problema. Este año se está dando del modo contrario. Este problema implica una reestructuración por parte de quienes definimos los calendarios, y tener que tomarnos ese trabajo nuevamente en coordinación con los municipios. Hay que tener en cuenta la infraestructura con la que contamos. Mucha gente nos ha preguntado por qué la mayoría de las actividades tienen lugar los viernes y los domingos, y eso se da porque se necesita de un día puente para trasladar la infraestructura de un punto a otro del departamento”.

AMPLIAR EL ESPECTRO

“Dentro del concurso de murgas, revistas, y humoristas, en lo que respecta a la categoría de murgas pasó a ser un Concurso Nacional. Antes había murgas de Montevideo que se anotaban dando una dirección de Canelones, y concursaban igual. Este año hubo una apertura en ese sentido, y había cupos para murgas que no fueran de Canelones. Solicitamos que los conjuntos interesados se inscribieran antes del 31 de octubre, y las dos murgas de Montevideo que se inscribieron,  luego se bajaron. Quedaron solo once murgas canarias. Increíblemente se generó el efecto contrario, pese a la transparencia que se le intentó aportar a ese tema. Está bueno que se sepa que la murgas de otras regiones tienen tres cupos para participar del carnaval canario. A los conjuntos se les asignan escenarios, y los premios del concurso siguen creciendo año a año”.



jueves, 16 de febrero de 2017

ENTRE BAMBALINAS

PATOS CABREROS





El manejo de la escena, el ritmo del espectáculo, las pausas y silencios, y las carcajadas del público, muchas veces recae sobre una persona. Actuar en el carnaval no es tarea sencilla, pero hay quienes poseen un talento nato para ese rol, y lo van desarrollando con la experiencia que otorga el paso del tiempo. Más de dos décadas de trayectoria son reunidas por la comicidad de Diego Bello, uno de los cupleteros de la murga “Patos Cabreros”, conjunto al que recaló para esta temporada luego de un año “sabático;  lo de las comillas responde a que para el entrevistado “cuesta mucho estar al margen” de la fiesta, y siempre busca “algún punto de contacto con ella”. Momo se alegra por la vuelta de un artista muy identificado con la escena carnavalera en este último tiempo; la misma escena que lo tiene enamorado a tal punto que lo impulsa a regresar nuevamente.

¿CÓMO VIVISTE TU AUSENCIA DE LOS ESCENARIOS EN EL CARNAVAL PASADO?

“Todas las veces han sido diferentes. En algún otro momento paré por más tiempo. Esta vez fue solo por un año, y a su vez estuve vinculado al carnaval porque fui presentador del tablado de la Rural del Prado. Son unos cuantos años en la vuelta y hay muchas cosas que extrañás cuando no salís. El carnaval tiene una parte hermosísima, que es la que todos disfrutamos, pero tiene también una parte de desgaste que uno coloca en la balanza a la hora de tener ganas de hacer alguna otra cosa. Cuando planifico las actividades a las que me voy a dedicar durante el año, siempre trato de buscarme un hueco para poder salir en carnaval, ya que me gusta mucho. Pero a veces no se lo puedo encontrar, y prefiero no hacerlo. Ahí es cuando veo cómo puedo mantenerme vinculado. El año pasado fue trabajando en ese tablado, y algún otro año ha sido escribiendo algo para algún conjunto, por ejemplo. Cuando no estoy haciendo nada en febrero, me cuesta mucho estar al margen. Siempre le busco algún punto de contacto”.

¿CÓMO SE DA TU LLEGADA A “PATOS CABREROS”?

“Se da por varios frentes. Tengo una amistad con Ricardo Villalba. Él había manejado la posibilidad de que  viniera, incluso el año pasado cuando la murga estaba ensayando, recuerdo que me había tentado un poquito, pero ya tenía decidido no salir. Para este carnaval, apenas terminó el anterior tuvimos algunas conversaciones. Demoré mucho en tomar la decisión porque tenía un proyecto bastante interesante que se terminó pinchando, y en caso de concretarse no iba a poder salir en carnaval. Ellos siempre manifestaron interés. Ricardo me lo comentó, pero luego Walter Amor, que es uno de los dueños, ya había hablado conmigo hace unos años atrás, y Nelson Ferro fue el que se reunió conmigo para hacerme la propuesta. Tuvimos una reunión, y luego de un tiempo de espera por esto que te comentaba, se dio mi incorporación. Estoy súper contento”.

¿CON QUÉ TE ENCONTRASTE AL LLEGAR, Y CÓMO SE VIVIÓ EL PROCESO DE ENSAYOS?

“Es un grupo precioso. Con algunos ya había tenido la suerte de salir, y con otros es la primera vez que salgo, pero todos son viejos conocidos de carnaval. Es muy disfrutable porque hay muy buena química., Hay una gran cantidad de compañeros que vienen trabajando juntos hace años, entonces ya se conocen bastante. Me recibieron bárbaro. El proceso de ensayos  fue muy bueno. El trabajo  creativo, encabezado por Eduardo Rigaud, fue divino. Yo había trabajado con él hace muchos años. También con Rafael Antognazza viví unos años preciosos en A Contramano, y entre los tres tratamos de ir encausando, más allá de que la decisión siempre recae sobre Eduardo. Siempre obtuve buena recepción y diálogo frente a las cosas que he tirado para el espectáculo”.

“LO QUE MÁS SE EXTRAÑA ES LA CANTIDAD DE ESCENARIOS”

“Es un tema bastante complejo. El carnaval no se puede separar de lo que nos pasa a todos como colectivo. Sin duda que hay transformaciones. Lo que más se extraña es la cantidad de escenarios. La competencia ha ganado demasiada preponderancia, al punto de que pareciera que es lo único que vale, y no estoy tan seguro de eso. Me parece que hay otras cosas que tendríamos que empezar a visualizar”.

¿QUÉ ES LO QUE TE HACE SENTIR GANAS DE SALIR EN CARNAVAL?

“Lo que me hace salir es el escenario como lugar físico donde uno puede llevar adelante el espectáculo. La escena. Esa ilusión de subirte al escenario y actuar es lo que te hace regresar. El carnaval le suma a eso la cantidad de público, el contacto cercano, la diversidad de los espectadores en su sentido más amplio. Es atractivo porque está buenísima la lectura que se genera. El carnaval es un constante aprendizaje, y está buenísimo renovar ese “contrato” con él año a año”.

¿QUÉ MOMENTOS RECORDÁS COMO LOS MÁS DISFRUTABLES DE TU CAMINO EN CARNAVAL?

“Por suerte han sido varios. A veces es injusto señalar uno en particular. Hubo dos años que fueron muy lindos. Uno fue el 2008 con “La Margarita”, y otro el 2009 con “A Contramano”. Fueron dos años muy intensos de trabajo, respuesta del público, y felicidad arriba del escenario. Ambas experiencias fueron particularmente gratas”.

¿HAY ALGO QUE TENGAS PENDIENTE A NIVEL ARTÍSTICO?

“Sí. Por suerte quedan cosas porque es lo que de alguna manera te da ganas para seguir. Hay muchas que están en mi cabeza, y de otras espero sorprenderme, diciendo “¡Esto lo quería hacer, y no tenía ni idea! Quedan cosas por hacer tanto en carnaval como fuera de él. El escenario es el sitio en donde me quedan cosas por aprender, y algunas cosas más por hacer”.

¿CON QUÉ SE VA A ENCONTRAR LA GENTE QUE AÚN NO VIO AL ESPECTÁCULO DE “PATOS CABREROS”?

“Se va a encontrar con un espectáculo que intenta vincular un juego del que todos tenemos referencia, como es el tobogán, con la vida. El hecho de ir creciendo en edad, y tener diferentes problemas conforme pasa el tiempo. De niños el problema mayor es ver quién sube, o quién se tira primero, y a medida que pasan los años, te empiezan a preocupar otras cosas. Te seguís tirando, pero el juego cambió, y ya no es el mismo”.

DISFRUTÁ DE LA ACTUACIÓN DE PATOS CABREROS EN LA PRIMERA RUEDA DEL CONCURSO OFICIAL:







miércoles, 15 de febrero de 2017

PÁGINAS DE MOMO

FELIPE CASTRO



Con su poética y crítica pluma, y la amabilidad que lo caracteriza, Felipe Castro, fue el protagonista en un momento sumamente disfrutable. Una hora de charla que recopiló sus inquietudes con respecto al carnaval y toda su parafernalia. Hoy transita febrero, y lo encuentra participando desde abajo de los escenarios; concretamente por haber sido parte de la construcción de un espectáculo como el de la murga “Momolandia”. Pese a los argumentos en los que se apoya para no formar parte de la fiesta de momo, se reconoce como un carnavalero apasionado, que lleva en su interior a la necesidad de participar directa o indirectamente de uno de los máximos exponentes culturales del país año tras año. Quizás eso tenga lugar porque lleva a dos colores como el rojo y el negro en su corazón, y resulta imposible dejar de lado un lugar que  ha forjado parte de su identidad como artista. Solo el tiempo dirá si vuelve a las tablas aquel gurí que creció con la cara pintada desde la cuna.

¿CÓMO VIVÍS LOS AÑOS EN LOS QUE NO SALÍS EN CARNAVAL?

“La primera vez que dejé de salir fue en el año 2004. Ahí  extrañé un poco, pero cada vez extraño menos. Disfruto mucho del verano, e irme para afuera. Las veces que he extrañado, al año siguiente volví a salir. Lo que más extraño es compartir con un grupo, y la bañadera. Siempre he participado del carnaval haciendo músicas, y escribiendo. Nunca me alejé del todo, porque soy carnavalero, y es así. Este año no he ido a ver carnaval tampoco por cuestiones que van en contra de la fiesta. Cuando voy. extraño un poco más. Extraño los tablados también, aunque sé que si salgo en carnaval también los voy a extrañar, porque no hay. Los lunes, martes y miércoles, hacés tablados que están a tres cuadras de la playa, salvo el Prado. Esa gente puede ir a cualquier espectáculo en cualquier momento. Me enamoré de una fiesta que no es esta. Tengo tres hijas, y nunca tuve un verano con mi papá. Entonces como he salido más de quince años en carnaval, siento que mis hijas merecen que esté con ellas”.

¿EN QUÉ MEDIDA EL CARNAVAL SE HA ENRIQUECIDO, Y QUÉ COSAS HA PERDIDO?

“Se ha enriquecido en el profesionalismo. Voy a hablar de las murgas, que es de lo único que sé. Me parece perfecto que los murguistas reciban dinero por su trabajo. No me parece tan bien cuando es a costa de una entrada que sale $200. La entrada debería costar como mucho $60. Si después en el Teatro de Verano querés cobrar $10000, está todo bien. Carnaval son los tablados, y no pagaría ese dinero para ver espectáculos. Al único tablado al que llevaría a mis hijas, que me queda cerca, y está precioso es el Molino de Galgo. Acá se hace una tergiversación de la palabra “profesionalización”, como algo que favorece al carnaval, y no necesariamente es así. Por ejemplo, la puesta en escena abarrota tanto a los espectáculos, que parece que los murguistas se olvidaron de bailar murga. Una cosa es el teatro, y otra cosa es la murga. Además quien rige todo eso es el concurso, y marca la estética de la obra que vas a ver. De por sí es ridículo el hecho de ponerle un puntaje a algo que nace desde el sentimiento. Eso sumado a que las personas que lo hacen, no sé quiénes son. ¿Alguien se ha puesto a pensar que la persona que te juzga, condiciona tu trabajo para el año siguiente?. ¿Está capacitada esa persona para hacerlo?.  ¿Le sirve al carnaval que esa persona haga ese trabajo?. Se está llevando el carnaval hacia la costa, alejándolo de las clases populares, y son muy pocos los escenarios en los barrios. Si la gente tiene que ver carnaval por televisión, estamos fritos, y encima no todos pueden verlo por ese medio. Capaz que todo pasa por algo, pero vamos a conversarlo. Fui a la intendencia y le presenté un proyecto a la señora Graciela Michelini, que implicaba cincuenta tablados para cincuenta conjuntos. Me dijo: “Esto no me sirve”, y también es válido, pero no creo que se esté jugando a favor del arte. ¿Las pruebas de admisión están a favor del arte?. Si están a favor del arte, entonces entiendo por “arte” algo que no tiene nada que ver. En otros tiempos se consideraba al concurso, pero La BCG sabía que no iba a ganar, e igual hacía lo que quería. Veías a Falta y Resto, Los Saltimbanquis, Patos Cabreros,  o Araca la Cana, y no tenían un punto en común, haciendo cosas totalmente diferentes. Hoy por hoy, hay una cantidad de fórmulas que se han ido dando, marcadas por el concurso. Te va metiendo en el embudo del “Hay que hacer esto, y esto otro”. ¿Quién dice lo que hay que hacer?. Estaría bueno conversarlo entre todos los carnavaleros, y ver si estamos a favor del arte o en contra. El artista en carnaval va al público, y no al revés. El carnaval invierte la relación, y eso es lo que tiene de maravilloso. Vas al tablado, y te enterás de qué artista viene cuando lo ves en el pizarrón. Esa fue la fiesta de la que me enamoré. Por la trascendencia que ha tomado el carnaval, el Ministerio de Cultura debería colaborar con él. Otra cosa que está mal es el hecho de que las murgas montevideanas hacen un circuito de tablados en San Carlos, pero las de allá no vienen a Montevideo. Se está dando por sentado de que lo que tiene que ver la gente es lo de Montevideo. Encima si querés hacer tablados en Montevideo, tenés que anotarte, y dar la prueba para el Concurso Oficial”.

EL CARNAVAL Y LA TELEVISIÓN

“La estética de lo que se quiere mostrar, y cómo se quiere mostrar, no puede ser decidida por los canales de televisión. Tiene que ser el propio carnaval el que lo decida. Esas cuestiones son decididas por un tipo que es el mismo que decide qué música y qué escenografía va en un programa deportivo como “Sin Límite”, por ejemplo. No tengo nada contra los que se encargan de eso, además los conozco y sé que son unos crá. Pero una cosa es una cosa, y otra cosa es otra cosa. Le tenés que dar valor a tu producto. Mirás las transmisiones de carnaval desde el Teatro de Verano, y ves que después de que baja un conjunto aparece un cronista que dice: “Esta parte estuvo buena, pero no me gustó tal parte, etc”. Marcelo Fernández hace su trabajo, y está perfecto, no lo estoy cuestionando, sino que lo que cuestiono es la cabeza con la que eso tiene lugar. Porque sin querer, estás generando que determinados conjuntos hagan menos tablados después. La transmisión tiene que ser para que te enamores del carnaval. Si después querés hacer otro programa para analizar los espectáculos y opinar, está bien. Vos tenés que hacer que el artista trabaje, y venda entradas. El jugador de fútbol gane o pierda va a cobrar igual, pero el artista si no actúa, no gana. El porcentaje de murguistas que arreglan un dinero por carnaval es muy bajo. La mayoría cobra por escenario realizado. Si el carnaval es tan masivo gracias a los medios de comunicación, hay que tener cuidado con eso”.

¿CÓMO VIVISTE LA EXPERIENCIA DE SER DEVOLVEDOR DE LOS ENSAYOS ABIERTOS DEL ENCUENTRO DE MURGA JOVEN?

“Cuando me tocó cumplir ese rol, pensé que iba a ver repeticiones de “Cayó la Cabra”. Al tercer día, volví para casa pensando: “Bo, Felipe, sos un banana. ¡Lo que te perdiste todos estos años!”. Cuando empezamos ha hacer las devoluciones, le decía al Toto (Zeleniec), que era el que trabajaba conmigo “¡Bo, esto es espectacular!”. Vi un montón de cosas nuevas que no sabía que existían. Con estilos absolutamente distintos, y gurises que se cantan todo. Muchachos que salen en carnaval con una postura y en Murga Joven los ves de forma distinta. La misma persona que sale en una murga, sale en otra, o en tres. Los integrantes de las propias murgas jóvenes son el público de la movida. Eso es riqueza, y arte. Hay gente que dice que es el semillero de carnaval. Si es el semillero, las semillas entonces están creciendo para otro lado que no es para el que tienen que crecer. Otra diferencia con el carnaval es la forma en la que se presenta a los espectáculos. En febrero ves que en el Teatro de Verano, sale Alvarito Recoba, que lo quiero muchísimo y siento mucho respeto por él, pero sale vestido de gris. Ponete un rojo o un amarillo, ¡no seas malo! Que te griten “pelotudo” tres veces, pero al cuarto día se van a acostumbrar. Salís para adelante y parece que fueras a dar las noticias fúnebres (risas). En la muestra de Murga Joven está Ivanna Amarillo de presentadora, y lo hace con mucha euforia. Es maravilloso. Todas las murgas que quieren participar, participan, y van a la muestra que se hace en Las Duranas. Murgas de mujeres, de hombres, de gurises con discapacidad, y capacidades diferentes. De ahí las veinte murgas más destacadas pasan a la siguiente instancia. Es decir, solamente la segunda etapa de Murga Joven tiene más murgas que el carnaval de febrero. De esas veinte, cinco son mencionadas como los mejores espectáculos, ni siquiera ganan. Eso lleva a que cada uno haga lo que sancocho quiera. Otro tema es el de los jurados. Este año entre otros, estuvo Nicolás Grandal, por ejemplo, que es tremendo murguista. Ojalá me tocara eso cuando subo al escenario a concursar en febrero. Hay personas que conozco que son monitores de Murga Joven, y esa experiencia les sirve para salirse de sus propios prejuicios en cuanto a la forma de hacer murga. A eso te lleva también, a aceptar la propuesta del otro”.

¿ESA EXPERIENCIA HIZO QUE TE REPLANTEARAS COSAS AL MOMENTO DE CREAR?

“Por un lado te cambia la cabeza. Por otro lado ves que cada uno es libre de escribir lo que escribe. Me sirvió hasta para darle más valor a lo que escribo. Me di cuenta de que hay cosas que no sé si me pondría a escribir. No estaría de acuerdo con escribir algo porque está de onda. Vi mucha libertad. Lo que me replanteé fue el hecho de ser complaciente con el público en carnaval. Le estaba errando en eso. Si a todos los gurises que forman parte de la movida de Murga Joven les sirvió el 10% de lo que me sirvió, entonces estuvo  buenísimo. El año que viene me parece que no tengo que ser yo el que lo haga. Me encantaría, y me salgo de la vaina por hacerlo, porque más allá de que fue un laburo, lo disfruté mucho. Pero lo que corresponde es decir que “no”, porque sería ir en contra de lo que estoy prodigando”.

¿CÓMO ATRAVESASTE EL PROCESO CREATIVO CON MOMOLANDIA?

Es la primera vez que en carnaval no cobro un dinero por tablado, y un porcentaje del premio obtenido. Se lo tenía que decir al grupo, porque si no me iba a sentir incómodo, y le fuera como le fuera a la murga en el concurso, iba a cobrar igual. Escribir para Momolandia fue una experiencia muy linda. Fui a muy pocos ensayos porque no me gusta joder, y sé que hay otra gente que está laburando. Pero siempre recibí un cariño impresionante. Hay un montón de tipos a los que admiro profundamente. Martín (Angiolini)  y Javier  (Carvalho) son amigos. Sergio Rivero, el negro Eduardo (Díaz), y Charly (Álvarez)  son tipos que uno admira. Uno conoce sus maravillosas capacidades, y su amor incondicional por el carnaval. Creo que trabajé con responsabilidad y cumplí. Este año lo que hice fue escribir, y dejar que los demás trabajen después, porque sentía que era lo que correspondía. En alguna oportunidad, durante la creación vi cosas que no las hubiese hecho así, pero ese ejercicio de salirse de uno mismo está bueno también, y ver qué sucede con lo que uno tira. Me permitieron crear y componer, y estoy recontra agradecido”.

¿EXTRAÑÁS A FALTA Y RESTO?

Estuvo buenísima esta experiencia con Momolandia. Pero me parece que si sale La Falta, escribiría ahí. Escribiendo para Momolandia, extrañaba un poco a la Falta. Sobre todo porque comprobé que un cuplé puesto en La Falta tiene una significancia, y puesto en otra murga tiene otra significancia. Extrañaba a mis compañeros en la creación, por una cuestión de concordancia de conocernos de años, y saber para dónde vamos a ir. Estoy acostumbrado a laburar con Leandro (Castro),  Dieguito (Bueno), y Lucas (Lessa)”.

¿CÓMO TE TOMÁS EL TRABAJO DE ESCRIBIR?

“Hay cosas que te das cuenta más rápido que están buenas, y van, Otras no. Me cuesta mucho escribir humor. Sí me sale escribir humor junto a la crítica en un salpicón, por ejemplo. Pero no sé hacerte reír a carcajadas. Cuando trato de hacer reír es cuando más corrijo. Cuando hay poesía, me suelto más, y confío más en lo que sale. Insisto mucho en la gramática y las acentuaciones, para que las cosas se entiendan al cantarlas. Componer una música ayuda para que el verso ya te quede bien dicho, y calce en la métrica, y si no tenés la ventaja de acomodar las cosas para que quede bien. El negro Eduardo (Díaz), me dijo “Las canciones que compusiste son nuestras. Nunca lo había vivido”. Es mágico que te digan eso. Al ser algo inédito no tenés que atarte a nada, entonces viene tu solo y lo llevás para el lado que querés”.

¿EN QUIÉN TE ENCONTRÁS AL MOMENTO DE COMPONER UNA CANCIÓN?

“Me encuentro en el Choncho (Lazaroff). También en Rubén Blades y en Los Redondos (Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota). Calculo que me encuentro en “The Beatles” por decantación, porque todos los que nombré están recontra cargados con su música. Sobre todo los músicos populares uruguayos, como Jaime Roos, que es una influencia musical importante. Si me pusiera a tocar una canción ahora, la cabeza me iría para esos lugares, porque además es la música que más escucho”.

SI FALTA Y RESTO FUERA UNA FOTO, ¿QUÉ HABRÍA EN ELLA?


“Estaría mi familia indudablemente. Toda. Con ella estarían varios murguistas. Después habría una foto de The Beatles, una foto de (Carlos) Gardel, un cuadro de (José Gervasio) Artigas, un cuadro de (Liber) Seregni, y (Elena) la Tota Quinteros”.